Las mesas imperiales garantizan un ambiente distendido, donde ni siquiera es necesario cuadrar el seating plan porque cada invitado puede sentarse donde desee. Con ellas todo fluye en el gran día.
Las mesas imperiales para el banquete de bodas, esas mesas alargadas que llegan de lado a lado del salón y en las que los invitados se sientan seguidos, unos frente a otros, han dejado de ser exclusivas de la mesa presidencial y se han puesto de moda en su utilización para el resto de invitados. La pandemia limitó su uso con las restricciones, pero esta temporada han vuelto a adquirir gran protagonismo.
Algunos caterings con Vilaplana son especialistas en su uso por todo lo que ofrecen (libertad, posibilidades decorativas…) y sorprenden a sus clientes con infinidad de propuestas dentro de este formato.
Ventajas de las mesas imperiales
Las mesas imperiales son mesas más informales, divertidas, familiares. Su principal ventaja es la libertad que ofrecen a la hora de disponer a los invitados. Uno de los principales quebraderos de cabeza para los novios durante los preparativos de la boda es la manera de cuadrar los grupos de ocho o diez personas que ocuparán cada espacio, algo que evitan las mesas imperiales.
Además, permiten optimizar el espacio, ahorrando los huecos muertos que a veces dejan las mesas redondas o cuadradas. En una mesa imperial pueden sentarse muchas más personas, lo que permite celebrar el banquete en espacios más pequeños que, de otra manera, no se tendrían en consideración.
Las mesas imperiales son perfectas para bodas al aire libre, donde generan automáticamente un ambiente festivo, pero también dan mucho juego en interior, donde resultan muy elegantes.
En las mesas imperiales la decoración adquiere mayor importancia, ya que goza de más fuerza que en las mesas más pequeñas. Un camino de mesa es más llamativo que un centro, por regla general, y los elementos decorativos, como estos candelabros de Vilaplana Catering lucen mucho más cuando se disponen agrupados que cuando se colocan de manera individual.
Versatilidad y múltiples opciones deco
Una de las principales virtudes de las mesas imperiales es la multitud de posibilidades decorativas que ofrecen. De ello es muy consciente el equipo de Vilaplana Catering, que acostumbra a realizar diferentes propuestas en función de la temática de la boda o de la época del año. Te mostramos algunas:
En primavera suelen dar gran protagonismo las flores.
Mientras que en verano tienen gran éxito sus mesas imperiales de inspiración marinera, decoradas en azul y blanco.
En esta época del año se puede jugar también con las frutas y verduras de temporada, consiguiendo resultados tan originales como estos:
En otoño, por su parte, las mesas de Vilaplana Catering pueden incluir las gamas cromáticas propias de la estación, junto con frutas de temporada.
Y en invierno, que mejor que decorar las mesas imperiales con motivos navideños.
Las mesas de madera desnuda, recorridas por un camino de mesa que nunca las tapa por completo, son tendencia.
De ir acompañadas de tela, esta aparece de manera sutil, en forma de gasa u otro tejido ligero. El objetivo es aprovechar la fuerza natural de la madera y combinarla con notas vegetales: centros de mesa de flores, caminos de hojas verdes salpicados de flores blancas, rosas y rojas, jardines verticales, macetas colgantes… Sobre ellas también destacan las cristalerías, las vajillas de estilo vintage, los bajoplatos o las servilletas.
Respecto a las sillas que acompañan las mesas imperiales, las de bambú son las reinas de las bodas al aire libre y de las celebraciones que quieren tener un aire más natural. En bodas que se celebran en interiores, sin embargo, triunfa el modelo Tiffany en todas sus versiones y también tienen mucho éxito los modelos de metacrilato transparente, que buscan no restar protagonismo a la mesa.
¿Y tú? ¿Incorporarías mesas imperiales a tu boda? ¡Te leemos!