Entre todas las grandes expectativas que crea una boda, una primordial es la gran barra libre. Es un hecho. Todos tus tíos, primos, amigos, incluso tu padre, se alegran mucho porque te hayas casado. Casi tanto como por esa barra libre que has anunciado en la invitación a la boda. ¿Qué hay que hacer con los invitados borrachos?
Ha acabado el convite. Señal inequívoca de que la hora de las copas ha llegado. Es ese momento en el que, de repente, todo el mundo sabe bailar las coreografías de Beyoncé, todo el mundo es bilingüe y se atreve con todos los idiomas y, por supuesto, empiezan las corbatas en la cabeza (aunque deberíamos intentar dejar atrás esta manía). 3, 2, 1… Empieza el show.
Los invitados borrachos en la fiesta de tu boda
Cuando alguien se acerca a la barra y pide la primera copa de la noche, acaba de dar el pistoletazo de salida a todo lo que llegará después. Paulatinamente, verás como todo el mundo sigue los mismos pasos que esa primera persona. Y si no lo ves, es que tú estás haciendo lo mismo. Pues muy bien hecho.
Pero, ¿Has pensado cómo van a llegar después todos esos invitados borrachos a su casa?
– Autobús. Cada vez se está haciendo más viral en las bodas contratar un autobús que los lleve y los recoja del recinto. Es una gran idea porque quita cualquier tentación de coger el coche y te permite estar tranquila sin tener que recordar a tus invitados eso de ‘si bebes, no conduzcas’.
– Taxi. Si la celebración es en un lugar céntrico, el clásico de los taxis siempre es una buena idea. Puedes repartir tarjetas entre tus invitados para que todos dispongan del número al que tienen que llamar. Tenemos que tener en cuenta que, uno de los estragos del alcohol es que olvidas todo con mucha facilidad. Por eso, puedes crear tarjetas personalizadas para tus invitados en las que incluyas su dirección y alguna frase divertida: “Mis hijos/padres/novio/novia te recompensarán si me llevas a esta dirección”, ”Todo esto es por los hielos”, ”No vuelvo a salir”.
– Kit de supervivencia. Si no sabes qué es lo que quieres regalar a tus invitados, piensa en un kit de supervivencia contra la resaca. Un ibuprofeno, una botella de agua, algo para picar… son básicos que debe llevar el kit para conseguir que, cuando salgan del recinto, todo el mundo esté en perfectas condiciones.
A las siete de la mañana del día siguiente (o de 3 días más adelante, no vamos a juzgar cuánto tiene que durar la fiesta) con total seguridad el peinado no será el mismo que el que te hiciste al salir de casa pero ¡Todo el mundo se lo habrá pasado en grande! Y, sobre todas las cosas, todos tus invitados borrachos habrán llegado a casa sanos y salvos.