Si estás buscando el mejor vino para boda, te contamos todo lo referente al mundo del maridaje, los vinos más propios de bodas o cómo ofrecerlos, entre otras cosas. ¡Toma nota!
Es importante saber elegir un menú de boda acorde con la celebración. Todos los novios quieren que sus invitados salgan saciados del banquete y, por supuesto, con un buen sabor de boca. De hecho, una de las cosas que más recuerdan los invitados después de la boda es la comida, por eso, queremos que los asistentes salgan totalmente contentos y como es lógico, la bebida también influye en esto.
A la hora de escoger el vino para boda, debes tener en cuenta la estación en la que se celebre la boda y los sabores del menú y aquí entra el maridaje. En gastronomía, el maridaje es el proceso de unir una comida junto con la bebida que mejor casa con ella. De esta forma, se combinaría, por ejemplo, un plato de sabor fuerte con vinos con cuerpo. Sin embargo, existen muchos matices a la hora de elegir el maridaje. Hoy resolvemos todas las dudas y te contamos todo lo que debes saber para acertar con el vino para boda.
¿Qué vino se recomienda para una boda?
Como hemos comentado, para el elegir el vino para boda hay que tener en cuenta varios factores. Los primero es la fecha de la celebración y es que, si tiene lugar en los meses estivales, los vinos para boda muy pesados y robustos no son una buena opción. Sin embargo, si la ceremonia es en invierno, los vinos para boda más potentes serán ideales.
Por otra parte, seguro que se te viene a la cabeza una pregunta clave: ¿Cómo se calcula el vino para una boda? Pues bien, si no sabéis con exactitud qué cantidad de vino para boda necesitáis, os contamos un truco. El cálculo de vino para boda está pensado para una boda en la que se sirvan tres tipos de vinos diferentes entre los que se encuentran el vino blanco para boda, el tinto y el vino espumoso. Lo ideal es contar con una botella de vino para boda por cada cuatro invitados.
Ver esta publicación en Instagram
También debes conocer las combinaciones que siempre son un éxito. Te presentamos una selección de vinos para boda que son perfectos para combinar con cada grupo de alimentos.
- Quesos: para aquellos productos tiernos y grasos, los vinos blancos con cuerpo, secos e, incluso, semidulces, son un acierto. Si optáis por incluir quesos más potentes, como el azul, los tintos de tono ligero son sus mejores aliados mientras que, para los quesos curados y muy curados, los tintos potentes y maduros, pasados por barrica, son la mejor unión.
- Ensaladas: las mejores botellas de vino para bodas son las de vino rosado o blanco seco afrutado.
- Paellas y arroces: dentro de los vinos blancos, los que mejor casan son los ligeros y secos. También encajarían los vinos tintos ligeros.
- Mariscos: sin ninguna duda, los vinos blancos son los más aconsejables, independientemente de si son dulces o afrutados.
- Carnes: para las carnes rojas, los riojas y riberas son la mejor armonía mientras que las carnes blancas maridan bien con vinos secos.
- Pescados: si son blancos, un buen vino rosado o blanco seco. Para pescados grasos, vinos tintos ligeros.
- Postres dulces: lo ideal para disfrutar de un momento dulce es acompañarlo con un buen vino dulce. Los vinos dulces también son una buena idea para regalar mini botellas de vino personalizadas para bodas.
Después de conocer todo esto, es cierto que el color vino para boda más utilizado suele ser el vino blanco. Esta bebida ofrece una amplia versatilidad ya que se lleva bien casi todo y tiene un cuerpo suave y ligero. Además, la mayoría de las parejas lo escogen por el propio tono y es que, armoniza bien con el resto de colores que ofrecen los distintos productos del menú y existe menos peligro de destrozar el outfit de invitada si se vierte en una prenda, no como el vino tinto.
Además de ser un complemento más en el menú de boda, las botellas de vino para boda puede ser un elemento más de la decoración. Opta por botellas de vino decoradas para boda para darle un toque de lo más trendy a tu enlace. Nos encanta este carro repleto de botellas y velas. El resultado es muy vintage y puede ser una idea perfecta para decorar las bodas más otoñales. Combínalo con frutos secos y frutas de la temporada, como piñas y granadas. Un rincón de lo más llamativo y con un sabor inigualable. ¿Qué te parece?
¿Cuál es el vino para brindis de boda?
El brindis es una de las modalidades más variables de una boda y es que, antiguamente, se brindaba con vino. El origen del brindis se remonta al siglo XVI, cuando Carlos V tomó Roma de forma victoriosa y lo celebró con los mandos militares llenando copas de vino y alzándolas en alto. Con esto nos referimos a que depende más de la región en la que se vaya a celebrar la boda que de la propia bebida. En España, lo más normal es brindar con un espumoso como cava, champán o sidra. Sin embargo, en Irlanda brindar con whisky es un hábito normal.
Entonces lo ideal sería que hicierais un brindis respetando la región en la que os encontráis y siguiendo vuestro gusto personal. Si no queréis jugárosla, podéis ofrecer distintas bebidas para el brindis y que cada invitado escoja con cuál de todas hacerlo. Estas son las opciones:
- Lambrusco: es un vino espumoso y gasificado, elegante y delicioso, que tiene un precio muy asequible y se adapta a la perfección a las estaciones más calurosas.
- Champagne: vino espumoso producido en la región de Champagne, Francia, de ahí su denominación de origen. Son el aliado perfecto para cualquier brindis dada la festividad de sus burbujas.
- Vino espumoso para boda: deben servirse, preferiblemente, a 9ºC o a menor temperatura. Son la mejor elección si la boda se va a realizar muy temprano, ya que son frescos y dulces.
¿Cómo servir vino en una boda?
En el banquete, el vino para boda debe presentarse en una canastilla sujetada por los lados con las manos. La botella se dejará en posición horizontal para que los posos no se muevan y, de esta manera, se expanda el vino. Los vinos para boda se deben guardar en posición horizontal para que este siempre esté en contacto con el corcho, impidiendo así que se seque y pueda pasar oxígeno por él, lo que provocaría una pérdida de calidad. Durante una celebración esto no va a ocurrir, por lo que el vino se puede colocar de manera vertical sobre la mesa de los invitados. Eso sí, si queremos que esté frío lo ideal es que siempre se deje en un enfriador.
Para la cata, los vinos se sirven por la derecha, sin tocar la copa con la botella. Las copas nunca se llenarán hasta los bordes, sino como un tercio para el vino tinto y un cuarto para los blancos.
Por supuesto, el banquete no tiene por qué ser el único momento en el que se sirva vino para boda. Podéis aprovechar el momento de la recepción para ofrecer una copa de vino blanco, de cava o de champagne a vuestros invitados. Aquí queremos hacer un inciso. Hay una leyenda urbana que dice que los invitados de una boda detestan el cava. Esto es totalmente falso, lo que a los invitados no les gusta es el cava de mala calidad.
Otra buena manera de incorporar el vino a vuestra boda es regalándolo a modo de detalle para los invitados. Podéis pensar en personalizar la etiqueta de la botella con vuestras iniciales, la fecha de vuestra boda o una frase que os represente. Los invitados se podrán llevar a casa un bonito recuerdo que disfrutarán cuando ellos deseen.