El botonier es una pequeña decoración floral, usada generalmente por los hombres, que consiste en usar una sola flor o un pequeño ramillete y se coloca sobre la solapa.
Su origen se remonta a la época medieval. Se tenía la creencia de que el boutonier salvaguardaba a los novios ante posibles infortunios conyugales así como se creía que el ramo de flores naturales de la novia la protegía de los malos espíritus. Además, este accesorio era atribuído a la alta nobleza. Casi era considerado un talismán.
El uso de el botonier para los novios
¿Dónde se coloca el botonier? Siempre en la solapa izquierda del traje del novio. Normalmente, en el traje habrá un ojal donde puedas enganchar el ramillete. Si no es así, puedes engancharlo con un imperdible o similar, pero siempre en el mismo sitio.
El tamaño. A tu libre elección pero, siempre en consonancia con el tamaño de la solapa. Mientras más fino sea, más estilizado será el ramillete. Nuestra recomendación es, en el caso de que seas más bajito, utilizar un botonier más pequeño para que no llame tanto la atención. Y viceversa si eres muy alto.
Corbata y pañuelo. Eternos compañeros del botonier. Se deben complementar en tanto el color, el tamaño y el estilo. No es nada recomendable mezclar 3 texturas diferentes. No nos referimos a que el color de los 3 tengan que ser el mismo, ni mucho menos, pero sí que exista una cierta armonía entre ellos.
Conjugar el botonier con el ramo nupcial. Es un clásico y siempre resulta muy emotivo. No obstante, hoy en día no pasa nada por no seguir esta regla. De hecho hay muchos novios que apuestan por botonier de otros materiales como tela, papel, cartón reciclado… ¡La imaginación al poder!
También es frecuente que este accesorio lo lleva su padre. De hecho, hay veces que el novio decide que lo lleven sus hermanos, mejores amigos… una especie de ‘caballeros de honor’ (en contraposición de las damas de honor).
Estas son nuestras recomendaciones para el uso del botonier y, sin ninguna duda, nuestro mejor consejo es que te animes a personalizarlo tú mismo. ¡Te divertirás un montón!