Jéssica y Daniel se casaron el 25 de junio en Bodegas Francisco Gómez, (Villena, Alicante). La suya es una historia de amor del bueno, y su celebración fue memorable.
Se conocieron en una fiesta y desde el primer momento supieron que había algo entre ellos. “Estuvimos toda la noche hablando, ¡se nos pasó rapidísimo el tiempo! Se hizo tarde y yo me fui sin habernos intercambiado los teléfonos. Pero nuestros amigos habían hecho un grupo de whatsapp en el que estábamos los dos. Al día siguiente era domingo y los dos esperábamos que uno de los dos le hablara al otro, pero ninguno se atrevió. En dos semanas teníamos una comida en una casa de campo en la que sabía que íbamos a coincidir, y esperé a que llegara ese día para ver qué volvía a sentir”, explica Jéssica.
Hasta que llegó esa comida Jéssica y Daniel volvieron a coincidir varias veces: “Nuestra ciudad es pequeña y es fácil encontrarse y en cada una de aquellas ocasiones las mirabas y las sensaciones eran increíbles para los dos. También hablábamos y cada vez iba todo a más. Cuando llegó la comida estuvimos todo el día juntos, sin parar de hablar y de reír. La jornada se alargó hasta las tantas de la noche y al final llegó el deseado beso. ¡Fue increíble! Sabíamos que ese beso no era algo pasajero”.
Entonces Jéssica vivía en Elche, donde estaba estudiando y donde recibía las visitas de Daniel, y cada vez que ella regresaba a Villena quedaban todo el fin de semana, “¡Sin darnos cuenta han pasado ya casi 9 años!”, sonríe.
El vestido de novia y los complementos
Para su gran día Jéssica eligió un outfit de Nicole Milano que compró en Sedka Novias. Un diseño muy especial, regalo de su hermano, compuesto por un precioso abrigo de guipur y gasa y un vestido lencero. Un dos en uno perfecto, ya que, al retirar el abrigo, se transformó en el segundo vestido de la novia.
“Cuando le dije a mi hermano que me casaba no dudó ni un segundo en decirme que el vestido me lo regalaba él, y yo no podía estar más orgullosa de llevar ese vestido. Tengo mucha suerte de tenerlo como hermano, siempre le digo que mi mejor regalo siempre va a ser él. Es bondad en estado puro, brilla como nadie, tiene luz propia”.
“Para mí el mejor complemento fue el ramo”, añade la novia. “Además de que era precioso gracias a Jaime, el florista de Hanami Wedding Flowers, que enseguida conectó conmigo y supo coger mi estilo y plasmarlo en él, no podía ser más especial”.
“Mi perrito Otto murió justo tres semanas antes de la boda sin esperarlo. Para mí era uno más de la familia y había previsto que participase en la celebración, pero el destino no quiso. Fue muy duro. El mismo día que murió contacté con Marta, de @lartesanie y le encargué dos medallas para llevarlas en el ramo, una con la carita de mi perro y la otra con una frase muy especial por él y por mis dos abuelos, que, por desgracia, tampoco están aquí. Ese día pude llevarlo y pudieron acompañarme al altar”.
También las joyas de Jéssica tenían un significado especial: “Con el abrigo de gasa y guipur llevé un recogido con horquillas de tres estrellas en representación de mi perrito y de mis dos abuelos. El collar que llevé fue un regalo sorpresa de mis padres, una cadena fina de mis abuelos con un colgante realizado a partir de unos pendientes que mi padre le regaló a mi madre en su primer año de casados. A mí me encantaban esos pendientes desde siempre, pero uno se perdió. Cuando les dije que me casaba se encargaron de llevar el pendiente que quedaba para transformarlo en colgante. Fue precioso llevar algo tan bonito y con tanto valor sentimental a la vista”.
“Los pendientes, de una joyería de mi ciudad, me los regaló mi suegra. ¡Eran preciosos!”
Los zapatos de la novia eran de Miss Honolulu Shoes. “Eran una pasada de preciosos y elegantes. Fue otro regalo que mi hicieron mis padres y fueron muy especiales, ya qué Miss Honolulu hace zapatos personalizados y pude elegir desde el tipo de zapato al tipo de tacón, el tejido y los colores. Además, eran muy cómodos”.
Del peinado se ocupó Irene, de @linda.hair.salon. “Ella es mi peluquera desde hace muchos años y no me cabía ninguna duda de que sería partícipe de ese día mágico. Tiene unas manos increíbles y un gusto exquisito para asesorar. Quería algo más elegante para la ceremonia y el cóctel, que era cuando iba a llevar el abrigo de guipur, pero sin dejar de ser sencillo e informal, y así fue. Me hizo un recogido de coleta baja muy desenfadado, precioso, con las horquillas de las tres estrellitas. Y para la cena y el baile, que me quedaba con el vestido lencero, quería algo con lo que me viera más yo; llevé unas ondas en puntas muy sutiles. Irene se encargó de dejar el recogido listo para que después pudiera soltármelo y quedara perfecto”.
Marta, de @martanavarromakeup, maquilló a la novia. “Siempre había visto sus trabajos por instagram y me encantaban. Nunca antes me había maquillado una profesional y sin duda no pude estar más contenta con ella. Fue tal y como imaginaba, muy yo y natural. ¡Me dejó una piel preciosa, es una profesional como la copa de un pino!”
El novio y las invitadas más elegantes
Daniel lució un traje de Sedka Novias regalo de su hermana. De la marca Roberto Vicentti, fue una edición especial muy él, elegante pero muy sencillo a la vez. “¡Estaba guapísimo! -dice Jéssica-. Iba con una idea fija, se probó varios hasta que dio con el suyo. Estaba radiante”.
Como complementos añadió un reloj de Lotus grabado por la parte trasera con la fecha de la boda y el nombre de su hermana, que fue quien se lo regaló, y unos gemelos de Romano (Alicante), regalo de uno de sus mejores amigos.
Los zapatos del novio fueron un modelo fabricado por el padrino y padre de la novia. “Él es cortador, toda su vida se ha dedicado a eso, y cuando le dijimos que nos casábamos no dudo en decirle que los zapatos se los hacía él. Quedaron preciosos y muy elegantes. Eran tipo Martinelli”, explica la novia.
Respecto a las invitadas más elegantes, “Resulta complicado mojarse. Creo que todas iban muy bien, cada una con su estilo, pero muy elegantes y, sobre todo, estaban tan felices por nosotros, que se transmitía en su rostro y estaban espectaculares”, asegura Jennifer.
Ceremonia y celebración
La ceremonia fue civil, “teníamos claro que queríamos hacerla en una finca, en el jardín, y cuando vimos el sitio nos enamoramos: las Bodegas Francisco Gómez, en Villena (Alicante), cumplían todo lo que buscábamos. No había sitio más bonito para la celebración y qué más encajara con nuestro estilo”, explica.
La celebración fue en el mismo sitio que la ceremonia, en las Bodegas Francisco Gómez. Y el catering fue de Tukatering Eventos. “Fue la fusión perfecta, un sitio precioso en medio de la naturaleza con unas vistas increíbles, que no sabías si estabas en Villena o en una finca en La Rioja. ¡Hubo invitados que me lo dijeron!”, sonríe Jéssica.
“Respecto a la comida, buscábamos algo muy de como somos nosotros, de comer bien. Queríamos que fuese comida tradicional mediterránea, pero con elegancia y creatividad, y así fue. La comida estaba exquisita, comimos mucho y muy bien y con una presentación inmejorable. Respecto al postre, no quisimos poner corte de tarta nupcial y elegimos unos postres espectaculares, un coulant de chocolate, como buenos amantes del chocolate que somos, y una milhoja de crema que era otro nivel de lo buena que estaba”.
Jaime, de Hanami Wedding Flowers, se ocupó tanto de las flores como de la decoración de la ceremonia, del cóctel, la cena y la pista de baile. “Desde la primera prueba de menú conectamos muchísimo con él. Nos supo entender a la perfección y enseguida supo qué era lo que nos gustaba. Y así fue como hizo una boda preciosa. A todos nuestros invitados les llamó mucho la atención como estaba decorado todo, cada detalle impoluto y con un estilo precioso que no podía ir mejor con nosotros. Sin duda fue increíble el trabajo que hizo, es todo un profesional y lo mejor de todo es que se ha hecho un hueco en nuestros corazones”.
Los fotógrafos fueron Sergio, Ana y Andrés, de Ramoné Fotografía, “No podemos estar más contentos de haberlos conocido y que hayan formado parte del día más bonito de nuestras vidas. Son unos pedazo de profesionales y estamos muy contentos de haber compartido ese día con ellos. Han sabido plasmar cada momento en cada foto y fueron encantadores y súper atentos. ¡Salieron unas fotos increíbles!”
Las invitaciones y el regalo de los invitados
Los novios diseñaron las invitaciones, “Quisimos realizar nosotros mismos los detalles tan personales. Hicimos el boceto en ordenador y luego fuimos a imprimirlo. Después hicimos los sobres, los cortamos y les dimos la forma y los sellamos con un sello de lacre que nos hicieron con nuestras iniciales. Quedaron preciosas”.
Del regalo de los invitados se ocuparon los padrinos, el padre de la novia y la madre del novio. “Tanto ellos como nosotros queríamos destinar ese dinero a una buena causa, y decidimos donarlo a dos de las asociaciones de nuestra ciudad, AFAVI (Asociación de familiares de personas con Alzheimer) y APAC (Asociación comarcal de personas afectadas por el cáncer). Los padrinos le dieron el dinero que tenían pensado a cada una de las asociaciones y nos entregaron como detalle para los invitados un jabón súper bien presentado y una pulserita con el símbolo del cáncer. Quedó todo muy bien, pero sobre todo fue a parar a una buena causa”.
El momento más emotivo
“Nos cuesta decidir cual fue el momento más emotivo, porque fueron muchos. Desde qué comenzó el día hasta que terminó fue un sin parar de momentos emocionantes que ojalá se volvieran a repetir. Pero si nos tuviéramos que quedar con uno solo, sería el momento en que nos vimos. Yo llegaba agarrada a mi padre y él estaba esperándome en el altar con su madre. El pasillo para llegar hasta él tenía forma de ese, así que nos vimos estando ya muy cerquita. Fue muy emocionante, todo el mundo aplaudía cuando entré con mi padre y veíamos las caras de emoción de la gente. Cada vez nos íbamos emocionando más, hasta qué lo vi junto a su madre. Jamás pensé que él lloraría, pero es que no estaba llorando, ¡es que parecía un mar de lágrimas!”
“¡Estaba guapísimo y fue increíble! Su familia, mi familia, sus amigos, mis amigos, toda nuestra gente allí, compartiendo con nosotros ese momento, ese día tan especial, sin parar de aplaudir, súper emocionados, con la canción ‘A Thousand years’ de Christina Perri de fondo. Fue un sueño hecho realidad. Siempre nos habíamos imaginado ese momento, pero sin duda superó nuestras expectativas”.
Wedding Planner
La Wedding Planner fue Marisa, de Grupo Bambú. “Madre mía, Marisa ha sido imprescindible. Sin ella nada hubiera sido igual. Nos conocimos catorce meses antes de la boda, el día que fuimos a ver las bodegas por primera vez para elegir sitio para casarnos, y ya tuvimos un flechazo con ella. Nos supo entender a la perfección y en todo momento nos decía que no nos preocupásemos por nada, que si ella estaba ahí todo iba a salir perfecto, y así fue, no se le pasó ni una sola cosa”.
“El día de la boda todo estaba perfecto, se ocupó hasta del más mínimo detalle. Nos orientó en todo momento y nos tranquilizó también cuando más nerviosos estábamos. Ha sido tan importante para nosotros que ya siempre formará parte de nuestras vidas y de nuestro corazón. Como yo le decía, fue nuestro ángel de la guarda desde el minuto uno, desde que nos conocimos. De las mejores profesionales que he conocido en todos los ámbitos. Somos muy afortunados de haberla tenido en el día más bonito de nuestras vidas, sin ella no hubiera sido igual”.
La luna de miel
“Prácticamente acabamos de aterrizar de nuestra luna de miel. Queríamos que fuera unos meses después de la boda, para así poder disfrutarlo todo con detenimiento y como se merece, y así hicimos. Nuestra luna de miel comenzó el 26 de septiembre y terminó el día 10 de octubre”, relata Jéssica.
“Teníamos muy claro donde queríamos ir, el viaje de mis sueños era hacer un safari y Daniel quería estar una semana de relax en un sitio de playas paradisíacas, en un resort. Y así hicimos, cumplir el sueño de cada uno”.
“La primera semana viajamos a Kenia de safari por Lago Nakuru, Naivasha y Masái Mara. Fue increíble, no se puede explicar con palabras. El ver animales salvajes en libertad tan cerca de ti y poder observarlos, fotografiarlos y ver su manera de vivir fue extraordinario. Hicimos también un Safari en globo y, bueno, espectacular. Ver amanecer desde el globo en mitad de la sabana, con los animales a tus pies y luego desayunar allí fue mágico. También fue una experiencia única conocer de cerca la vida de allí, las culturas y religiones, la forma de vivir. Estuvimos un día visitando a la tribu masái y ¡que experiencia! Nos hizo valorar todavía más todo lo que tenemos. Somos muy afortunados de haber vivido algo así y de haber podido aprender de ellos”.
“La segunda semana estuvimos en Zanzíbar (Tanzania). Es una isla preciosa conocida por sus preciosas playas de arena fina y blanca y por sus aguas turquesas. Esa semana fue más como Daniel quería: relax, playa, piscina, descansar y desconectar. Excepto un día que hicimos una excursión para hacer snorkel, con la buena suerte que tuvimos de encontrar delfines en libertad. Pudimos nadar con ellos en pleno mar abierto, una de las mejores experiencias que hemos vivido. Nuestra luna de miel se puede describir en una frase: empezó siendo nuestro viaje de novios y ha acabado siendo a día de hoy la experiencia más bonita de nuestras vidas”.
Os deseamos toda la felicidad del mundo, pareja.