Os contamos todos los detalles de una boda judía: antes de la ceremonia, en la ceremonia y después. ¡Tomad nota!
La boda del futbolista Sergi Roberto con su novia Coral Simanovich en Tel Aviv, además de diferentes ficciones, como la serie de Netflix Unorthodox, han dado a conocer diferentes rituales de las bodas judías. Hoy vamos a explicarte en qué consiste este tipo de celebraciones y, para que todo quede claro, hemos dividido las partes de una boda judía en secciones en las que podrás encontrar todos los rituales que incorporan y su explicación.
Una boda judía: todo lo que debes saber
- ¿Cuándo se celebra una boda judía?
La tradición manda que la fecha de la boda judía debe fijarse, siempre y cuando sea posible, dentro del ciclo lunar creciente. Esto representa el deseo de incrementar la felicidad y la fortuna del nuevo matrimonio.
Una de las mayores diferencias de estos enlaces con los que comúnmente conocemos es que una boda judía nunca puede oficiarse en el shabbat, es decir, desde la puesta del sol del viernes hasta la puesta del sol del sábado. Por lo tanto, la mayor parte de estos enlaces se suceden los domingos o días entre semana. Tampoco pueden celebrarse los días de fiesta religiosa, en la pascua hebrea, ni durante las tres semanas posteriores al verano.
Antes de la ceremonia…
– 7 días sin verse. La Halajá, la recopilación de las principales leyes judías, sugiere que los novios no se vean la semana previa a la boda. En el comienzo de la ceremonia, ambos saludan a sus invitados por separado. Es decir, se realizan dos recepciones por separado.
– Ayuno. El gran día los novios ayunarán: desde el alba hasta la terminación de la ceremonia.
– Un baño de purificación. En la víspera de la ceremonia es habitual que las novias tomen un baño denominado “Mikve”. Simboliza un baño ritual de purificación. La ley judía indica que debe hacerse con agua que provenga de una fuente natural.
– Auténticos reyes en su gran día. La tradición judía trata como reyes, literalmente, a la pareja. La novia, kala, se sentará en un trono para la recepción de sus invitados mientras que el novio, jatan, será rodeado de invitados que le canten y alegren. En este momento las madres de los novios rompen un plato. Esto simboliza que si algo debe romperse entre la pareja, será únicamente ese plato.
En la ceremonia…
Tras la recepción viene el “Badeken” o la bajada de velo. En este momento el novio, acompañado por todos sus seres queridos, se acerca hasta la novia y le baja el velo. Esto simboliza que el amor que sienten el uno por el otro va mucho más allá de la belleza física.
El matrimonio judío recibe el nombre de “kidushin”, que significa santificación. Esta ceremonia se realiza en varias etapas sucesivas: la primera “erusin”, la segunda “ketubá” y, la última “nisuim”.
El erisin es la primera parte del casamiento. Es el momento en el que se formaliza la parte legal en la cual se deja constancia de que los miembros de la pareja se consagran el uno al otro. En este momento la pareja se bebe una copa de vino, la última que tomarán como solteros.
En el momento del ketubá se lee y se firma el contrato matrimonial, un acuerdo jurídicamente vinculante que, por lo general, los recién casados enmarcarán después en su hogar.
Por último tiene lugar el nissin. Se comienza recitando Sheva Brajot, las siete bendiciones. El número 7 en la tradición judía tiene mucha relevancia, ya que representa la integridad.
Después de las Sheva, los novios se cubren con el talit. Se trata de un manto flecado que simboliza la protección contra las tentaciones sexuales externas y es la protección que la novia le da al novio. Entonces beben la segunda copa de vino de la ceremonia, la primera como matrimonio. El rabino pronuncia su bendición sobre el matrimonio y declara a la pareja casada.
Cosas a tener en cuenta
Una boda judía se realiza bajo una Jupá. Esto es un dosel nupcial sujeto por cuatro pilares de madera y telas, casi siempre instalado en espacios abiertos. Jupá en hebreo significa proteger.
Los testigos validan el matrimonio. Tienen dos actuaciones durante la ceremonia: cuando el novio entrega el anillo a la novia y cuando han de firmar el Ketubá, el documento oficial. Se necesitan dos testigos para validar una boda y no deben tener relación sanguínea alguna con la pareja.
El anillo que se entreguen los novios debe ser liso, sin diamantes ni piedras preciosas ni grabados. De oro amarillo, simbolizando la belleza simple de un matrimonio equilibrado. Una vez con las alianzas en la mano y delante de los testigos, el novio declara a su futura esposa: “He aquí, usted es prometida a mi con este anillo, según las Leyes de Moshe e Israel”. Acto después, le colocará el anillo en el dedo anular en la mano derecha de la novia. Momento en el que se consagran como marido y mujer.
Otra cosa que diferencia a los enlaces a los que estamos acostumbrados con una boda judía es que la novia no le pone el anillo al novio, sino que, o bien lo hace él mismo, o bien esperan hasta el final de la ceremonia.
Romper una copa. Es una de las tradiciones más conocidas de una boda judía. El esposo finaliza la ceremonia rompiendo una copa para recordar la destrucción del templo de Jerusalén y el destino nacional y espiritual del pueblo judío. Representa la pena y el dolor de aquel momento y simboliza que, aún en los momentos más felices y alegres del casamiento, se tiene en cuenta esa parte de su historia.
Después de la ceremonia…
Es el momento de los festejos. Antes del banquete se bendice una hogaza de pan como señal del vínculo entre la familia del novio y de la novia.
Uno de los requisitos de cualquier boda judía es cuando los novios son alzados por sus invitados sentados en sus sillas para intentar darse un beso, tradición que proviene de cargar a los reyes en sus sillas.
En cuanto al menú, hay que tener en cuenta que hay varias normas estrictas como que no se puede comer ni cerdo ni caballo (pero sí vaca, cordero u oveja). Además, tampoco se puede comer marisco y no se puede mezclar carne con leche. Estas leyes constan en el Levítico, libro bíblico del Antiguo Testamento.
La celebración culmina recitando nuevamente las Siete Bendiciones por parte de los invitados, con un vaso de vino en la mano y gritos de buena suerte y felicidad para los recién casados.