Ana Matesanz, alma máter de LaSuiteRoom, nos explica cómo está influyendo en su negocio y en las novias con las que trabaja la actual crisis del Covid-19.
Si de algo sabe Ana Matesanz es de hacer los sueños de las novias realidad. Y es que su gran experiencia, primero diseñando los tocados de su empresa Lamatte, líder de su sector en España desde 2007, y ahora a través del mágico showroom nupcial que inauguró en 2016, la ha dotado de un instinto único para asesorar a cada mujer y ayudarla a elegir el vestido perfecto para su gran día.
Situado en la ciudad de Cáceres, LaSuiteRoom es un showroom permanente donde encontrarás creaciones, muchas de ellas en exclusiva, de un conjunto de diseñadores cuidadosamente seleccionados (Lorena Merino, Laura Escribano, Beba’s Closet, Otaduy, Boüret, Oh Qué Luna, Ramón Herrerías, María Lluisa Rabell, Marta Martí o Alejandra Svarc) y que comparten una misma filosofía en sus diseños. Es un espacio dirigido a novias especiales que buscan su propia identidad, y su objetivo es trabajar con cada una de ellas dándoles un trato cercano y exclusivo.
La filosofía de LaSuiteRoom bebe del demi-couture, la intersección entre la alta costura y el prêt-à-porter, entre el trabajo a medida y las colecciones fabricadas para vender por catálogo. En el taller de Ana Matesanz se personalizan los diseños con detalles especiales que hacen cada vestido único y exclusivo. Hoy le hemos consultado sobre la situación actual de su empresa, y esto es lo que nos ha explicado.
LucíaSeCasa – ¿Cómo está afectando la crisis del Covid-19 a LaSuiteRoom?
Ana Matesanz – Vivimos al día, con la incertidumbre de cómo y cuándo podremos reanudar el trabajo. Las pruebas se han aplazado y las iremos realizando según la nueva fecha de la mayoría de nuestras novias. Iniciamos las pruebas 2 meses antes de la boda, así que tenemos tiempo suficiente
LucíaSeCasa – ¿Cómo están viviendo las novias el momento actual?
Ana Matesanz – Todos los días hablo con más de una y, la verdad, lo viven con tristeza y resignación. Sabemos lo que supone una boda. Desde el momento en que se decide la fecha es un no parar de elegir cada detalle, de soñar despierta de visualizar el día. Lo peor es el momento de decidir el aplazamiento pero, una vez hecho, se quedan más tranquilas y lo asimilan con optimismo.
Ana Matesanz: «El día de la boda llegará y será mucho mejor de lo esperado»
LucíaSeCasa – ¿Qué recomendaciones les haríais a las novias?
Ana Matesanz – Les enviaríamos un mensaje positivo. Tras pasar por la difícil decisión de aplazar la boda, ¡relax! Ahora pueden desconectar y retomarlo todo con más tiempo y calma. A todas ellas les repito a diario que mantengan la ilusión. Ese día llegará y será aún mejor de lo esperado. Y al final, el tiempo pasa volando. Cuando se quieran dar cuenta estamos otra vez al lío con sus pruebas.
LucíaSeCasa – ¿Qué oportunidades ofrece vuestro showroom a las novias y en qué se diferencia de otros showrooms nupciales?
Ana Matesanz – Trabajamos solo con diseñadores nacionales que confeccionan a medida, por lo que adaptamos los vestidos a cada novia proponiéndole diferentes mangas, encajes y todo tipo de opciones y cambios que ella requiera a partir de vestidos de colección. Son vestidos con nombre y apellidos, y podemos decir que no han salido dos vestidos iguales de LaSuiteRoom. Eso los hacen únicos y exclusivos.
LucíaSeCasa – ¿Cómo tenéis previsto afrontar el trabajo cuando se levante el decreto de Estado de Alarma?
Ana Matesanz – En realidad no nos afectará a nuestro ritmo de trabajo. Si las bodas de otoño se mantienen, se realizarán las pruebas de la misma manera que hasta ahora, sólo que con la protección exigida, y atenderemos igualmente a las nuevas novias del 2021.
LucíaSeCasa – ¿Te gustaría añadir alguna otra cosa que te parezca interesante?
Ana Matesanz – Me gustaría FELICITAR a todas las novias que están pasando por ese momento de decidir el aplazamiento y transmitirles toda la TRANQUILIDAD del mundo. Os queréis y os tenéis, y es lo más importante. El día llegará antes o después. Es sólo un número que corre en el calendario. La ILUSIÓN no se va.
Gracias por tus palabras, Ana 🙂