Sara y Juan Luis se conocían desde siempre, pero no sabían que el 21 de diciembre de 2019 se darían el “sí, quiero” que los uniría para toda la vida.
Sara y Juan Luis se conocían desde siempre ya que viven en pueblos muy cercanos, pero nunca habían tenido relación hasta que por casualidad empezaron a trabajar juntos. Ahí fue donde se enamoraron, hace 10 años. Más tarde se quedaron ellos con el negocio y eso hizo que la pareja se reforzara aún más. El gran día llegó el 21 de diciembre de 2019, fecha en la que se dieron el “sí, quiero”
Sara y Juan Luis: los novios
Sara y Juan Luis no pueden hacer una mejor pareja.
- El vestido de novia
El vestido de novia que llevó Sara era de Rosa Clará, concretamente el modelo “Madona” de la colección Couture. Era un vestido de corte sirena, propio a su estilo. Sara siempre quiso casarse con un “vestido de princesa” y para que así fuera, se puso una sobrefalda de tul de la misma firma, la cual iba totalmente acorde con su vestido. Llevaba el ribete en la cintura compañero a todos los del vestido, para que nadie sospechara de que era una sobrefalda. Luego, para el banquete, sorprendió a todos con su vestido de corte sirena.
Sara eligió llevar velo. Se decidió por uno sencillo ya que el vestido no le pedía nada más.
La bata que utilizó en el momento del maquillaje y para las fotos previas era también de Rosa Clará. Le quiso dar un toque personal y la bordó con el logo de su boda, el mismo que aparecería luego en toda la cartelería.
- Las joyas
La corona y los pendientes era de Silvia Peinado, en un color oro viejo y en la misma línea ambos. Para la ceremonia y el banquete, Sara llevó unos pendientes más pequeños y, para la fiesta, los cambió por otros más grandes y se soltó el pelo. También eran de Silvia Peinado.
- Las flores
El ramo de la novia corrió a cargo de Yolanda de Chauchina, un pueblo de Granada, que no se lo pudieron hacer más bonito. Los colores del ramo iban acorde con los de la decoración de la iglesia y del restaurante: en tonos granates, ocres, verdes y blancos.
Los ramos de las damitas eran iguales al suyo.
De las flores de decoración se encargó Atrezzo. Nos encanta cómo pusieron todo, ¿y a vosotros?
Todo se veía espectacular. Colocaron soportes dorados con enormes centros encima de cada mesa, siguiendo siempre con la misma gama de colores: verdes, granates, ocres y blancos. Sobre la mesa de los novios, una gran guirnalda de flores de punta a punta y un arco detrás de las sillas. ¡Todo quedó precioso!
- Los zapatos
Los zapatos era Tribute de YSL en color nude. Sara eligió comodidad ante todo y con estos zapatos pudo bailar durante toda la boda sin parar.
- Maquillaje y peinado
Del maquillaje se encargó una amiga de Sara que tiene un centro de estética, MM Estética. Y el peinado lo hizo otra amiga que tiene una peluquería, Adel.
- El novio
El traje del novio era de Miguel Olmedo. Los zapatos, los gemelos y el resto de complementos de Juan Luis, eran de la firma Hugo Boss.
- La madrina y la madre de la novia
La madrina iba con un vestido precioso en color vino, de Pronovias. Zapatos a juego y guantes, bolso y mantilla negra. Todo de Pronovias.
La madre de Sara, llevó un vestido de Ana Torres. Fue la hermana de Sara quien la llevó hasta el altar e hizo de “padrino”. Llevó un vestido de Blanca Martín y tocado de Silvia Peinado.
Boda Sara y Juan Luis: ceremonia y celebración
La ceremonia se ofició en la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Lachar, el pueblo donde viven.
Y la celebración en La Mamunia, Otura, en Granada. Un lugar maravilloso.
- Las invitaciones y el regalo de las invitadas
Las invitaciones y toda la cartelería de la boda iban en la misma línea, desde el “save the date” hasta las cartas que repartieron entre sus familiares más allegados y amigos más íntimos, el seating, minuta, un cartel que pusieron en grande con la frase: “Queremos que este día sea tan mágico como la Navidad”.
Los números de las mesas también con la misma tipografía y una frase que decía: “Que estéis hoy aquí ya hace este día perfecto”. Pequeños detalles para los invitados que para ellos son muy grandes y recordados para siempre.
Como regalo para las invitadas, a las amigas de Sara se les regaló una pulserita con el símbolo de infinito y una carta personalizada a cada una. Al terminar el almuerzo Sara dedicó unas palabras a todos los invitados, en agradecimiento y al terminar leyó una carta a su mejor amiga y le entregó su ramo de novia. Cuando terminó el corte de la tarta entró Fabián Rivero con su saxo y la canción “Baila conmigo”. Nos cuentan los novios, que todos los invitados se levantaron y comenzaron a bailar. Los novios repartieron los muñequitos de la tarta a tres parejas de amigos especiales, todo al ritmo de la música. No faltaron abrazos y lágrimas de felicidad, por supuesto.
Los regalos para los demás invitados también fueron muy especiales. Nuestros novios no querían que después de la boda, su regalo quedara guardado en un cajón así que decidieron colaborar con la Fundación Theodora y les mandaron unas naricitas rojas para sus invitados haciéndoles partícipes de la donación.
Para los más peques, unas bolsas de navidad de papel personalizadas con sus nombres que contenían unas orejitas de renos, chuches y chocolatinas.
- El momento más emotivo
Sara se queda con dos momentos. Uno, la cara de Juan Luis cuando ella entró a la iglesia: “Cada vez que veo la foto me emociono”, nos cuenta la novia. Y el otro momento fue cuando ella misma le leyó una carta al novio, nadie se lo esperaba y todos quedaron emocionados.
- Invitada o invitadas más elegantes
Para nuestros novios, todas sus invitadas iban guapísimas.
- Fotógrafo
El encargado de captar los momentos más bonitos fue Alejandro Onieva.
- Wedding planner
Sara y Juan Luis no estuvieron solos en la organización de su boda. Contaron con la ayuda de la wedding Almudena Bulani.
- Luna de miel
La luna de miel de Sara y Juan Luis fue la guinda del pastel. Estuvieron meses preparándola y todo salió como ellos planeaban. Fue, sin duda, el viaje de sus vidas. Primero pasaron 6 días en Bali, recorriendo todos los rincones, las cascadas, columpios, disfrutaron de la comida típica… Un lugar donde “reina la felicidad, la armonía y la tranquilidad”, nos cuentan.
Después viajaron a Singapur y estuvieron cuatro días. La otra cara de la moneda, donde predomina el lujo, los rascacielos y la gente corriendo de una lado para otro. Su primera Nochevieja fuera de casa, pero una de las más bonitas. Para terminar el viaje de sus sueños: Maldivas. Allí les esperaban con los preciosos collares y los ricos cócteles. ¡Todo un paraíso y un sueño hecho realidad!