Los vestidos de novia destacan por su belleza, pero también por el desembolso que exigen a la hora de adquirirlos. ¿Por qué son tan caros estos diseños?
Sabemos el gasto que supone la celebración de una boda. El banquete, la música, los detalles para los invitados… Todo supone un gran desembolso de dinero y, si a eso le añadimos los looks nupciales, el gasto se dispara. Los vestidos de novia son caros y no es ningún secreto. El precio resulta sorprendente en muchas casos y este dinero va más allá de los materiales utilizados para su diseño. La exclusividad, la artesanía y la personalización de los diseños se pagan. Y es que, un vestido de novia no es solo una prenda, sino un símbolo de un día único y especial.
Muchas novias buscan un diseño que refleje su personalidad, su estilo y la importancia de la ocasión. Los diseñadores dedican tiempo y creatividad para crear un vestido exclusivo, lo que incluye múltiples reuniones para comprender la visión de la novia, bocetos personalizados y pruebas para ajustar cada detalle. La personalización, la artesanía y la exclusividad del diseño incrementan significativamente el costo del vestido.
La exclusividad del vestido de novia incrementa su precio
Los vestidos hechos a medida tienen una gran dedicación detrás. Son muchas horas de trabajo y de mimo, algo que eleva su valor. La elección de materiales de alta calidad y la elaboración meticulosa por parte de los expertos artesanos hacen que cada vestido sea único y especial y que no haya dos iguales. Los vestidos de novia suelen estar hechos con telas de alta calidad, como seda, encaje, tul o satén, que son mucho más costosas que las telas comunes. Además, estos materiales son delicados y requieren técnicas especializadas para su manipulación. A esto se le suman los detalles, como los bordados a mano, la pedrería, las perlas o los cristales, que no solo le dan un toque aún más sofisticado al diseño, también lo hacen más caros ya que requieren muchas horas de trabajo minucioso.
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La confección de un vestido de novia a medida, generalmente implica una gran cantidad de trabajo totalmente artesanal. Los detalles finos como el bordado, la aplicación de encajes, y el ajuste perfecto a la medida de la novia requieren de habilidades especializadas. Muchas veces, estos diseños tan especiales están hechos por manos costureras muy experimentadas, que dedican semanas o incluso meses a una sola prenda. Este nivel de artesanía es caro porque implica tanto tiempo, como experiencia. Además, la comodidad y la confianza que brinda un vestido de novia artesanal no tiene precio.
Los vestidos de novia a medida tienen un coste más elevado porque también se pueden ir modificando a medida que se van creando. A diferencia de otras prendas, los vestidos hechos a mano y a medida requieren de varias pruebas y ajustes para asegurar que quede perfecto. Esto puede incluir modificaciones en la estructura del vestido, ajustes en la cintura, en la longitud, el escote y otros detalles. Cada prueba y ajuste requiere de tiempo y recursos adicionales, lo que aumenta el costo final.
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La entrevista personal que hace la diseñadora con la novia es fundamental para dar con el diseño de tus sueños. El buen hacer y la experiencia de estas profesionales, sus consejos, su sabiduría en costura y en tendencias, en tonos… hará que luzcas espectacular con un vestido a medida.
Por último, el vestido de novia tiene un gran valor emocional y simbólico. Se supone, que nos casamos una vez en la vida y queremos lucir un diseño único y exclusivo, algo original y que nadie lleve, lo que hace que las novias estén dispuestas a invertir más en esta prenda tan especial.
Alternativas más económicas
Si no puedes afrontar el coste de un vestido a medida o, simplemente, no le das tanta importancia a esta prenda, siempre hay alternativas más económicas pero muy bonitas. Los vestidos de colección suelen ser más baratos que un diseño hecho a medida, aunque no se ajustarán de primeras tan bien a tu figura, siempre se pueden hacer algunos cambios para ayudar a su adaptación. Quizás entre los vestidos de colección no encuentres ese escote que tanto habías soñado y que puede ser posible con un vestido hecho a medida. Pero podrás encontrar otras opciones que se parezcan o que cubran, más o menos, tus preferencias. Eso sí, el diseño no será exclusivo. Los vestidos de colección estarán disponibles para cualquier novia.
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Otra alternativa es el alquiler de vestidos. Esta se ha convertido en una opción cada vez más popular entre las novias que buscan una alternativa más asequible y sostenible para su gran día. Supone un ahorro económico y un acceso a diseños de alta gama sin necesidad de pagar su precio al completo. Tampoco contarás con la exclusividad porque otra novia lo ha podido llevar antes y tampoco podrás guardarlo para tus generaciones venideras. El alquiler de vestidos para novias e invitadas ha ido creciendo en los últimos años, incluso la reina Letizia se atreve con los vestidos de alquiler.
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Una opción que además de ahorrarte dinero, es sostenible ya que promueve la reutilización en lugar de la compra que, en muchos casos, solo se usará una vez. Otra punto a favor es que después de la boda, muchas novias se enfrentan al dilema de qué hacer con su vestido de novia. Al alquilar, no tienes que preocuparte por almacenar el vestido o por venderlo después. Simplemente lo devuelves, y el espacio en tu armario quedará libre.