El vestido de novia es una prenda que suele disfrutarse durante un periodo muy breve de tiempo. Por eso uno de los principales objetivos de Eterea Brides, una encantadora boutique nupcial situada en Aranjuez (Madrid), es conseguir que sus novias vivan una experiencia que recuerden durante toda su vida.
Así nos lo explica Eva Rodríguez, alma mater de esta tienda de vestidos de novia situada a un paso tanto de la capital como de la ciudad de Toledo. “La búsqueda de un vestido de novia representa para nosotros una vivencia, y no la compra de algo material”, asegura. “Al final el vestido es algo que se va a disfrutar tan solo unas horas, pero la experiencia y el recuerdo de buscar tu vestido es algo que se queda para siempre”.
Por este motivo el equipo de Etérea Brides adapta su sistema de trabajo a hacer de esta experiencia la mejor posible desde el primer momento. “Siempre nos gusta tener una pequeña entrevista previa con la novia, que nos ofrece la oportunidad de conocerla en profundidad, de saber cuál es su estilo al vestir en su día a día, con qué tipo de prendas se siente más cómoda y con qué le gustaría verse en su gran día”.
El vestido de novia, pieza fundamental del puzzle de la boda
“Una vez que conocemos a la novia y sabemos qué es lo que quiere potenciar de sí misma o con qué estilo se siente más identificada, pasamos a incorporarlo al estilo de su boda. Saber combinar el estilo de la novia con el de su boda no siempre es fácil, pero marca una gran diferencia a la hora de lograr una coherencia en el conjunto. Así conseguimos que esa boda sea percibida por los invitados como un todo y no como una suma de elementos, y que la novia pueda sentirse parte de su propia boda”, explica Eva Rodríguez.
“Es increíble la cantidad de veces que un vestido precioso no luce como debería porque esto no se ha tenido en cuenta, o las veces que una decoración nupcial parecía no casar con los novios. Esta pequeña charla nos da la oportunidad de comprender a la novia, su estilo y su visión para lograr que todos los elementos de su boda armonicen de la misma manera que lo hacen en su cabeza”, asegura.
El proceso de confección en Etérea Brides
Una vez la novia, siguiendo los consejos del equipo de Etérea Brides, ha escogido una pequeña selección de vestido, pasa al probador. “Allí nuestra máxima prioridad es que la novia pueda sentirse cómoda, en confianza y sobre todo muy guapa”, indica Eva.
“Tratamos de conseguir que nuestras novias se sientan protagonistas de su propia historia y lleven las riendas de la cita si lo desean teniendo en cuenta nuestros consejos. No nos limitamos a poner y a quitar un vestido, sino que aconsejamos a la novia en todas las decisiones que toma. Le mostramos qué atributos de ella destaca cada vestido, le explicamos por qué ese vestido va a realzarla el día de su boda y atendemos a todas sus dudas”.
Es un proceso que en Eterea Brides se realiza con mimo y sin prisa, “por eso animamos a nuestras novias a tomarse su tiempo con cada vestido y disponemos de un probador con sillones y sofás donde los acompañantes puedan sentirse cómodos durante toda la cita, con la garantía de que se sentirán igual de bienvenidos y cómodos que la protagonista”.
De este proceso en el probador no solo sale un vestido ganador, sino que la novia ha podido pasar por su propio proceso de búsqueda, ya sea una novia que acude a su primera cita con muchas dudas o una novia que ya sabe lo que busca. “Esa libertad a la hora de escoger, de probarse, de repetir y de dedicarle tiempo a cada modelo hace que nuestras novias puedan sentirse escuchadas y tenidas en cuenta como corresponde y que sientan que cada vestido recomendado por nosotros tiene un propósito y una intención específicos para ellas”, añade Eva.
“Nos encanta que incluso las novias que no encuentran su vestido ideal en Etérea Brides se vayan con la sensación de que ha merecido la pena visitarnos y que hemos sido capaces de ayudarlas a avanzar en el proceso de la búsqueda de su vestido de novia”, asegura.
Calendario de pruebas adaptado
El equipo de Etérea Brides adapta el calendario de pruebas a la situación personal de cada novia. “Entendemos que cada una de ellas es única y debe ser tratada de una manera individualizada. Siempre recomendamos a nuestras novias la mejor opción para ellas y sus circunstancias, aunque nos gusta trabajar con tiempos largos que nos permitan pode realizar un mínimo de tres pruebas a lo largo de tres meses, ya que consideramos que es el mínimo para garantizar un trabajo impecable y un ajuste perfecto”, explica Eva.
Además, Etérea Brides te ofrece un asesoramiento integral. “Nuestras novias puedan sentir que la elaboración de su look completo es una tarea en la que están acompañadas y aconsejadas por profesionales que les ayudarán a tomar la mejor decisión”.
La novia debe tener la certeza de que el vestido cumplirá todas sus expectativas y no solo será bonito, sino también cómodo durante el día de su boda. “En este periodo de tiempo en el que tenemos la oportunidad de conocer a la novia de manera más personal y en el que ella ya ha esbozado todos los detalles de su boda que faltaban, podemos elaborar junto a ella un look de novia adaptado perfectamente a su vestido, sus gustos y su boda”, añade. “Es importante poder aconsejar a nuestras novias acerca de los complementos que mejor las realzan a ellas y a sus vestidos, ya que el look de novia será un conjunto, una combinación en la que todos los elementos deberán funcionar con armonía. No sirve de nada que hayamos aconsejado a la novia un vestido que engrandezca su belleza, que resalte el estilo de su boda y le quede perfecto si la dejamos sola a la hora de elegir los complementos”.
Todos estos detalles hacen que para Eva Rodríguez y su equipo la experiencia que envuelve al vestido sea casi tan importante como el vestido en sí.
Firmas nacionales e internacionales de primer nivel
En Etérea Brides encontrarás desde firmas nacionales de primer nivel como House of St Patrick, Aire Barcelona, Manu García o White One, a la originalidad y el estilo americano con firmas como Lillian West o Sincerity Bridal. “Además, nos adentramos en el mundo de la alta costura de diseñador de la mano de Raquel López”.
“Esta variedad tanto de estilos como de modelos hace que sea cual sea el estilo de nuestra novia, podamos encontrar un vestido que la haga sentir como nunca y nos da la oportunidad de trabajar con novias muy diferentes”, asegura Eva.
Además, la gran variedad de opciones disponibles te resultará de enorme ayuda a la hora de definir tu estilo y tus deseos. “En nuestro apartado multimarca las clientas pueden encontrar el vestido de sus sueños de forma sencilla y cómoda y probarse los diseños de los que se han enamorado, mientras que en nuestra vertiente atelier las novias más exigentes y exclusivas pueden optar a un vestido personalizado y diseñado de manera única para ellas por Raquel López, una de las diseñadoras del momento. Está combinación de alta costura y prêt-a-porter nos permite satisfacer las necesidades únicas e irrepetibles que hacen especial a cada novia y conseguir que su experiencia nupcial sea tan personal e individual como ella”.
La atención a las particularidades de cada novia unida al deseo constante de todo el equipo de crear una experiencia irrepetible para cada una de sus clientas son las señas de identidad de Etérea Brides y las características que distinguen a este maravilloso espasio de una boutique de novias al uso. “Todo nuestro equipo se vuelca en ofrecer un asesoramiento personalizado, para que cada experiencia individual sea irrepetible y cada look tanto de novia como de invitada sea un fiel reflejo de la persona que lo luce, adaptándonos a su silueta, estilo personal y preferencias”.
Y es que la experiencia para las madrinas e invitadas de Etérea Brides se basa en los mismo valores que para las novias, ya que su equipo entiende que también para ellas se trata de un día de ilusión especial y merecen poder sentir ese acompañamiento durante la búsqueda de sus propios vestidos.
El espacio cuenta con una planta entera dedicada a invitadas y otra completamente a novias. “Esto nos permite crear un ambiente íntimo y de complicidad en el que la clienta siente la cercanía de nuestro equipo y la libertad de contar con un espacio exclusivo para ella que podemos adaptar de forma personalizada a cada una de ellas”.
De esta manera, “nuestra tienda refleja nuestra propia filosofía”, concluye Eva. “Nuestras clientas llenan el espacio y lo vuelven suyo, convirtiéndose en las grandes protagonistas. Nuestro espacio físico no tiene sentido sin una novia o invitada que lo llene y nuestros probadores de estilo americano enfatizan nuestra intención de hacer vivir una experiencia única y especial a nuestras clientas, que puedan compartir con sus acompañantes. Una experiencia que se transformará en un recuerdo para toda la vida”.
“Esta combinación de experiencia, vestidos y espacios es la que hace posible que nuestras clientas disfruten de un momento especial al mismo tiempo que descubren el vestido de sus sueños”.
