Después de una boda de ensueño llega una luna de miel a la altura. Pippa Middleton y su marido James Mathews ha elegido uno de los rincones más codiciados del planeta tierra: la Polinesia francesa. Un rincón de superlujo elegido por las estrellas de Hollywood y por el ex presidente Obama.
Tras protagonizar la gran boda ‘casi real’ y del año en el Reino Unido, Pippa Middleton y James Mathews son la pareja más nombrada. Y es que, si el famoso enlace fue de en sueño, la luna de miel tampoco ha sido para menos.
Según publicaba la edición americana de la revista ¡Hola!, la pareja hizo escala en el aeropuerto de Los Ángeles rumbo a la Polinesia francesa, sin lugar a dudas uno de los destinos más elegidos por las estrellas de Hollywood. Pero huyendo de los grandes clásicos como son Tahití y Bora Bora, los recién casados han elegido un rincón mucho más exótico y codiciado: el atolón de Tetiaroa, sede del resort The Brando. Sin duda un lujoso viaje al alcance de muy pocos.
Y no es una isla cualquiera, tiene historia. Y es que allí pasó Marlon Brando, según él mismo confesó en sus memorias, los mejores años de su vida. El actor conoció la isla durante el rodaje de Motín a bordo y se enamoró para siempre. Tanto que acabó comprando Tetiaroa, a 40 kilómetros de Tahití.

Luna de miel de Pippa Middleton
35 villas escondidad entre vegetación, construidas al más puro estilo polinesio y cuidadas al milímetro. Rodeado de palmeras, arena blanca y aguas cristalinas. Sin lugar a dudas una isla de superlujo a la que solo se puede acceder en avión, perfecta para desconectar, descansar y disfrutar de sus playas con total privacidad. Así ha sido la luna de miel de Pippa Middleton y James Mathews.
Cada estancia cuenta con bañeras al aire libre, piscina, vistas a la playa y servicio las 24 horas. Cenas y conciertos a la orilla del mar, deportes acuáticos y muchas más aventuras. La villa vip, cuenta con tres dormitorios y dispone de 246 metros cuadrados. Pasar una noche cuesta 12.300 euros (más tasas). El complejo alberga dos restaurantes de inspiración polinesia y cocina tradicional francesa dirigidos por el chef de Le Grand Véfour en París, con dos estrellas Michelín.
