Elegir el vestido con el que vas a desfilar hacia el altar no es tarea fácil. Necesitas controlar todos los detalles y esto nos puede llevar a cometer errores. Te damos las indicaciones para que tu decisión final sea la acertada.
Quizás por ser demasiado previsoras o demasiado exigentes… lo cierto es que las novias cometen ciertos errores a la hora de elegir su vestido de novia. Este tema nos puede llevar a ser algo obsesivas e inseguras porque no tenemos claro si hemos dado con el elegido y continuamos buscando algo mejor hasta el último momento. ¿Quieres que éste no sea tu caso? Te enseñamos cómo.
Errores al elegir el vestido de novia
– La audiencia. Las personas que te acompañen en la aventura de encontrar tu vestido de novia son un factor muy importante en este proceso. Todo el mundo querrá ir, pero es de vital importancia que hagas una selección natural del personal. Nada de presentarte con 7 personas en la tienda. Lo primero porque vas a tener 7 opiniones diferentes que, finalmente, acabarán desquiciándote. Lo segundo porque, posiblemente, también le resulte incómodo a la dependienta. Lo ideal es que vayas con 2 personas (3 como mucho) y que entre ellas haya una opinión masculina: tu padre, tu hermano, un amigo…
– La antelación. No queremos que compres tu vestido a dos semanas de tu boda pero… ¡cuidado con el tiempo! Sabemos que a todas nos encanta buscar el vestido de novia perfecto, pero es un error buscarlo un año antes, porque puedes estar segura de que va a aparecer otro que te guste más, que esté más de moda, con el que te sientas más cómoda… Lo ideal es que compremos nuestro vestido de cinco a siete meses antes de la boda.
– Las tallas. Hay que tener muy presente que en el vestido no vamos a usar la misma talla que en la ropa de calle. No te empeñes en elegir tu talla habitual y déjate influenciar por la dependienta ya que, por creer que necesitamos nuestra talla normal, podemos hacer que la cintura nos quede holgada o el pecho demasiado oprimido. Elegir una talla más o, por el contrario, una menos, no es motivo de alarma.
– El precio. Es muy necesario establecer unos parámetros para el precio del vestido. Además, no te dejes guiar por los descuentos si realmente no sientes que ese vestido está hecho para ti. Probablemente, el precio del vestido no marque exactamente tu presupuesto, por eso tienes que ser un poco flexible pero sin perder la cabeza, porque tienes que tener en cuenta que todavía tienes que adquirir el resto de complementos.
Y, por último, nuestro consejo es que escojas un vestido con el que realmente te sientas identificada. ¡Tienes que ser tú misma hasta el día de tu boda!
