Casi todos los invitados tienen un papel fundamental en una boda, al menos para los novios, los cuales quieren que estés allí. Pero, ¿cómo saber si asistir o no a una boda si hace tiempo que no hablas con la pareja?, ¿o si nunca habéis tenido la suficiente confianza?
Un buen día, recibes en tu casa la invitación a una boda que no te esperabas. Bien porque la relación ya no es la misma, porque lleváis años sin veros o porque nunca habías pensado que esa pareja te invitaría a su gran día. El caso es que, estás preguntándote muy seriamente si deberías o no ir a esa boda.
5 preguntas para saber si deberías o no asistir a esa boda
- ¿Habéis mantenido el contacto durante el último año?
No hablamos de contacto a través de redes sociales. Vale, están a la orden del día pero en las relaciones de verdad el contacto cara a cara es muy importante. El tamaño del párrafo de felicitación que os hayáis puesto en Facebook no mide vuestra amistad. Si lleváis más de un año sin ni siquiera quedar para tomar un café, lamentablemente vuestra relación se ha enfriado.
- ¿Invitarías a esa pareja a tu boda?
Si tú ya te has casado y esa pareja estuvo en tu boda, sí, deberás ir a la suya. Si los invitaste y no fueron, puedes hacer lo mismo y declinar su invitación. Pero si no te has casado, plantéate la siguiente pregunta: ¿les invitarías a tu boda? Si la respuesta es no, estás libre de asistir pero si cuando llegue tu momento piensas invitarles entonces sí deberías ir. En este caso tú decisión puede marcar la suya.
- ¿Conocerás a alguien más en la boda (a parte de a los novios)?
Sí, es el gran día de los novios pero tampoco es agradable que pases un mal rato. Si no conoces a su círculo vas a sentirte totalmente fuera de lugar y el día se te hará eterno. Si puedes llevar acompañante y te relacionas fácilmente, no hay motivo para decir que no pero, eso es decisión de cada uno.
- ¿Cómo es tu economía?
Una cosa está clara, asistir a una boda requiere un gran desembolso económico por parte de los invitados. Si no estás atravesando un buen momento y consideras que una boda supondrá un gasto que, realmente, no puedes afrontar, estás totalmente disculpado. Puedes decir “no” sin ningún remordimiento.
- A largo plazo, ¿te arrepentirás de no asistir?
Es mejor arrepentirse de lo que hacemos que quedarnos con la duda. O eso dicen. Si consideras que dentro de un tiempo te arrepentirás de haber faltado al gran día de esa pareja, entonces, deberás ir. Unos días después verás las fotografías de la boda y a todo el mundo pasárselo bien y puede que sientas envidia. En tal caso, ve a esa boda.
Ten en cuenta que una boda es un gasto enorme para la pareja y que, si se han tomado la molestia de incluirte en su lista de invitados es porque, para ellos, eres una persona importante. Por lo tanto, no te tomes la decisión a la ligera. Medita tu respuesta y estudia todos los factores extra. Solo así podrás tomar la decisión más acertada.