Se cumplen 25 años de la boda de Rocío Carrasco y Antonio David Flores, una boda con la que daría comienzo una guerra. Hoy contamos todos los detalles.
Rocío ha roto el silencio que lleva manteniendo durante 25 años en un docureality titulado: ‘Rocío: contar la verdad para seguir viva’. La hija de Rocío Jurado se ha mantenido al margen de las críticas que ha sufrido durante este tiempo, sin hablar de su vida privada y personal. Antonio David Flores, su exmarido, la ha atacado en diferentes medios medios y ahora ella se arma de valor para contar su verdad. Entre tanto revuelo, en tan solo unos días se cumplen 25 años de la boda de Rocío Carrasco y Antonio David Flores. Hoy contamos todos los detalles de la boda de Rocío Carrasco y Antonio David, un enlace que acabaría en una guerra familiar.
Su historia de amor
Como no podría ser de otra forma, la ex pareja se conoció en la playa de Chipiona. Rocío estudiaba en un internado en Madrid y en verano bajó a su tierra para estar con su familia y disfrutar con sus amigos durante las vacaciones. Fue ahí donde lo conoció y donde se enamoraron. Antonio David trabajaba como Guardia Civil. Era malagueño y en el verano del 95 fue destinado a la localidad barcelonesa de Argentona. Rociíto no dudó en hacer las maletas y trasladarse allí con él. Cambió su vida de lujos por un piso en el que conviviría con tres hombres, entre ellos su pareja. La Jurado confesó que para convencer a su hija de que no diera ese paso tan importante, «me jinqué de rodillas y le supliqué que se quedara». Pero su hija no hizo caso y se trasladó a aquel pueblo.
Según cuenta Rocío Carrasco en el documental mencionado, sus padres no querían que se fuera con Antonio David, pero ella solo pensaba en su felicidad. Ahora recuerda con dolor aquel momento en el que dejó su madre llorando en casa mientras ella cogía un avión para irse a Barcelona. El joven parecía un chico discreto, poco a poco su rostro se hacía más conocido y, a mediados de septiembre de 1995 saltó una bomba inesperada. Antonio David era arrestado y estaba en el calabozo de su propio cuartel de Argentona. Según contaban los medios de comunicación, al joven se le acusaba de apropiarse, junto con otro guardia civil, con 50.000 pesetas cobradas a un turista francés por exceso de velocidad por un camino rural. El joven acabó siendo multado, suspendido de empleo y con arresto domiciliario en el piso de Argentona.
Rociíto lo defendió a capa y espada, y anunció a la prensa que pensaba casarse con Antonio David. Y así fue, antes de cumplir los 20 llegó la boda de Rocío Carrasco y Antonio David. La joven anunció que estaba embarazada: «Es cierto que estoy esperando un hijo y soy, por ello, muy feliz», dijo en ¡Hola!.
La boda de Rocío Carrasco y Antonio David se organizó para marzo del 96, en la finca Yerbabuena de Ortega Cano en Castilblanco de los Arroyos. La boda de Rocío Carrasco y Antonio David fue todo un grito para los medios de comunicación.
La boda de Rocío Carrasco y Antonio David
En la boda de Rocío Carrasco y Antonio David, Rocío eligió un estilismo de lo más recargado para su gran día. Llegó con Pedro Carrasco en un carruaje tirado por cuatro caballos blancos. El padrino intentaba sonreír aunque sabía que su hija cometía un error. Un coro rociero cantaba ‘¿Por qué te llamas Rocío?’, compuesto especialmente para ella. Era todo fiesta y alegría. El vestido de boda de Rocío Carrasco lo firmó Antonio Aldón y estaba confeccionado en organza de seda en color marfil. La falda era estrecha y tenía una sobrefalda de tres metros de largo. Una torera de seda y encaje tapaba los hombros, el velo era de tul y medía siete metros. Pero si hay algo que llamó la atención más que el vestido de novia, fue el peinado. La joven llevaba un postizo de un metro de largo peinado en bucles. Un postizo elaborado con pelo natural originario de Perú y salpicado con perlas traídas de Nueva York.
El estilista de la novia fue Ruphert. Tiempo después él mismo contó que Rocío había llegado de Colombia con el pelo platino. «Tuve que ponerle spray de color porque no hubo tiempo. Vino a Madrid pero en vez de venir a que yo le tiñera el pelo de oscuro, se fue a que le pusieran unas uñas larguísimas. No sabía qué hacerle y le eché spray. Estaba asustado, porque pensé ‘si llueve se le va a chorrear‘”. Ruphert acabaría definiendo el estilo de la novia como «Sisí emperatriz pero en moderno”
Además de un peinado de lo más extravagante, Rocío cambió el color de sus ojos para el gran día y se puso unas lentillas azules. Años después, cuando la pareja ya estaba rota, Antonio David Flores recordaba el momento en el que vio a Rociíto caminar hacia el altar: «Parecía una inocentada. Cuando la vi con esa peluca, esos tirabuzones, esas lentillas, pensé: ¿Estamos en carnavales?» También lució unas uñas larguísimas que hoy serían tendencia absoluta.
En cuanto a las joyas, la novia llevó la misma cruz que llevó su madre. Tanto en la boda de Rocío Jurado y Pedro Carrasco, como en la boda de Rocío Jurado y Ortega Cano, un año antes en aquel mismo lugar, la cantante lució su bonita cruz. El ramo estaba compuesto por orquídeas con flores de Chipiona. La inspiración y semejanzas de la boda de Rocío Carrasco y Antonio David con las de la cantante eran obvias. «Cuando se casó mi madre yo ya pensaba en mi boda».
Como dato curioso (y gracioso), la boda de Rocío Carrasco y Antonio David fue con una hora de retraso. El día anterior había cambiado la hora y los novios y muchos invitados llegaron una hora tarde a la ermita. Entre los asistentes se encontraban: Terelu y María Teresa Campos, Palomo Linares y Marina Danko, La Doctora Grajal, Los del Río, Massiel y Jesús Gil, el «Litri», Juncal Rivero…
La celebración de la boda de Rocío Carrasco y Antonio David
Tras la boda de Rocío Carrasco y Antonio David llegó el suculento banquete, cuyo menú consistió en lomo de merluza a la yerbabuena, pechuga de faisán real en plumaje con salsa de estragón y tarta nupcial. Las fotos de la boda de Rocío Carrasco muestran una tarta de torre de varios pisos de profiteroles.
Para el baile nupcial, la novia se cambió el vestido blanco por un vestido rosa de tirantes con lacitos anudados al cuello. Rocío Jurado también quiso lucir un segundo modelo, un vestido de gasa fucsia con lunares. ¡Y comenzó la juerga! Aquí fue donde José Ortega Cano se atrevió a subir al escenario para cantar flamenco, como si fuese su misma esposa: «¡Y estamos tan a gustitooo!» Una frase célebre que aún suena en la actualidad.
Tras una luna de miel en Isla Mauricio, los recién casados regresaron a Argentona a continuar con su vida sencilla y a esperar el nacimiento de su primer hija. Se trasladaron a Madrid y la pequeña Rocío Flores Carrasco nació en octubre de 1996. La pareja no era muy querida pues se habían convertido en famosos gracias a la familia de la que venía Rociíto y estaban ganando mucho dinero por ser hija de. Tras el nacimiento de un segundo hijo comenzaron los rumores de crisis y separación. Las supuestas infidelidades por parte de él acabaron siendo el detonante. El verano de 1999 lo pasaron separados y en noviembre la ruptura se hizo oficial.
Rocío Carrasco y Fidel Albiac
Rocío y Fidel se conocieron en Chipiona en el 2000. La pareja tuvo un accidente que casi les costó la vida y, desde entonces, no se separaron. La boda de Rocío Carrasco y Fidel llegó en 2016. Antonio David ya se había casado en 2009 con Olga Moreno. Durante estos años todo fueron mutuas acusaciones y peleas judiciales por la custodia de sus hijos. El tema se volvió mucho más espinoso cuando se habló de malos tratos.
Pasaron los años, Rocío y Fidel compartían vivienda con los hijos de esta pero un episodio oscuro, que no se llegó a esclarecer, hizo que Rocío Flores pasara a vivir a tiempo completo con su padre Antonio David en Sevilla. El hijo pequeño, David, le seguiría años después. Desde entonces, madre e hijos no tienen relación.
Pero para esclarecer esta historia falta conocer la versión de Rocío Carrasco. El público y los medios quieren conocer «su verdad» y la iremos descubriendo en las próximas semanas.