El verano es la temporada preferida por la mayoría de las parejas para celebrar su boda pero, casarse en invierno tiene un encanto especial. Te damos los mejores trucos para organizar una boda en la nieve y no morir en el intento. ¡Verás el invierno de otra manera!
Entre mayo y septiembre se celebran la mayoría de las bodas. Pero, no olvidemos que hacerlo en meses más atípicos os saldrá mucho más económico y que, además, el encanto de vuestro gran día será único.
¿Cómo organizar una boda en la nieve?
El invierno pone a nuestra disposición un escenario único y muy especial. Contaréis con un marco precioso perfecto para la decoración de vuestra boda.
- La iluminación jugará uno de los papeles fundamentales en la ambientación de vuestro gran día. Decora el espacio con velas y farolillos, que aportarán la calidez buscada en los días fríos. Decorad con ellos los centros de mesa, las sillas o bancos de la ceremonia, etc. Para los centros de mesa, utiliza también piñas y hojas secas o flores en tonalidades blancas. Encajarán perfectamente con la estación.

- Tratándose de un paisaje nevado, todos los colores deben seguir una gama. ¿Nuestra recomendación? Los tonos blancos, verdes y marrones son los que mejor quedarán para vuestra decoración. Compón un ramo de novia con esos colores.

- Un elemento de decoración perfecto para las bodas de invierno son las chimeneas. ¡El espacio será súper acogedor!

- ¡No tengas miedo de abrigarte! Una novia no está menos guapa por lucir un abrigo. Hay capas y estolas de pelo ideales que te sentarán fenomenal.

- Otra propuesta perfecta para las bodas en la nieve son los puestos de postres y chocolate caliente.

- Sorprended a vuestros invitados con unas mantas para abrigarse del frío. ¡Les encantará el detalle!

- Además, las fotografías de boda que lograréis serán preciosas. Rodeados por un manto blanco, ¿se os ocurre una imagen más romántica?
