¡Volvemos con un gran día de esos que te hacen soñar! Nuestros protagonistas, Mar y Jose, se conocieron en plena adolescencia, hace ya casi 16 años. Pero, no fue hasta el 2 de septiembre de 2017, cuando decidieron sellar su amor en una fantástica boda al aire libre. ¡Te la contamos!
Como en toda historia de amor, antes de la boda, hubo una pedida muy romántica. La de Mar fue una de esas de película, en lo alto del Empire State de Nueva York. Fue justo un año antes de su boda, aunque, sin duda, este no fue el único motivo para escoger el 2 de septiembre como fecha del gran día. “Elegimos este día, porque yo soy meteoróloga y queríamos un día en que no hiciera demasiado frio ni calor y que tuviera menos probabilidades de lluvia”, cuenta Mar.
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El look de los novios
Para el día más especial de su vida, Mar escogió un precioso vestido de corte sirena con escote en la espalda de Pronovias. Como zapatos, lució unas cuñas de esparto de Entrenovias, ideales para una boda al aire libre como la suya. ¿Los complementos? Ramo y tocado de Flores en el Columpio y un bonito velo prestado de una amiga, también de Pronovias.
Como joyas, lució unos pendientes, regalo de su hermana mediana; una pulsera de plata, regalo del novio; y la alianza que se regalaron hace 15 años. “Qué mejor que darnos el ´sí, quiero’ que con nuestro primer regalo de aniversario”, dice Mar.
Del maquillaje y el peinado se encargó Eva Leal Make Up. “Quería sentirme yo, así que opté por pelo suelto semirrecogido con trenzas y tocado de flores”. ¿El resultado? Una novia maravillosa y súper acertada.
Por su parte, Jose, el novio, se decantó por un traje azul de Emidio Tucci, camisa blanca y zapatos marrones. ¿Los complementos? Una elegante corbata y un pañuelo estampado.
Ceremonia y celebración
Tanto la ceremonia como la celebración tuvieron lugar en la Finca Monte de Cutamilla. Fue una boda al aire libre. “Nos ilusionaba casarnos en el campo. Los dos somos amantes de la naturaleza y queríamos una boda natural, como nosotros, rodeados de animales, árboles y, por supuesto, de nuestros amigos y familia”, confiesa la novia. Cutamilla se encargó de todo, incluso del catering. Por supuesto, ¡no faltó limonada ni cerveza!
Mar y Jose fueron sus propios wedding planners. Planearon su boda durante todo el año, cuidando hasta el más mínimo detalle: invitaciones en tablas de madera, decoración con paniculata, eucalipto y tarros de cristal, faroles repartidos por la finca, señales de madera…
Detalles para los invitados
Como hemos dicho, en esta boda no faltó detalle, ¡y mucho menos regalos! Para ellas, hicieron unas macetas con semillas “para que crezca el amor” y, para ellos, unos abrebotellas de madera rústicos grabados. Por otro lado, a las madres de los novios se les dio un regalo diferente, un marco que contenía una lámina con frases que reflejaban lo importante que eran para ellos. Por si todo esto fuese poco, además, la maestra de ceremonias recibió una pulsera de flores con las mimas flores del ramo. ¡Unos novios súper atentos!
El momento más emotivo
Fue un día repleto de momentos preciosos. Aunque, como en toda boda, hubo algunos que destacaron por encima del resto. “Después de casi 16 años juntos, el momento de leer nuestros votos rodeados de naturaleza, fue único. También lo fue la entrada, tanto la mía como la suya, acompañadas con las canciones ‘Something just like this’ (Coldplay) y ‘Love me like you do’ (Ellie Goulding)», asegura Mar.
Otro momento muy emotivo fue la tarta, sorpresa para el novio bajo la música de Alex Ubago, cantante que les acompañó y enamoró durante el comienzo de su relación.
Luna de miel
Después de disfrutar de una increíble boda al aire libre, rodeados de naturaleza, nuestros novios viajaron de luna de miel a Sri Lanka y Maldivas. Decidieron este destino por su inspiración budista. “Ambos seguimos esta filosofía de vida y el país nos maravilló. Naturaleza, fauna, safaris, templos y para terminar unos días de relax en las Maldivas”.
¡Vivan los novios!
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