¡Arrancamos!
Historia
Como en todas las parejas hay una historia, un flechazo, una amistad. En este caso nuestra pareja se conoció a la luz de la luna una noche en Tarragona gracias a unos amigos en común. Un flechazo de los de antes, de los de “toda la vida”, que les llevó a casarse 3 años después, el 14 de febrero de este 2016.
Vestido de la novia
Buscando y buscando por las tiendas de Tarragona, a Alexia le pasó lo que ha muchas novias, no encontraba su vestido ideal. Las telas no le convencían, los acabados no le encajaban y los cortes no eran de su gusto. Tras este momento de desesperación, unos amigos (que haríamos sin ellos) le aconsejaron visitar el pequeño atelier de Ramón Herrerías y nada más conocerle quedó alucinada.
El primer día, Ramón, plasmó las ideas de Alexia en sus bocetos y esta quedó encantada. Las texturas, el color, los matices y detalles y, por supuesto, el encaje se fundían en un vestido único, en el vestido de su boda.
Soñaba con un diseño repleto de encaje, bohemio, pero sencillo a la vez, con toques vintage y elegante, un diseño que, gracias a las manos de Ramón Herrerías, se hizo realidad tras largos día de mucho mimo y modificaciones, todas ellas con un por qué que dejaron un resultado excepcional.
Tal fue la sintonía con el diseñador y el encanto y gusto por su forma de trabajar y sus diseños que media familia se dejó llevar por sus manos. ¿La invitada más espectacular según Alexia? Su madre con un precioso vestido aterciopelado en color marrón con unos pellizcos de estilo años 20, completado con un tocado bandeau con abalorios vintage.
El resto de complementos que quedaron en consonancia con el vestido fueron; unos zapatos perlados de tacón grueso, una peineta en nácar que aguantaba un velo antiguo y un ramo estilo campestre con flores en tonos verdes, rosas y lilas. Para el peinado, aprovechó su pelo rizado para realizar un semi recogido, dándole forma a sus ondas, y para el maquillaje, se decantó por la sencillez dando luminosidad a sus hojas mediante una sombra y aportando un toque de dulzura a sus labios con unos toque de carmín rosa.
Después de la ceremonia, cambió el velo y la peineta por un precioso tocado blanco de flores de cera con un broche en el centro.
Ceremonia
La ceremonia se llevó a cabo en el Santuario del Loreto (Tarragona) y fue decorada de manera sencilla con algunos arbustos con flores blancas y paniculata envuelta en tul blanco.
Celebración
El restaurante masía “Mas Folch” fue el lugar elegido en esta ocasión. Los invitados pudieron disfrutar de un suculentos platos bajo los rayos del sol de febrero gracias a los corners de sushi, de galletas con nitrógeno, jamón, arroz y fideuá, que quedaron repartidos por el amplio jardín.
Para la decoración optaron por unos tarros sencillos decorados con encaje y flores de colores (situados en cada una de las mesas) y un corner de bailarinas para las invitadas.
El toque divertido se lo llevaron los hinchables que, junto al Candy Bar, formaban la pareja más deseada por los invitados, quienes recobraron su niñez a saltos y pequeñas lesiones.[/et_pb_text][et_pb_code admin_label=»TAGS»]<div class=»tagsPost»> <span> </span>[luciasecasa-post-tags] </div>[/et_pb_code][et_pb_code admin_label=»FACEBOOK COMMENTS» module_class=»commentFB»][fbcomments width=»100%» count=»off» num=»3″ countmsg=»wonderful comments!»][/et_pb_code][et_pb_code admin_label=»TITLE RELACIONADOS»]<span class=»titleRelated»> </span>[/et_pb_code][et_pb_code admin_label=»RELACIONADOS» module_class=»postRelated»][ICSWRelatedPosts][/et_pb_code][/et_pb_column][/et_pb_row][/et_pb_section]