Gran Canaria es un destino exótico con pasaporte español que ha escondido durante décadas un AS bajo la manga. ¿Su secreto mejor guardado? Su increíble versatilidad. Si aún piensas que Gran Canaria se reduce al combo sol-playa, te sorprenderá descubrir su nueva versión, ¡totalmente renovada!
La esencia de las lunas de miel en Gran Canaria reside en sus contrastes. Aquí encontrarás playas de arena blanca o negra, relax Deluxe o emocionantes aventuras, pintorescos pueblos color pastel o de un blanco reluciente, paisajes volcánicos o una exuberancia más propia de la selva tropical que de España.
Pensando en parejas de novios con espíritu curioso que no se conforman con playa y relax, hemos seleccionado estas 7 originales actividades para convertir una luna de miel en Gran Canaria en un viaje inolvidable. Porque al final, la verdadera riqueza está en coleccionar momentos únicos que perduren para siempre en la memoria. ¿No crees?
1. First row para una romántica puesta de sol
¿Te gustaría presenciar uno de los mejores atardeceres del sur de Gran Canaria desde primera fila VIP? solo tendrás que subir al impresionante rooftop del hotel Gloria Palace. Esta terraza de altura, que casi acaricia las plumas de ángeles y querubines, te invita a diario a disfrutar de una icónica puesta de sol.
Situado en el noveno piso, con vistas privilegiadas a la Playa de San Agustín y a las dunas de Maspalomas, el rooftop del Gloria Palace enamora con sus lujosas camas balinesas, una piscina de diseño y un ambiente tan animado como variopinto que mestiza a locales con viajeros.
Aquí la mixología se convierte en arte, así que mientras saboreas tu margarita, daiquiri o Cosmopolitan, podrás disfrutar del espectáculo del sol que se esconde tímidamente a ritmo chill out.
Y cuando llegue la hora de cenar, solo tendrás que pasar al restaurante panorámico Gorbea, especializado en cocina vasca e internacional. Cada plato es “Caprice des Dieux”, desde la exquisita merluza con salsa verde y almejas hasta el sabroso rodaballo horneado. Y aunque el pescado sea la joya de la corona, también ofrecen interesantes propuestas de carne y opciones veggies.
En esta emblemática terraza podrás presenciar el atardecer más cool de Gran Canaria. Así que no te sorprendas si te escuchas diciendo: ¡Ummmm, me siento en la Gloria!
2. Sabores locales que van más allá del gofio y el mojo picón
Casa Romántica es un restaurante familiar que se ha convertido en un must be para foodies y gourmets. Todo un Casanova que no se cansa de conquistar estómagos y paladares, gracias al interesante diálogo que ha entablado entre la dieta atlántica, las recetas transmitidas por las abuelas y las nuevas aportaciones de la cocina contemporánea.
Dirigido por el talentoso chef Aridani Alonso y la familia Lugo Jorge, Casa Romántica ofrece un menú degustación que es una auténtica explosión de sabores y colores. Un viaje directo al paladar conducido coralmente por el delicado mousse de foie con dulce de frutos rojos, el cochinillo crujiente con salsa de sus propios jugos y puré de batata, el arroz de perdiz con remolacha y el tataki de atún con emulsión de cítricos. La estación final es un postre con varios chocolates cuya textura recuerda la volcánica tierra canaria. Y por supuesto, vinos y café de su propia finca.
Su meticuloso emplatado es muy Instagram y aunque cautiva a la vista, no resta protagonismo al sabor, ¡como tiene que ser! No nos ha causado sorpresa que este templo del buen comer canario haya sido honrado con la inclusión en la Guía Michelin del 2023.
Ubicado en el pintoresco Valle de Agaete, Casa Romántica es una experiencia de Alta Cocina que justifica por sí mismo el desplazamiento y además a un precio muy asequible.
A los novios inquietos que prefieren una actividad de día completo, les recomendamos combinar este restaurante con la visita a la Finca La Laja & Bodega los Berrazales, propiedad de la misma familia y de la que te hablamos a continuación.
3. Extravagancias canarias: visitar el único cafetal europeo
El exuberante noroeste de la isla esconde una singular experiencia de destino, ideal para “foodies & wine lovers”. Nos referimos a La Finca Las Lajas, el único cafetal europeo.
Al llegar a la finca, te recibe Víctor Lugo Jorge, su carismático dueño que en su papel de anfitrión te sumerge en la fascinante historia de este cafetal que produce uno de los cafés más exclusivos y aromáticos de todo el mundo. ¡La frondosidad del lugar te hará creer que te encuentras en pleno corazón de Colombia!
El entusiasmo de Víctor es contagioso y conforme avanzas en la visita quieres saber más sobre el ciclo de vida del café o el protocolo a seguir para degustar una taza como Dios manda.
Al subir a una de las terrazas, Víctor comparte con emoción cómo la Finca La Laja fue seleccionada por Masterchef como escenario de uno de sus episodios.
Pero la visita a este cafetal va más allá de este café premium (que por algo cuesta 70€ el kilo), también es conocida por su excepcional vino. Al entrar en la bodega Los Berrazales, te sorprenderá la impresionante piedra laja, caída sobre el cafetal hace más de dos siglos, que le otorga su identificativo nombre. Fotografías de la familia y de la visita de Stephen Hawking adornan las paredes.
Explorar esta finca es sumergirse no sólo en el mundo del café y el vino, sino también en la cultura agro-rural del Valle de Agaete. Una experiencia ideal para parejas de novios curiosas que disfruten descubriendo rincones poco convencionales.
4. Sol, sushi y chill out
El sofisticado Perchel Beach-Club se ha convertido en el punto de encuentro favorito de parejas y familias que aprecian el relax con máximo confort.
En este exclusivo club, todo pivota en torno a su impresionante piscina infinity, que ofrece unas vistas panorámicas de ensueño hacia la Bahía de Arguineguín, con el majestuoso Atlántico como telón de fondo.
Tu aportación será más bien sencilla: solo tendrás que dejarte ir y relajarte en sus amplias tumbonas, hamacas balinesas y daybeds. Con este escenario idílico, es imposible no sacar la bandera blanca y rendirse sin condiciones ante a su relax-chic.
Pero la experiencia en el Perchel Beach-Club no se limita únicamente al sol, una piscina con buena música y momentos chill. ¡Prepárate para una gastrorgía! Los amantes del sushi aplaudirán su variada selección de nigiris, sashimis, makis y uramakis, mientras que los estómagos aficionados a los sabores nacionales sucumbirán ante sus deliciosos arroces y paellas. Por supuesto, no puedes marcharte sin probar las creaciones de sus expertos bartenders, que preparan atrevidos cócteles y mocktails sin alcohol.
En definitiva, el Perchel Beach-Club ofrece una experiencia de lujo para disfrutar de un día de relax y glamour bajo el sol de Canarias.
5. Paseos y pasión por las dunas de Maspalomas
Pasear por la playa de Maspalomas es adentrarse en un ecosistema protegido que representa uno de los más preciados tesoros de Gran Canaria. Esta extensa playa, con ADN español pero con una fisonomía que evoca al desierto africano, te invita a explorar sus tres áreas de interés: las dunas móviles, un frondoso palmeral y una laguna salobre conocida como la Charca.
La playa de Maspalomas te deja sin aliento desde el momento en que te encuentras frente a sus dunas doradas y ondulantes, que se funden con el azul del Atlántico. El paisaje es tan irresistible que, sin duda, se convertirá en el encuadre perfecto para tus mejores fotos de luna de miel.
Desde el Faro de Maspalomas hasta la Playa del Inglés, esta majestuosa playa se extiende ofreciendo casi 3 kilómetros de puro paraíso. ¡Qué mejor manera de disfrutar del mismo que un paseo de la mano de tu pareja dejándote mimar por el sol mientras las olas juguetean con tus pies! Si prestas atención, podrás escuchar al océano susurrarte que ha valido la pena llegar hasta aquí.
La playa de Maspalomas lo tiene todo: exotismo y comodidad porque además de su belleza natural, cuenta con hamacas, duchas, chiringuitos y hoteles en primera línea como el Seaside Palm Beach, donde tomarte una cerveza bien fría o cualquiera de sus creativos cócteles.
6. Descubre el auténtico sabor de la isla: el plátano
El plátano es uno de los símbolos de identidad de Gran Canaria. Por ello, nadie debería irse sin hacer una visita a una plantación como, por ejemplo, la hacienda La Rekompensa.
En La ReKompensa, aprenderás muchas curiosidades como que al racimo de plátanos se le llama piña, que cada platanera solo producirá una piña en su vida, que no es un árbol sino una planta, que aquí todo se aprovecha desde los tallos fibrosos para hacer artesanía hasta las ramas cortadas, que más tarde se convertirán en compost.
Los encargados de la finca te explican con entusiasmo cómo cultivan los plátanos haciendo hincapié en el proceso artesanal de su cuidado y recolección.
Para culminar esta experiencia tan canariona, el tour te lleva a explorar el museo del plátano y te invita a realizar una cata, degustando tantos como quieras, en la maravillosa terraza con vistas a las plantaciones y al océano. Un espacio tan único que se alquila para pedidas de mano, bodas y todo tipo de celebraciones sociales.
7. Descubre la arquitectura colonial que inspiró al Nuevo Mundo
Y como guinda del pastel, nada mejor que adentrarte en el estilo colonial más genuino, ese que exportamos al Nuevo Mundo en tres frágiles carabelas. Para ello no necesitas cruzar el charco, tan solo hace falta que te acerques al encantador barrio de Vegueta en Las Palmas de Gran Canaria, la capital de la isla.
La Vegueta evoca La Habana de los mejores tiempos con sus calles empedradas, y sus pintorescas plazoletas salpicadas de casas blanco merengue y colores pastel. El epicentro de la visita es la catedral de Santa Ana.
El famoso tapeo canario (otro imprescindible en Las Palmas) se puede probar en El Triciclo Bar, que es un allegro vivace donde se suceden platos típicos reinterpretados como papas carbón con mojo de pistachos y tomate seco, la ensaladilla rusa con pulpo braseado (un imprescindible) o los huevos rotos con tres tubérculos, bacalao, gambones y pulpitos.
Y para coronar tu experiencia en la capital, que mejor que un gin&tonic en la impresionante azotea del Hotel Boutique Cordial Plaza Mayor, desde donde disfrutarás de las mejores vistas panorámicas de su casco histórico.
