Sí, existen gastos ocultos de la boda con los que casi nadie suele contar. Toma nota de ellos para que no te pase a ti.
Organizar una boda cuesta dinero, por lo que es importante preveer al máximo cualquier imprevisto que pueda surgir para evitar problemas mayores.
Para ello es indispensable mantener las cuentas al día y hacer un repaso continuo al presupuesto disponible para cada uno de los detalles que se necesitan para que la boda se celebre.
¿Un consejo? Apuntar absolutamente todo de forma ordenada. Existen aplicaciones móviles en las que se pueden calcular fácilmente los gastos y el dinero del que se dispone. Algunas son: Wallet, Fintonic o Monefy.
Toma nota con atención de los posibles gastos ocultos de la boda y que, quizás no hayas tenido en cuenta. Aun estás a tiempo de no caer en el error.
Gastos ocultos de la boda
1. El envío de las invitaciones. Aunque lo que es el envío en sí no sea un gasto demasiado grande, no se suele calcular que siempre recomiendan utilizar dos sobres para cada una de las tarjetas para que lleguen en perfectas condiciones a las diferentes direcciones.
2. Arreglos extra del vestido de novia. Es posible que el precio del vestido no incluya los posibles arreglos: ajustar, cortar, dobladillo… O incluso el planchado. Otra cosa más que añadir al presupuesto.
3. Las horas de más de los proveedores. Tanto fotógrafos como DJ’s o bandas de música… Todos estos profesionales trabajan por horas y si tu boda se alarga, tendrás que tener en cuenta que puede ocurrir, tendrás que pagarles más de lo acordado.
4. Alquiler del transporte. ¿Y si se necesitan más plazas o más horas de trayectos? Cuantos más servicios, mayor será el coste de cada uno de ellos. Y un consejo: no escatimar en transporte si el lugar de la celebración se encuentra alejado de la ciudad.
5. Otros servicios. Cambios en el menú de última hora, más cantidad de regalos para los invitados o más flores… Cualquier imprevisto de este tipo puede presentarse y es necesario tener una parte del presupuesto de reserva para ello.