El fotógrafo de Meghan Markle y el príncipe Harry ha hablado por primera vez de las condiciones que le impuso la Familia Real para el gran día. La presión y los nervios tuvieron una cita muy importante.
El 19 de mayo de 2018 los duques de Sussex se daban el ‘sí, quiero’. Todo el mundo se paralizaba para contemplar una de las bodas más esperadas. Las imágenes nos emocionaron y, ahora, se han desvelado las limitaciones del fotógrafo de bodas.
El fotógrafo de Meghan Markle cuenta cómo vivió el día de la boda
Alexi Lubomirski fue el fotógrafo encargado de inmortalizar las fotos de la boda de Meghan Markle y el príncipe Harry. Británico y de origen polaco, el profesional ha sacado a la luz algunas de las condiciones que la familia real le impuso a la hora de realizar su trabajo.
Entre las instantáneas no podía aparecer la pareja besándose, ni corriendo ni gritando por los jardínes de Frogmore House, en Windsor. Otra de las condiciones del fotógrafo de Meghan Markle era que el anillo de la novia siempre debía estar perfectamente visible.
25 minutos era el tiempo que disponía este fotógrafo para capturar las fotos que darían la vuelta al mundo. Él lo sabía por lo que la presión aumentaba considerablemente. Tras finalizar la sesión de fotografías únicas, se trasladaron al jardín en el que Alexi Lubomirski ya solo disponía de apenas 3 minutos para tomar la foto definitiva. Parece que el resto de personal de palacio no le puso las cosas mucho más fáciles al profesional: ‘Me miraban como diciendo: “vamos a tener que terminar pronto”.
Afortunadamente, los duques de Sussex amenizaron el trabajo y el fotógrafo consiguió esa foto que daría la vuelta al mundo: ‘Literalmente se desplomaron sobre la escalinata, riendo. Se miraban el uno al otro como diciendo: “¡Oh Dios mío!, estamos casados’. Unas escaleras y dos personas muy naturales y fotogénicas bastaron para conseguir la tan ansiada foto.
Alexi ha confesado que después se echó a llorar ya que sintió mucha liberación después de haber realizado su misión con mucho éxito. Eso sí, el británico no vio nada de malo en las limitaciones establecidas, al contrario: ‘Creo que es entre estas directrices cuando la creatividad aflora’.