El fabuloso Castillo de Sanguino, situado en la encantadora localidad segoviana de Valdeprados, ha albergado maravillosas bodas esta temporada. Estas han sido algunas de las más especiales.
Siempre soñamos con ese idílico momento, tratando de retener las mejores instantáneas de nuestra imaginación y hacerlas realidad. Un torrente de emotividad, de instantes mágicos que queremos hacer realidad cuando por fin estamos en nuestra particular celebración. Rodeados de nuestros seres especiales, de amor por cada sonrisa, tratando de resguardar para la piel cada respiración, cada guiño al futuro. Porque de eso se trata, de la felicidad más deseada y compartida con quien has elegido en la vida para caminar de la mano.
En el Castillo de Sanguino esa magia se traslada a su icónica belleza, se vive entre sus históricos muros, en su jardín rodeado de un espectacular mantra de verde puro, con las esculturas de un genio histórico, tan importante como la torre que lo alberga, Luis Sanguino, y que transmiten un torbellino de feminidad y expresión mientras viven a tu lado cada pasaje de una celebración.
Tres parejas son las protagonistas de nuestros últimos eventos, dos de ellas entre nuestros muros y la tercera la de su propio “príncipe heredero”, el hijo del escultor Luis Sanguino, que tuvo lugar en agosto.
Sonia Otero y Juan Montero
Sonia y Juan se casaron en el mes de Julio en nuestro Castillo, con el murmullo de la vida discurriendo por el pueblo de Valdeprados, al arrullo de la naturaleza entre los jardines. La pareja, profesionales de la belleza y la odontología de éxito en Madrid, son la perfecta conjunción de un matrimonio para toda la vida. Trabajan juntos y sueñan con cada minuto de sus proyectos en común, algo que se advierte en sus sonrisas comunes y muy cómplices.
Ella, fantástica, hizo su entrada en el Castillo en un Mercedes-Benz Classic de colección vintage y vestida con un increíble traje de Alexander McQueen. Con ese fantástico outfit caminó hasta el altar del jardín, con un cálido escote y la espalda infinita velada por un encaje salteado de pequeñas y preciosas estrellas diamante, y con un fantástico bouquet de rosas. Y él, con un traje de costura de novios que quiso fuera diferente la desposó “para siempre jamás”, como en los mejores cuentos de hadas. Un cuento que ha querido Juan que fuera como él, diferente. Su personalidad más tímida esconde una increíble y afable sonrisa que hace la vida mucho más sencilla.
Los novios son una pareja feliz y, desde luego, fue un honor que el Castillo de Sanguino tuviese la ocasión de compartir su preciosa boda.
Clara Garrido y Felipe Gómez-Perreta
En pleno confinamiento Clara y Felipe decidieron hacer realidad su ilusión por compartir la vida para siempre en el mes de agosto de 2021, cuando el calor de la tierra y el sol de la vida están en todo su esplendor. Un mes que significa el planeta solar, que brilla y bendice todo lo que es importante. Y con esa buena estrella esta pareja de profesores encantadora, “que jamás se aburre de estar juntos”, nos regaló un sinfín de bellas imágenes.
Se casaron en la Iglesia de San Andrés, en Segovia, y celebraron con nosotros su boda. Una celebración llena de momentos y matices. Ella iba perfecta de Rosa Clará y el con un chaqué entallado de sastrería clásica renovada y actual. Un dúo espectacular que inauguró la pista de baile bajo las estrellas con todo el glamour que dan los pasos al caminar… sobre la felicidad del Castillo.
Las dos bodas fueron servidas por el exquisito catering de Jose María, la mejor restauración de Segovia y, sin duda, uno de los grandes nombres de España, que en el entorno de nuestras muros, jardines, carpas y guirnaldas de luces, al atardecer sobre la torre y con la luz crepuscular de verano, reúne un solo adjetivo: espectacular.
Elsa Martinez y Luis Sanguino
El hijo del escultor a cuyo nombre se debe el Castillo de Sanguino y Elsa se casaron también en agosto de 2021. Poco después de Clara y Felipe, con una sencilla boda romántica, llena de emociones y repleta de familiaridad.
Su boda se celebró en dos eventos distintos. Una recepción familiar en el Castillo, donde tuvo lugar la pedida de mano, y un viaje a las tierras de la novia, Levante, donde contrajeron matrimonio en el Ayuntamiento de la ciudad de Alicante en una sencilla ceremonia civil llena de emotividad y recuerdos de ambas familias.
La novia, vestida por el diseñador español Ion Fiz con un exclusivo y espectacular smoking en tono blanco roto, con pantalón palazzo y cinturón de hebilla oro, recordaba a las imágenes de los sesenta en Saint Tropez, saliendo de un Cadillac Fletwood blanco hueso increíble del año 62.
Mientras, en la escalera de un precioso hall barroco, esperaba Luis Sanguino, con un traje de Ermenegildo Zegna y una sonrisa infinita.
Sin duda, el Castillo de Sanguino ha vivido uno de sus mejores veranos, y los momentos que han rodeado cada uno de los días de este estío tan romántico han dejado su huella indeleble entre sus muros, en cada rincón del jardín, recordándonos que la vida, en estos tiempos tan difíciles que hemos vivido, no se debe parar jamás para la felicidad.
