Celebrar tu boda en una finca tiene innumerables ventajas, pero, además, hay aspectos esenciales que conviene cuidar para que todo salga de diez en este tipo de espacio. Toma nota de ellos.
¿Quién no ha soñado con celebrar su gran día en una finca fabulosa, situada en un entorno natural único y personalizándola al máximo? Lo cierto es que las bodas celebradas en este tipo de espacios singulares son las más bonitas… siempre y cuando se organicen bien.
Y es que también es cierto que son mucho más complicadas de coordinar y que la figura de una wedding planner de confianza, que te ayude con todo durante los meses previos y también durante el gran día, se convierte en un aspecto esencial.
Por eso hemos hablado con Valeria Vassallo, verdadera experta en diseñar y organizar días B bonitos, que nos ha explicado todas las ventajas de este tipo de celebraciones y nos ha ofrecido valiosísimos consejos que te ayudarán a ofrecer una boda en una finca… de diez.
9 ventajas de celebrar tu boda en una finca
1. Máxima personalización
Es la ventaja principal de celebrar una boda en una finca. “Aunque a primera vista te pueda parecer más complicado no contar con profesionales que te hagan toda vuestra boda, de principio a fin, elegir una finca para tu día B te permitirá organizarlo completamente a tu gusto. Las bodas en fincas son, por regla general, más bonitas que las bodas celebradas en un restaurante y muchísimo más personales”, explica Valeria Vassallo.
Contar con una persona de confianza en la que te puedas apoyar, que te permita quedarte tranquila sabiendo que no estás sola, que hay alguien detrás que te va a ayudar con la organización, es fundamental, porque te va a dar seguridad, te va a aportar calma e incluso te evitará numerosas discusiones en casa y con la familia.
2. Catering a vuestro gusto
Hay fincas que ni siquiera ofrecen servicio de catering, o que son flexibles y te permiten contratar el proveedor que desees. “Es una gran ventaja. Aunque es cierto que en un primer momento os puede parecer más complicado no contar con profesionales fijos que trabajen en la finca y que os ofrezcan una propuesta de menús cerrados, esto os permitirá elegir libremente la comida que queréis ofrecer.
Por ejemplo, podéis elegir un catering especializado en comida muy tradicional; o un catering muy moderno con unas presentaciones súper especiales; o un catering especializado en comida fusión, con unos contrastes impresionantes a la par que deliciosos en sus platos; o un catering que sea todo de puestos; o un catering de comida extranjera, de un país determinado o capaz de combinar platos de diferentes procedencias; o un catering todo de barbacoa…
Al no imponeros la finca el suyo propio, tenéis la posibilidad de ofrecer una comida completamente a vuestro gusto y acorde con el tipo de boda que queráis hacer”, asegura Valeria Vassallo.
Vuestra wedding planner os propondrá diferentes proveedores de catering en función del tipo de comida que queráis ofrecer. Además, podréis beneficiaros de su experiencia previa, ya que habrá colaborado con diferentes empresas con anterioridad y conocerá la manera de trabajar de cada una de ellas.
3. Posibilidad de elegir el lugar más fotogénico para la ceremonia
Las fincas suelen contar con diferentes espacios donde celebrar la ceremonia, y esto os permite escoger el que más os guste o el más adecuado.
“Yo siempre recomiendo a las parejas de novios consultar con el fotógrafo de su boda cuál es el mejor lugar para la ceremonia, -explica Valeria-. Dependiendo de la hora del día a la que se casen y de la época del año, un emplazamiento puede ser mejor que otro. El sol se va moviendo, y el fotógrafo sabrá qué lugar es el más adecuado para obtener las mejores fotos en función de esos aspectos.
Él será capaz de prever si va a haber determinadas luces o sombras que puedan estropear las fotos, o si no va a ser acertado casarse a mediodía en ese rincón que tanto os ha gustado.
4. Máxima versatilidad del espacio
Al no estar nada definido en una finca, podéis hacer la ceremonia en un sitio, luego moveros a otro para el cóctel, a otro para el banquete y a otro para la barra libre… Las posibilidades son enormes.
Podéis alquilar vuestras propias sillas, los sofás, decorar las mesas como queráis, crear zonas chill out o diferentes rincones. La gente va descubriendo espacios progresivamente y sorprendiéndose.
Y, si el sitio no es enorme, también podéis ir transformándolo a medida que va transcurriendo el día”.
5. Son lugares perfectos para amantes de la naturaleza
“Las fincas para bodas suelen ser espacios verdes, en emplazamientos muy especiales, muy amplios, con vistas, ideales para parejas a las que les gusta estar al aire libre, en contacto con la naturaleza. No son como esos restaurantes desde cuyas ventanas se ven otros edificios, la casa de al lado”, explica Valeria. Y ese es otro gran punto a su favor.
6. Privacidad absoluta
“Precisamente porque suelen ser amplias y abiertas, las fincas ofrecen también mucha más privacidad. Además, suelen reservar el espacio en exclusiva para cada boda. Gracias a ello, no tendréis que compartir instalaciones con otras celebraciones“. La finca será únicamente para vosotros durante todo el día, de manera que podréis adaptarla íntegramente a vuestras necesidades.
7. Podréis disponer del espacio días antes de la boda
Como no tendréis que compartir el espacio con otras bodas, porque lo más frecuente es casarse en sábado y que no haya otra boda el viernes, “podréis disponer de la finca incluso unos días antes para ir llevando cosas, para ir dejando los regalos de los invitados, el material que os tengan que dejar de alquiler, incluso el vestido de novia si os cambiáis allí… Podréis ir preparando todo. La empresa que os vaya a colocar las luces, por ejemplo, puede ir varios días antes a colocar toda la instalación.
Todo esto os permitirá adaptaros y no tener que correr tanto. No tendréis que correr con los proveedores el mismo día de la boda a montar algunas cosas que, si ya se dejan hechas, dejan menos margen de error para ese día, sobre todo cuando se trata de una boda de día”, explica Valeria.
8. Suelen sorprender más a los invitados
Las fincas son lugares que suelen sorprender a los invitados más que otros tipos de espacios gracias a su estética, a la naturaleza que las rodea… Además, como son tan versátiles y se pueden personalizar tanto, un invitado puede haber estado en la misma finca en varias bodas y encontrarla completamente diferente cada vez. Puede tener la sensación incluso de estar en otro lugar.
9. Con pocos elementos podéis crear un ambiente mágico
Muchas veces en una finca no es necesario realizar un despliegue de medios enorme para conseguir un resultado excepcional. Porque el sitio ya tiene su propia decoración natural: las flores, la hierba, los árboles…
“En una finca no siempre necesitas poner muchas cosas, porque recargar puede hacer que consigas el efecto contrario en ese ambiente. Es importante saber equilibrar lo natural con lo artificial. Algo que sí es fundamental, por ejemplo, es jugar con la iluminación cuando la boda es de noche: guirnaldas de luces, velas… Queda muy bonito siempre y da mucho juego y mucha magia al lugar”, asegura Valeria.
7 consejos básicos para organizar una boda en una finca
1. La importancia de la localización
Para triunfar celebrando una boda en una finca es importante que el sitio elegido sea de fácil acceso. “Que si tienes que contratar un autobús, este pueda llegar hasta la puerta de la finca y no tenga que dejar a los invitados a 500 metros -explica Valeria Vassallo-. También de fácil acceso en caso de mal tiempo. Hay sitios que se inundan en cuanto caen cuatro gotas y el autobús no puede moverse, y la gente tiene que ir andando, lo que es un horror”.
2. Necesidad de contar con las instalaciones necesarias
“Es importante que la finca cuente con un plan B por si hay previsión de mal tiempo. Y en caso de que no lo tenga, conviene contemplar dentro del presupuesto y de la organización la necesidad de montar una o varias carpas para las diferentes zonas de la boda en caso de mal tiempo”.
3. La época del año
Va a depender del sitio donde esté la finca. “Por ejemplo, en Murcia nunca te recomendaría casarte en una finca en agosto. Hace demasiado calor.
Si hace muy buen tiempo, hay que estar pendientes de crear puntos de sombra. No se puede dejar a la gente en una ceremonia o en un cóctel a pleno sol. Si se hace todo al aire libre, hay que pensar en el confort de los invitados.
Si se piensa que por la noche puede refrescar, es importante poner una carpa semiabierta, por ejemplo, porque puede ser incómodo cenar al aire si refresca. Hay que crear las condiciones necesarias para que la gente esté a gusto, en definitiva”, añade Valeria.
4. Control de los insectos
Sobre todo de los mosquitos. “Es importante hablar de ello con los propietarios de la finca y asegurarse de que se está fumigando y se está haciendo bien. Un sitio puede ser muy bonito, pero la experiencia puede ser nefasta si se está cenando entre mosquitos”.
5. Facilidades para los invitados
Es muy importante ser buenos anfitriones y pensar en los invitados que están haciendo el esfuerzo de ir a tu boda dándoles facilidades. Por ejemplo, puedes prever un servicio de autobuses que les lleve hasta la finca. Habrá personas que vengan de fuera, que pueden no conocer la zona, que hacen un desembolso económico… No es suficiente con que la finca guste mucho a los novios. Hay que crear las condiciones necesarias para que sea también del agrado de los invitados.
6. Contar con apoyo para organizar la boda en una finca
Organizar una boda en una finca lleva mucho más trabajo, aunque después es mucho más bonito y compensa con creces. Como no te dan todo hecho como en otros espacios, tienes que organizarlo tú por tu cuenta: la floristería, el DJ, el catering, la música en vivo…
Por eso una de tus prioridades debe ser contar con alguien a tu lado que te vaya guiando, que te sepa aconsejar, que te indique los tiempos a los que conviene contratar cada cosa. “Es importante que te sepan asesorar con la decoración que queda bien en el espacio elegido en función de vuestros gustos. Que os sepan decir qué floristería os sabe hacer bien tal cosa que os gusta sin salirse del presupuesto que manejáis. Muchos novios empiezan a organizar todo ellos solos pensando que es muy sencillo, y acaban peleándose entre ellos, o con la madre, las hermanas, porque todo el mundo opina…”
La figura del wedding planner evita muchas de estas situaciones incómodas. “Es fundamental encontrar a una persona de confianza en la que os podáis apoyar. Que os permita estar tranquilas sabiendo que no estáis solas, que hay alguien detrás. Una persona, por otra parte, que esté al 100% de vuestra parte, que se comprometa a buscar con vosotros vuestra boda soñada y no su boda soñada. No la boda que está de moda, sino la boda que vosotros queráis. Una persona capaz de buscar las mejores opciones, que, además de quitaros trabajo, os transmita seguridad y confianza”.
7. Coordinación del día de la boda
No todas las fincas cuentan con un servicio de coordinación del día de la boda. Por eso, contar también el día B con la wedding planner que te ha estado ayudando a coordinar y a organizar todo (la ceremonia, el banquete, los diferentes momentos, la música…), te dará una gran tranquilidad.
Esa persona estará allí ese día y lo coordinará todo sabiendo de qué va la boda. Conocerá a todos los profesionales con los que habéis hablado y participan en ella. Va a estar pendiente de colocar todo lo que tú hayas planeado ese día: los detalles, que los rincones estén donde deban estar…
“Es fundamental que el día de la boda vuestra wedding planner se encargue de coordinar todo y os quite preocupaciones, para que podáis disfrutar sabiendo que va a estar ella allí, velando por que todo salga bien, por lo mejor para vosotros dos.
Ella estará allí para recibir a ese proveedor que tiene que llegar a una hora concreta, aunque estéis en pleno banquete cuando aparezca. La llamará directamente a ella, que se encargará de recibirle y de acompañarle… Así, ni vuestros familiares, ni los responsables de la finca, que estarán ocupándose de otras cosas, ni vosotros, tendréis que pensar en ello… y podréis dedicaros a pasarlo bien porque estará vuestra wedding planner controlando todo”, concluye Valeria Vassallo.
