Disfrutar, paladear, imaginar, soñar, vivir a través de los sentidos. ¿Qué sino eso es una boda? El idílico entorno, las maravillosas instalaciones del Castillo de Sanguino y su excepcional equipo, te ofrecen todos los ingredientes necesarios para el disfrute en tu gran día.
Cuando una pareja inicia su nueva vida desea que su familia, sus amigos y todos y cada uno de los asistentes a su boda compartan con ellos su felicidad y disfruten a su lado con la misma intensidad que ellos mismos. Disfrutar y hacer disfrutar a los invitados es la finalidad principal del acontecimiento maravilloso que es una boda.
Y en este día tan especial hay un momento único, el de la entrada al convite tras la ceremonia, cuando tiene lugar la recepción personal de los invitados, en el que se producen las primeras imágenes que se quedarán en la retina para siempre. Por eso es necesario cuidar cada detalle, cada matiz cromático de un cóctel, de los primeros destellos de paladar. Esos colores, sabores y brindis que harán recordar el acontecimiento familiar para siempre. Elegir un espacio y un equipo profesional que garanticen la mejor experiencia posible, es fundamental para conseguirlo.
Castillo de Sanguino, anfitrión de excepción
Castillo de Sanguino es, sin duda, un gran anfitrión, pues entre sus muros, jardines y salones espectaculares cargados de arte e historia, se desenvuelven los minutos más bellos de una celebración tan especial.
Y para ello cuenta con los mejores profesionales, que ofrecerán el servicio impecable, la puesta en escena más exquisita y el sabor de cocinas muy variadas: desde la clásica segoviana adaptada a los nuevos tiempos, como la del afamado e internacional Jose María, a la clásica de La Trébede o La Portada de Medio Día, a opciones más contemporáneas y con cocina internacional creativa como La Cocina de Malú, Brunoise, La Cococha o Maracaibo.
Las opciones son muy variadas. Desde un clásico cochinillo o el tradicional lechazo emplatados con una guarnición espectacular para los que quieren disfrutar de la historia de Segovia rodeados de una Torre y sus jardines de Historia medieval y estilo actual afrancesado bucólico, a opciones de ricos matices creativos culinarios de gastronomía actual en vasitos, cucharitas y platos que se desgranan con dulzura.
Desde los mares de toda Europa los cocineros de El Castillo de Sanguino harán disfrutar a los comensales, colmándolos de recuerdos de sabores y texturas inolvidables. Todo ello regado por los mejores caldos de las bodegas españolas y también con posibilidad de champagne y licores de cualquier parte del mundo.
Finalmente, no se puede olvidar la tarta nupcial y los carros de dulces y caprichos. Desde unos macarons hasta cualquier creación de los grandes pasteleros españoles dejarán un recuerdo imborrable.
Y siempre en un entorno increíble, donde el olor a musgo, a rosas, vida e Historia son únicos.
¿A qué esperas para conocer El Castillo de Sanguino? No te defraudará.