Después de esto podemos decir oficialmente que las nuevas tecnologías han marcado un antes y un después en las bodas.
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Está claro que las bodas se han convertido en carne de Instagram, pero las pedidas de mano también. Hoy en día, lo es todo el tener una buena foto que muestre que te casas. Si no está en Instagram parece que no ha pasado. Y no sólo en Instagram, la sociedad millennial pide pruebas en todas las redes sociales.
Hasta tal punto a llegado esta locura que, a veces, nos olvidamos del verdadero significado de prometerse o casarse. ¿Se han convertido las bodas en algo de lo que presumir más que en algo de lo que disfrutar?
Este vídeo de John Crist, un cómico estadounidense, se burla de las propuestas de mano exageradas y superficiales que comparten la generación hasgtagh. No hemos podido evitar soltar alguna carcajada, pero tampoco reflexionar un poco acerca de lo que está pasando.
Imágenes de anillos de compromiso trabajadísimas, vídeos de compromiso con equipo audiovisual, y poses antinaturales. ¿Es así cómo queremos recordar un momento tan bonito?
Así es una propuesta de matrimonio millennial
«Espero que hayas contratado a un fotógrafo», dice la actriz en el video. Así es cómo Megan Batoon, le pregunta a su futura novia si se quiere casa con él. Lo que sigue a continuación es una locura. La pareja lo repite una y otra vez desde distintos ángulos y poses para asegurarse de que la iluminación es la correcta y que la escena es perfecta. Todo por conseguir muchos «Me gusta» y presumir del mejor momento en sus redes sociales.
Como Crist señala en la descripción de los clips, «¿Qué sentido tiene comprometerse si no se publica en Instagram?»
¡Una auténtica locura tan real que asusta!
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