Era el vestido de tus sueños. En cuanto lo viste colgado, supiste que era él. ¡Hasta pediste dinero a tu madre para poder comprarlo! Pero un día en casa, de repente, ya no te parecía tan increíble… ¿Qué debes hacer si te deja de gustar tu vestido de novia?
El desamor con tu vestido de novia
Aunque parezca que no, esto puede ocurrir. Igual que puedes enamorarte en un minuto, puedes desenamorarte en tan sólo dos segundos. Y no. No hablamos de novios, hablamos de tu vestido de novia. Pero, ¿qué pasa o qué debes hacer si te deja de gustar tu vestido de novia?
¡Que no cunda el pánico! Estamos seguras de que has solucionado situaciones más difíciles que esta. A no ser que te haya dejado de gustar tu vestido minutos antes de la boda, en ese caso, la cosa está difícil. Lo primero que debes hacer es relajarte y pensar que todo, absolutamente todo, tiene solución, y más cuando se trata de ropa. Ahora, simplemente, debes hacerte las siguientes preguntas.
Preguntas que te debes hacerte si te deja de gustar tu vestido de novia:
¿Puedo modificarlo? Piensa bien lo que, realmente, te ha dejado de gustar. Si se trata de una manga demasiado larga o una cintura poco definida, eso se puede modificar. Realizar pequeños cambios puede hacer que vuelvas a enamorarte de él.
¿Puedo añadirle algo? Es posible que, de tanto verlo, tu vestido te haya aburrido. Pero eso tiene fácil solución. Un cinturón, un velo o un par de zapatos nuevos, pueden transformar un look entero.
¿Puedo elegir otro maquillaje o peinado? Debes pensar que el look es un conjunto, no sólo un vestido. Así que, si te deja de gustar tu vestido de novia, prueba a combinarlo con otro peinado u otro tipo de maquillaje. Tal vez eso te haga verlo con otros ojos.
¿Puedo conseguir otro vestido? Si tienes la suerte de disponer de un buen presupuesto para organizar tu boda, una buena solución es que consigas un segundo vestido. De esta forma, podrás aprovechar el primero, por ejemplo, para la ceremonia, y el segundo para la celebración.
¿Puedo devolverlo y cambiarlo por otro? Si estás tan disgustada con tu vestido que no te sirve ninguna de las soluciones anteriores, puedes volver a la tienda e intentar explicarles la situación. Tal vez te den la posibilidad de cambiarlo por otro o hacerte un reembolso de dinero.
¿Puedo venderlo y empezar de nuevo? En el caso de que tu tienda no te deje devolverlo o cambiarlo por otro, puedes intentar venderlo por internet e intentar sacar algo de dinero para comprarte un vestido nuevo. Es posible que no obtengas todo el dinero que pagaste por él, pero menos es nada.
¿Puedo vivir con ello? ¿Es realmente todo tan malo? ¿De verdad este vestido va a cambiar algo durante tu gran día? ¿Puedes imaginarte con él o no? Pregúntate si este disgusto merece la pena o, simplemente, te has obsesionado con él.
