La historia de la gallega que se pone su vestido de novia cada año para homenajear aquel día tan importante. Lo hace desde 2003 y ahora, a través de su fan page de Facebook, invita a que más mujeres se unan y compartan este día con ella.
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Se llama Belén Vizoso y cada año se pone su vestido de novia para salir a tomar unos vinos con su familia y amigos. Lo hace cada 26 de abril desde hace casi quince años para homenajear aquel día tan especial del 2003.
Y ahora, hecha su fan page en Facebook –en la que comparte contenido y fotos sobre su historia–, invita a otras novias: «El objetivo es que cada vez más y más mujeres se animen a venir de vinos conmigo el 26 de abril, luciendo con orgullo su vestido de novia. ¡¡¡Vamos!!! Desempólvalo, siéntete de nuevo una princesita y combínalo con tu mejor cazadora vaquera«.
En una entrevista publicada en La voz de Galicia, Belén cuenta que la suya, no fue una boda al uso. Ella y Manel –su marido–, no tenían planeado casarse pero finalmente lo decidieron para poder adoptar a su hija Paula en China. Luego llegaron los gemelos y pasaron a ser familia numerosa.
La historia de la gallega que se pone su vestido de novia cada año
El primer aniversario de su boda decidió sacar su vestido y probárselo y, desde aquel momento, lo sigue haciendo: «El vestido fue un regalo de mi madre y era de Pronovias. Cuando comprobé que me servía pensé que estaría bien irme de vinos con él. No le dije nada a mi marido y cuando me vio le hizo gracia aunque le dio vergüenza«. Si llueve, lo acompaña con unas botas de agua y se pasea con él por Ortigueira, pueblo en el que vive.
Belén lo hace para conmemorar su matrimonio pero también por su madre y por su hija Paula. «Ahora ya es una tradición, a la que me gustaría que se uniera más gente, pero se que muchos piensan que soy friki al verme«, contaba al diario gallego.
Sin duda, una forma muy especial de recordar y festejar un momento tan importante para ella, su marido y sus seres queridos.
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