Cuidar el vestido de novia para que llegue impecable a la boda es uno de los quebraderos de cabeza de todas las novias cuando reciben su diseño. Y es que en este momento empiezan los nervios de verdad.
Lo primero que debes hacer es buscar en tu casa un lugar adecuado donde dejar el vestido una vez que llegue de la tienda o del taller de costura. Procura que sea un espacio aislado, de poco tránsito. Incluso al escoger el vestido ya hay cuidados que deberías haber tenido en cuenta. Si no es así, aún puedes poner remedio:
1. Deberías haber sido cauta y elegir un diseño adecuado al lugar de la ceremonia y la celebración. Por ejemplo, si te casas en la playa, es mejor evitar vestidos de tejidos como la seda, ya que el agua salada y la arena pueden dañar la tela y la forma del vestido. Pide a tu diseñadora que te indiqué cuáles son los cuidados adecuados para los tejidos utilizados en la confección, explicándole, si no lo has hecho ya, cómo tienes previsto el gran día.
2. Asegúrate de que el largo del vestido sea el idóneo, especialmente si el lugar elegido para la celebración tiene zonas de tierra o de césped por las que debas caminar. Si lo arrastras se ensuciarán los bajos e incluso podrían romperse y no hay nada más horrible que un vestido de novia con los bajos estropeados. Tu diseñadora puede ayudarte a recoger la cola o a cuidarla en determinados momentos de la celebración, consúltale.
Cómo cuidar el vestido de novia: detalles que no debes olvidar
Te damos algunas pautas sobre cómo cuidar el vestido de novia y que luzca impecable el gran día:
1. Invierte en una buena percha. Las metálicas lo pueden deformar y las de madera, pueden mancharlo. Mejor, una de plástico rígido. También puedes forrarla o ponerle una funda. Hay perchas especiales y súper fotogénicas para vestidos de boda, ¿qué tal si te haces con una?
2. Cuando lo vayas a colgar, hazlo con las tiras que están cosidas desde las costuras. Esto evitará que se deforme la parte superior del vestido. Te ayudará a cuidar el vestido de novia.
3. Si te lo puedes permitir, déjalo colgado fuera del armario para evitar que otras prendas lo apelmacen.
4. Siempre que debas usarla, elige una funda de tela. Nunca de plástico. El plástico amarillea y decolora la prenda.
5. Aléjalo de la ventana y evita que le den los rayos del sol, especialmente si lo vas a tener varios días en casa. El blanco es un color muy sensible a la luz y podrías provocar diferencias de tonalidad.
6. No lo enseñes, no te lo pruebes y manipúlalo lo menos posible, ya que corres el riesgo de arrugarlo y ensuciarlo. Reservarlo para el día ‘B’ es la mejor manera de cuidar el vestido de novia.
7. Si tienes que tocarlo para probártelo o cambiarlo de sitio, hazlo siempre con las manos recién lavadas, pues, de lo contrario, puedes mancharlo con suciedad o con la misma grasa de los dedos. Los tejidos empleados en su confección son muy delicados, no pierdas de vista este detalle.
¿Y si tengo que viajar con mi vestido de novia?
Para cuidar el vestido de novia durante el viaje déjalo guardado en su funda de tela. Abate los asientos traseros del coche y mantenlo lo más estirado posible para que no se arrugue.
Si, una vez que llegues al destino, vieras que está arrugado, pide a la tienda donde lo compraste o al diseñador del vestido que te recomienden dónde llevarlo para que sea planchado. Confía siempre en un centro especializado, como Tintorerías Ronsel, que son expertos en limpieza y conservación de vestidos de novia.
Si no puedes recurrir a un profesional para cuidar el vestido de novia hay un truco casero que, seguro conoces y nunca falla: cuélgalo en el cuarto de baño, abre el grifo del agua caliente y cierra la puerta. El mismo vapor de agua planchará el vestido como si de una plancha de vapor se tratara. Eso sí, evita por todos los medios tocarlo o que el agua lo salpique.
El día de la boda: no dejes que tu vestido se estropee
Cuidar el vestido de novia en los momentos previos a la celebración es muy importante. Toma las siguientes precauciones:
1. Atenta al momento del maquillaje. El maquillaje y los retoques como la aplicación del perfume, la crema hidratante e incluso el desodorante, deberán ser aplicados antes de vestirte. No dejes que te echen laca después de peinarte si ya tienes el vestido puesto, es un riesgo innecesario.
2. Elige a la persona que te vaya a ayudar a vestirte y asegúrate, si es una mujer, de que ella también esté maquillada, vestida y con las manos lavadas. No solo tu maquillaje mancha. El de los demás también puede dañar la tela.
3. Asimismo, para cuidar el vestido de novia evita besos y abrazos antes de la ceremonia.
4. ¿Cómo debes entrar en el coche? Mete primero la cola del vestido y luego siéntate, procurando no aplastar la parte de atrás. Si te ayudan a colocar el vestido, que sea con sumo cuidado. Lo ideal es que vayas acompañada de una sola persona o sola en el asiento de atrás, lo suficientemente amplia para no dañar el diseño.
5. Si el vestido se manchara con comida o bebida durante la celebración, no apliques ni agua ni productos quitamanchas. Pueden quedar cercos. Llévalo a la tintorería, lo antes posible. Pero no a cualquier, ¡a una especializada en limpieza y cuidados de vestidos de novia!
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El momento de enfrentarte a tu maravilloso diseño tras la boda, después de exponerlo a maquillajes, perfumes, abrazos y todo tipo de sustancias y por mucho que te hayas empeñado en cuidar el vestido de novia puede ser duro. Por eso te encantará conocer nuestros trucos para conservarlo como el primer día.