Paula y José fueron los afortunados protagonistas de este espectacular viaje de novios lleno de contrastes, diseñado a la medida por la agencia Planning Travel. De Noruega a Maldivas, pasando por Japón y Sri Lanka, disfrutaron de un envidiable recorrido.
Paula y José deseaban conocer las Auroras Boreales, y la fecha de su luna de miel era perfecta para hacer su sueño realidad. También soñaban con viajar a Japón y Sri Lanka, dos destinos asiáticos ideales para un viaje de bodas. Pero había algo que echaban de menos en ambos destinos: querían disponer al menos de unos días de relax en una playa espectacular, preferiblemente en una isla paradisíaca, que les permitiese descansar y disfrutar plenamente el uno del otro.
Tres ideas aparentemente incompatibles por la distancia de los destinos elegidos. Tres proyectos perfectos… para tres o cuatro lunas de miel diferentes.
Unirlos podría haber parecido un plan disparatado de no contar con la ayuda de la agencia Planning Travel, que diseñó el recorrido a la medida para Paula y José. Disponían casi de un mes para disfrutar de su viaje y pudieron sacar partido hasta del último minuto.
Un viaje de novios lleno de contrastes
Primera parada y primer sueño cumplido: auroras boreales
Tromso, capital del norte de Noruega, fue la primera parada del viaje y la primera oportunidad de la pareja para ver las Auroras Boreales.
Después de descubrir la ciudad, desembarcaron en la Isla de Senja, donde pudieron disfrutar de las Auroras Boreales reflejadas en el mar y realizar un safari de ballenas, dos experiencias alucinantes.
Segunda etapa: desembarco en Japón
De Tokyo a Kyoto, Paula y José pudieron recorrer el país nipón y hacerse una idea de sus increíbles contrastes entre modernidad y clasicismo. Templos y santuarios milenarios frente a edificios híper modernos. Barrios tradicionales, frente a los distritos más cosmopolitas del planeta. Entre las actividades a destacar, que pudieron alojarse en un templo budista con rezo matinal incluido y disfrutar de la gastronomía tradicional budista y de la comida local japonesa, ¡toda una experiencia!
Tercera etapa: inmersión en Sri Lanka:
Colombo, Pinnawala, Habarana, Sigiriya, Matale, Kandy, Nuwara Eliya… Puertos de pescadores, playas paradisíacas, cuevas-templo excavadas en roca, impresionantes estatuas budistas, jardines de especias, plantaciones de té (del famoso Té de Ceilán), templos míticos, bazares… X y José pudieron empaparse de tan maravilloso país insular. Una pasada.
La hora del relax absoluto: Maldivas
La última etapa del viaje no fue menos importante que las anteriores, pero sí menos intensa. Un destino tropical en el océano Índico, con playas idílicas. El lugar perfecto para relajarse y disfrutar de puestas de sol de ensueño. Para comenzar a digerir todo lo vivido en un viaje de novios lleno de contrastes, y disfrutar plenamente de la mejor compañía.
¿Nuestra conclusión? Una luna de miel de 10. ¡Estamos muertas de envidia!