Marruecos es uno de los destinos más económicos para visitar. Buena gastronomía, ciudades milenarias y parajes de ensueño. Lo mejor: pasar la noche en una jaima observando las estrellas en el Desierto del Sahara.
El desierto tiene algo que atrae. Tal vez sean las dunas, la inmensidad de la nada y el silencio apacible. O también el contraste de un paisaje exótico y diferente compuesto por cactus espinosos, criaturas extrañas, claridad resplandeciente… Existen muchas formas de disfrutarlo.
Luna de miel en el desierto del Sahara
No existe una luna de miel más romántica que dormir en una jaima –tienda de campaña– en mitad del desierto y contemplar las estrellas. El del Sahara es el mayor del mundo y se caracteriza por el contraste de sus temperaturas. Aunque abarca varios países, lo más habitual es llegar desde Marruecos, destino muy recomendado para un viaje repleta de aventura.
Establecer una ruta que pase por diferentes ciudades del país para finalizar la experiencia en el desierto del Sahara. Existen paquetes organizados que incluyen el alojamiento, la pensión y el transporte. Deja aflorar el romanticismo paseando por ciudades milenarias, playas de arena fina y un bello desierto en la más absoluta paz y silencio.
Destino muy económico
Marruecos es además uno de los países con mejor relación calidad/precio que existen. Aunque los viajes de novio suelen ser experiencias premium, se pueden organizar viajes baratos a Marruecos con este fin. Existen compañías de vuelos low cost que ofertan billetes con excelentes precios. Además se encuentra muy bien conectado con Europa y nos ofrece la opción de llegar por ferry a través de diversos puertos. Los hoteles en Marruecos no son nada caros y además la comida y los productos locales son muy baratos.