Thalía se casó el 2 de diciembre del año 2000 en la Catedral de San Patricio, Nueva York, con el empresario de la industria musical Tommy Mottola.
Su futuro marido le sugirió adquirir un vestido de novia de las glamurosas firmas Dior o Armani. Sin embargo, la cantante mexicana tenía otros planes para su atuendo nupcial. Estaba decidida a que su vestido lo confeccionara un diseñador mexicano y que, a ser posible, la conociera, para que cada puntada del diseño tuviera “buena vibra”.
Todos los detalles del lujoso vestido de novia de Thalía
Por suerte, Thalía era íntima amiga del diseñador Mitzy, y habían fantaseado en muchas ocasiones acerca de cómo sería el vestido de novia de la cantante. Ambos recorrieron las calles de Nueva York para elegir el tejido y los accesorios que decorarían el atuendo. Además, Thalía soñaba con un vestido cuya cola llegara desde el altar hasta el final de la iglesia cuando los novios estuvieran en la ceremonia. Es por eso que el primer diseño original del modelo tenía una cola de nada más y nada menos que 61 metros. Sin embargo, este vestido resultaba demasiado incómodo e imposible para la logística de un evento tan importante. Finalmente, la cola se redujo hasta los 17 metros y el vestido pesaba alrededor de 70 kilos.
Tul, seda, raso, cristales y perlas bordadas a mano fueron los ingredientes para un vestido de cuento de hadas. Por si fuera poco, la cantante mexicana lució un precioso moño alto adornado con una tiara de diamantes que costaba aún más que su traje de novia completo.
“La veía flotando en ese vestido perfecto, rodeada de luz, de Dios”, sentenció el diseñador. Lo cierto es que tal vez ese vestido diera buena suerte al matrimonio: 23 años como marido y mujer y dos hijos en común avalan su amor.