El 17 de septiembre de 2016, Eufrasia y Obdulio se daban el “sí, quiero”. Todo apuntaba a que ese día sería mágico y memorable. No fue lo primero, pero sí lo segundo, aunque con todos los tintes negativos posibles.
De los 138 invitados que fueron a celebrar el banquete de estos recién casados, 52 sufrieron una intoxicación a causa de la comida proporcionada por el restaurante Es Molí den Comte, propiedad de Palcadar SL.
La boda que terminó en intoxicación
Eufrasia y Obdulio, sin saber por aquel entonces nada de lo sucedido, se dispusieron a disfrutar de su luna de miel a bordo de un crucero. Sin embargo, en mitad del viaje, se enteraron de todo lo que había ocurrido. Tan pronto como regresaron, fueron a poner una denuncia en Palma de Mallorca.
La cosa acabó en juicio, y en 2019, la Audiencia Provincial de Palma de Mallorca obligó al establecimiento a devolver los 8.500 € que se pagaron por adelantado del banquete, y a no reclamar los 3.083.99 € adelantados para la fiesta que aún estaban sin pagar. Además, indemnizó a cada uno de los cónyuges con 1.000 € en concepto de daño moral.
La justicia “tumbó” los argumentos con los que el restaurante intentó defenderse, ya que justificaban que solo el 37% de los invitados se intoxicaron y que, además, fue una intoxicación leve y sin hospitalizados. A lo que el juez contestó: “No es de recibo que más de un tercio de los comensales resulten intoxicados y requieran asistencia médica, ni que lo que se contrató para que constituyera una jornada memorable y llamada a ser evocada por amigos y familiares se haya convertido en el amargo recuerdo de una intoxicación alimentaria. En cuanto a los alegatos de que las indisposiciones fueron leves, hay que decir lo siguiente: una indisposición leve supone un incumplimiento grave, ya que quien acude a un restaurante no tiene que sufrir ninguna intoxicación, ni leve ni levísima”.
Aunque los novios también pidieron que el restaurante pagará su luna de miel, la justicia lo rechazó ya que, tal y como dijeron los novios, se enteraron de esta noticia en la segunda etapa de su viaje.
Que el amor es el principal condimento de una buena comida, en este caso, no se cumplió.