Una cosa es querer y otra muy distinta, querer bien. Después de leer el artículo de Código Nuevo, “te quiero porque no me necesitas para ser feliz”, tenemos claras las razones por las que nos enamoramos de una persona.
- “Buscas mi opinión y no mi permiso”. Queremos a una persona que esté, sin inseguridades, que tome sus propias decisiones pero que acuda a ti preguntando tú opinión. Lo que no quiere decir que vaya a hacer lo que tú harías.
- “Te quiero porque no me necesitas para volar”, alguien con ganas de crecer, que sea capaz de hacer su vida solo, no contigo. Alguien que esté porque quiere, no porque le faltes. “Me escoges porque te apetece caminar conmigo y no porque sientas que te falto”.
- Alguien con semejanzas y con diferencias. Una persona que disfrute también de las cosas que no tenéis en común, que aprenda de ellas.
- Queremos una persona que nos complemente. No buscamos una media naranja, sino “una naranja entera”. Porque solos, ya somos mucho pero, juntos es mejor.
- Alguien que nos anime a luchar por nuestros sueños, que disfrute con nuestros logros. “Nada te gusta más que verme crecer”. Que no ponga límites, que sigamos hacia delante, de la mano.
- Queremos una relación que comprenda que “el amor no es un lazo que ata, sino una onda que tiende a la expansión centrífuga”. Nada tiene porqué cambiar en tu vida cuando comienzas una relación, queremos seguir siendo nosotras mismas y decidir tener al lado a esa persona.
- Una persona que no tenga que entenderte, pues cada uno somos un mundo, pero que, aún así te respete y quiera estar contigo. “Te quiero porque eres libre”, y porque, sabe que lo somos, que ambos somos libres y decidimos juntarnos, pero no por necesidad.
- En definitiva, “te quiero porque no me necesitas para ser feliz. Simplemente, compartes tu felicidad conmigo”.
