Claudia di Paolo
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Arranca la Fase 1 y el miedo a salir a la calle se materializa

El bolso de Louis Vuitton que está arrasando y tiene lista de espera

PROTAGONISTAS / Claudia di Paolo: “El confinamiento ha dañado nuestra piel y cabello”

Oscuro Claro

Después de casi dos meses de duro confinamiento se han hecho efectivas las primeras medidas para aliviar esta situación.

 

La famosa ‘desescalada’ ha dado el pistoletazo de salida en aquellas Comunidades Autónomas que cumplían los requisitos para poder garantizar la salud de todos los ciudadanos.

Fotografía: Pixabay

El miedo a salir a la calle como consecuencia del confinamiento

Sin embargo, otro problema surge tras tantos días encerrados en casa: el temor a salir a la calle. Muchas son las personas que se están viendo afectadas por el denominado ‘’Síndrome de la cabaña’’.

Se origina debido a diversos factores pero, entre ellos, destaca la sobreinformación a la que nos hemos enfrentado en los últimos días. De repente, todas las cadenas televisivas ofrecían información acerca del coronavirus. No importaba la franja horaria ni que el programa estuviera dedicado al entretenimiento: siempre había minutos para dedicarlos a la pandemia. Esto ha influido en que, poco a poco, el miedo a contraer el virus fuera aumentando, llegando al punto de ver la calle como una fuente de contaminación en potencia.

Fotografía: Pixabay

Este síndrome, además, puede llegar a provocar ansiedad, ya que el hogar se concibe como un lugar seguro y todo lo que no sea eso puede ponernos en riesgo. Este factor puede verse afectado si hemos realizado el confinamiento en soledad ya que, a nivel psicológico, nos encontramos desacostumbrados al contacto con otras personas, y podemos percibir ese entorno como un lugar hostil.

¿Cómo superar este estado?

Lo más importante es tener la valentía de reconocer lo que nos está sucediendo para poder superarlo. Cuando hacemos frente a nuestros miedos, damos el primer paso para hacerlos más pequeños. Es importante tener presente en todo momento que durante estos meses hemos aprendido las técnicas necesarias para evitar posibles contagios, así que ahora solo debemos ponerlas en práctica. Eso sí, de manera progresiva. No hay ninguna prisa. Cada uno ha de encontrar el punto en el que la sensación de peligro comienza a disminuir sin tener que pasar por procesos de estrés o ansiedad por no conseguir recuperar la normalidad absoluta el primer día.

Cada uno tiene sus tiempos y es necesario respetarlos. Lo único que hemos de tener claro es que lo vamos a conseguir, antes o después.

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