El gran día es normal que aparezcan los nervios, que necesitemos que todo esté bajo control, y eso genera una auténtica angustia que puede entorpecer la sesión fotográfica.
Así fue para esta novia, Kristen Dupree. Después del “sí, quiero”, llegaba la sesión de fotos y ella se encontraba tan nerviosa que su fotógrafa, Perri Farlow, no conseguía capturar las instantáneas perfectas. Sin embargo, la dama de honor tuvo una idea brillante: incluir al perrito de la pareja en la sesión de fotos. “Adoro que las parejas incluyan a sus mascotas en las fotos. Estar junto a ellos despierta las emociones más auténticas y es mucho más fácil capturar momentos de felicidad”, confesaba Perri.
Zeke salvó la sesión de fotos de la boda
En cuanto llegó Zeke, el labrador negro de los recién casados, su efecto se sintió enseguida: Kristen estaba mucho más calmada y relajada y la fotógrafa consiguió capturar unas imágenes preciosas de aquel gran día. “Zeke tuvo un efecto de paz en Kristen y Ducan (el novio). Es obvio que se aman y son una hermosa familia”, admitía Perri.
Zeke tan solo tenía dos años de edad, por lo que lo único que le apetecía era jugar y dar cariño a su dueña. Sin embargo, y por suerte para los novios, este labrador también es muy obediente, por lo que actuó de manera profesional a la hora de posar para las fotografías. Zeke fue tan importante en este momento que permaneció al lado de sus dueños durante el resto de la celebración.
De hecho, durante la recepción, crearon un cocktail especial con su nombre. Está claro que este labrador es uno más de la familia y que, sin saberlo, desempeñó un papel digno de un padrino… ¡calmar a una novia no es nada fácil!