Un reciente estudio sugiere que sobreexageramos lo negativo e infravaloramos lo positivo de nuestra pareja. ¿A ti también te sucede? ¡Pues sigue leyendo!
Seguro que te acuerdas cuando comenzaron las primeras veces con tu pareja. La primera vez que tuvisteis una cita, la primera vez que fuisteis al cine, el primer beso, la primera discusión… Aquellos primeros meses en los que vivías en una nube y todo parecía generarte adrenalina y pasión.
¿Es tu relación mejor de lo que piensas?
Con el tiempo, todas esas emociones disminuyeron para dar paso a lo cotidiano y rutinario. Cuando eso sucede, los defectos que antes te encantaban de tu pareja comienzan a causarte rechazo y lo cierto es que tendemos a exagerar todas esas situaciones negativas. “Los estudios en relaciones sugieren que las personas tendemos a sobreexagerar lo negativo e infravalorar lo positivo en nuestras parejas románticas”, explica el doctor en psicología Gary W. Lewandowski Jr. En un artículo publicado en The Conversation. El doctor añade que “la visión ‘hasta que la muerte nos separe’ se ha cambiado por ‘hasta que encuentre algo mejor’. Y aunque la búsqueda de la perfección está bien para un coche, en una relación desemboca en no reconocer el amor verdaderamente bueno que tienes delante”.
“Las investigaciones sugieren que las personas inflamos los pequeños problemas hasta convertirlos en gigantes. En épocas de calma manufacturamos problemas que antes no existían”, continúa explicando Gary W. Todo esto está relacionado con la búsqueda de la perfección absoluta y el boicot que nos hacemos hacia nosotros mismos cuando creemos no encontrarla. “Sí, somos nuestros peores enemigos”, afirma el doctor.
Además, en el artículo la escritora Tara Blair cuenta su propia experiencia: engañó a su marido. “A pesar de que nos hacíamos reír, yo pensaba que necesitaba más”. La moraleja que resultaba de su historia es que Tara creía necesitar esa adrenalina de cuando conoces a alguien nuevo, cuando crees que es potencialmente mejor porque crees que es perfecto. Pero la realidad es que bajo esa premisa, nunca podrás enamorarte de verdad porque cuando la relación torne a un modo más serio, simplemente, querrás desaparecer.
Por eso, es bueno conocer las etapas del amor. En la primera etapa, cuando nos enamoramos de alguien, a las mujeres les sube la testosterona y a los hombres la dopamina, lo cual explica esa sensación de adrenalina, de pasión desenfrenada. La segunda etapa llega alrededor de los 10 meses, cuando el cuerpo comienza a eliminar esas sustancias ya que, de otra manera, sería perjudicial para nuestro propio organismo. Es entonces cuando la pareja comienza a descubrir quiénes son realmente. ¿Qué quiere decir esto? Que, efectivamente, el amor incondicional llega en la segunda etapa cuando la pareja genera ese vínculo sólido. Por eso, debemos tener presente que buscar “algo mejor” o “algo nuevo” nunca va a poder darnos eso que tanto queremos: una relación de verdad.