fbpx
Reina Isabel II
Búsqueda Menú

¿Te pareces a tu pareja? Estas son las razones

Los matrimonios de celebrities más cortos de la historia

Se salta el protocolo: la emotiva despedida de Guillermo a Isabel II

Oscuro Claro

¿Alguna vez te has preguntado por qué tu pareja y tú os termináis las frases o sabéis perfectamente en qué está pensando el otro?

 

Pues… ¡aquí tenéis la respuesta! Es un fenómeno del enamoramiento y tiene una explicación científica.

Fotografía: Pixabay

¿Por qué nos parecemos a nuestra pareja?

Se trata un estudio realizado por la Universidad de Stanford, la Universidad de Boston y la Universidad de California, que determina por qué las parejas tienen semejanzas emocionales, psicológicas, e incluso físicas. Este estudio trata de descifrar por qué nos emparejamos con personas similares a nosotros: “Está en nuestro ADN, a un nivel mucho más inconsciente y tiene que ver con los instintos de supervivencia”, afirma el artículo.

Fotografía: Pixabay

Es muy común encontrar parejas que piensan igual o muy parecido y que tienen gestos y maneras de expresarse casi idénticas. Lejos de ser un síntoma de pérdida de personalidad, este comportamiento se debe a las denominadas “neuronas espejo”. “Es un fenómeno que ha ocurrido siempre y responde a nuestra necesidad humana de sentirnos parte o fuera de algo”, dice el artículo. Este proceso de mimetización es bidireccional, es decir, se trata de algo recíproco. Hay comportamientos y actitudes que la pareja va asimilando e interiorizando, lo que desemboca en una unión más sólida entre ambos. Según explica el artículo, es algo gradual que comienza en pequeñas acciones como saber qué pedir de comer a tu pareja en un restaurante si ésta llega tarde.

Fotografía: Pixabay

Lo más sorprendente que demuestra este artículo es que las parejas no solo son semejantes a nivel emocional o se emparejan por ciertas similitudes en el nivel económico o educativo, también lo son a nivel físico. El artículo concluye que nuestro ADN está programado para ayudar a sobrevivir a nuestros propios genes, por lo que siempre tendemos a buscar características a nivel físico similares a las nuestras o a las de nuestros padres. Esta teoría se llama “similitud facial”, y tiene que ver con el entorno en el que se desarrolla la pareja: las experiencias, los hábitos de sueño o alimenticios, las emociones que han vivido juntos… Pequeñas cosas que van moldeando nuestro aspecto y, por supuesto, el de nuestra pareja.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Entradas Relacionadas