Un estudio confirma que oler la ropa usada de tu pareja te hace sentir mejor pero, ¿cuáles son los motivos de este fenómeno?
Ponte en situación: tras un día de lo más estresante en el trabajo, un de esos en los que parece que todo se empeña en salir mal, lo único que te apetece es llegar a casa, ponerte cómoda y acurrucarte con tu pareja. Tu espacio, él y, por supuesto, su olor. Y ya te sientes tranquila. Pero, ¿por qué pasa esto?
Los investigadores de la Universidad de Columbia, han realizado un estudio mediante el cual aseguran que el olor de una pareja ayuda a disminuir los niveles de estrés y preocupación. El Journal of Personality and Social Psychology, publicó este enero la investigación. Un experimento realizado a partir de camisetas “sucias”.
“El olor de una pareja puede ser algo más que un consuelo psicológico; también puede tener efectos en las respuestas fisiológicas al estrés”. A partir de esta hipótesis, los investigadores del estudio reclutaron a 96 parejas heterosexuales. Los hombres, actuaban como “donantes de olores” mientras que, las mujeres (que generalmente tienen un mejor sentido del olfato que el género masculino), fueron monitoreadas.
Cada uno de los hombres utilizó una camiseta durante 24 horas, sin desodorante, para maximizar el efecto del olor propio de cada uno de ellos. Las prendas se conservaron en un laboratorio a temperaturas bajo 0, de forma que el olor se mantuviese. Durante el ciclo menstrual de cada mujer se procedió con el experimento para que, coincidiese con los niveles de cortisol más pronunciados, la hormona del estrés. Se les entregó a cada una tres camisas: la de su pareja, la de un compañero y una sin usar, y se les pidió olfatearla durante un minuto en un total de 6 ocasiones. Además, se las sometió a una entrevista con pruebas matemáticas y a un cuestionario para medir su ansiedad e incomodidad física además de, tomar muestras de su saliva para medir los niveles de cortisol.
Tras las pruebas, los resultados revelaron que las mujeres que habían estado expuestas al olor de su pareja mostraron menos estrés que aquellas que olieron camisas de un extraño, las cuales, mostraban niveles de cortisol significativamente más altos, debido al fenómeno “efecto extraño de peligro”.
Marlise Hofer, autora principal del estudio, aseguró que “Desde una edad temprana los humanos temen a los extraños, especialmente a los hombres extraños, por lo que es posible que un olor masculino desconocido desencadene la respuesta de “luchar o huir” sin que, en realidad, seamos conscientes de ello”.
Otra de las investigadoras, la profesora de la Universidad de Columbia, Frances Chen, afirmó que “algo tan simple como llevar una prenda de vestir utilizada por un ser querido reduce los niveles de estrés si se está fuera de casa”. Así que, chicas, ¡ya podemos robar las camisetas de nuestras parejas!