La última encuesta del Instituto Nacional de Estadística, publicada ayer, arroja datos reveladores sobre la tasa de nupcialidad en nuestro país. Entre ellos, que los españoles nos casamos menos cada vez y que la edad media elegida para hacerlo está en claro ascenso.
La última encuesta del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre el Movimiento Natural de la Población en España, publicada ayer, describe una situación clara: los matrimonios están en crisis. Los españoles nos casamos menos cada vez y la edad media elegida para contraer matrimonio está en claro ascenso. Y es que en 2017 se casaron un total de 171.454 parejas, lo que supuso un 2,2% menos de enlaces que el año anterior (175.343).
Los datos lo confirman: los españoles nos casamos menos
Aunque se trata del primer descenso en el número de matrimonios observado desde el año 2013, que ofrecía cifras bastante inferiores a las actuales (156.554), conviene observar lo que ha sucedido a lo largo de la última década para constatar esta tendencia a la baja: en 2007 el número de bodas celebradas fue de 204.772, un 16,3% superior a la cifra actual.
Cada vez nos casamos más tarde
La encuesta arroja otro dato preocupante: la edad media del matrimonio mantiene su tendencia creciente. La edad promedio de recién casados alcanzó los 37,8 años para los hombres y los 35 para las mujeres.
Las bodas civiles triplican a las religiosas
Si hay un tipo de boda de capa caída, es la religiosa. Aunque pueda parecer increíble, el INE arroja un dato clarísimo: del total de enlaces celebrados, aproximadamente la cuarta parte han sido bodas católicas, frente a tres cuartas partes que han sido exclusivamente civiles. Y esto se repite en todas las comunidades autónomas, aunque en algunas como Cataluña, la Comunidad de Madrid o la Comunidad Valenciana la diferencia es verdaderamente abismal.
Otros datos interesantes
Frente al descenso generalizado, en 2017 han aumentado dos tipos de enlaces particulares: los correspondientes a parejas del mismo sexo (6,62% más que el año anterior) y aquéllos con uno de los dos cónyuges de procedencia extranjera (3,10% más que en 2016).