He aquí 5 cosas importantes. Esto es lo que no deberías preguntarle a una pareja que se acaba de prometer aunque sean íntimos amigos tuyos.
Cuando uno de tus amigos o familiares se compromete, querrás saber todos los detalles, obviamente. Pero, un consejo: evita usar estas frases cuando hable con parejas recién comprometidas. Y si alguna vez tienes dudas, piensa: “¿Me gustaría que alguien me preguntara eso a mí?”
Lo que no deberías preguntar
1. “¿Cuándo vais a tener hijos?“
Esta es, sin duda alguna, la pregunta que siempre se considera la más grosera, pero todavía se pregunta. Solo confía en nosotros: sabemos que estás muy entusiasmada con ellos, pero tus amigos aún no planearon su boda. Con lo que no hay razón para preguntar acerca de cómo formar una familia. Es posible que algunas parejas ni siquiera quieran tener hijos, o que no los puedan tener, por lo que esta es definitivamente una pregunta incómoda que siempre es de mal gusto. Pero si la pareja plantea el tema y habla abiertamente al respecto, entonces sí puedes sentirte libre de participar en la conversación.
2.“¿Quién está pagando la boda?”
El segundo tema más delicado después de los niños es el dinero. Entonces, a menos que sea tu hermano el que esté comprometido y tengas la confianza suficiente, no preguntes cómo la familia está dividiendo el presupuesto de la boda. No sabes si las familias están en desacuerdo sobre el dinero, o si una de las partes no puede pagar tanto como la otra, o si la pareja está pagando la cuenta por sí misma, por lo que es mejor ahorrarle a la pareja un dolor de cabeza y mantente en silencio sobre el tema.
3.“Ese anillo no es el que esperaba que te regalara”
Incluso si se refiere a este tipo de comentarios de manera inocua, podría malinterpretarse como ofensivo. Para el que propone, podría sonar que esperaba que gastara más –o menos– dinero, o que su elección de anillo no se alineara con el estilo preferido de su pareja. Desde el lado del receptor, los hará sentir cohibidos por su pieza de joyería más especial y simbólica. En caso de duda, muerde la lengua.
4. “¿Estáis seguros de que estáis listos para dar ese paso?”
No te incumbe y no es una pregunta de buen gusto para nadie. Ellos sabrán si están seguros o no. Y mucho menos la hagas si no tienes la suficiente confianza con alguno de los dos miembros de la pareja.
5. “¿A quiénes invitaréis?”
Tampoco te interesa. No seas cotilla. Si ellos lo ven conveniente, te contarán al detalle la lista de invitados que tienen pensada y sino, pues ya lo sabrás el día de la boda.