Cuando se trata de bodas millennials, menos es más. Así lo confirma una encuesta de la plataforma de opinión The Tylt, en la que han participado más de 2.200 jóvenes. A través de ella, las parejas de novios millennials dejaron claro que están más interesados en celebrar enlaces asequibles e íntimos que grandes fiestas.
El 70% de las parejas de novios millennials encuestadas eligió las bodas pequeñas cuando se les consultó qué tipo de enlace desearían tener. Y lo cierto es que cada vez se celebran más bodas íntimas e informales, y que las conocidas como microweddings, bodas a las que asiste un número reducido de entre 5 y 50 invitados, van ganando terreno a pasos agigantados.
¿Las razones? Por un lado, el interés en gastar menos dinero. El coste del cubierto ha aumentado, por lo que las parejas prefieren invitar a menos personas e invertir más en cada una de ellas, de modo que el día sea verdaderamente inolvidable.
Por otro, el deseo de vivir una experiencia más auténtica, que deje al margen los compromisos, y en la que solo participen las personas realmente interesadas en hacerlo. Casi siempre se trata de familiares directos o amigos íntimos.
Ventajas de las microweddings, según las parejas de novios millennials
– Menos gasto
Una pequeña lista de invitados es la mejor manera de ajustarse a un presupuesto reducido. Al invitar a menos personas, no es necesario contratar un espacio demasiado amplio y se reducen los costes en general: hay que encargar menos invitaciones y menos recuerdos, el cubierto y la barra libre tienen un precio inferior…
Además, al tratarse de celebraciones más íntimas, con personas de confianza, no es necesario invertir en extras como el servicio de wedding planner, ya que los propios novios pueden asumir toda la carga de la organización.
– Se puede derrochar en otras cosas
Algunos novios prefieren invertir el dinero ahorrado en extras que de otra manera no habrían podido permitirse, como contratar un grupo de música que amenice la fiesta, ofrecer una decoración más cuidada o un menú más exquisito.
Otra posibilidad es hacer una lista de 15-20 invitados, los más allegados, y organizar un viaje con todos ellos para celebrar la boda, por ejemplo, en un destino tropical.
– Son el plan perfecto para tímidos
Hay personas que no pueden ni imaginar ser el centro de atención de un grupo de 150-200 pares de ojos, entre los que se encuentran familiares lejanos, amigos de los padres, personas a las que llevan mil años sin ver… Para ellos el plan perfecto es decir “sí, quiero” delante de 10-15 testigos íntimos y celebrar con ellos.
– Permiten dedicar tiempo a cada invitado
Saludar y pasar un rato con cada uno de los invitados es plan imposible en una macro boda, y a veces los novios se sienten culpables porque sienten que no han estado a la altura de los asistentes. En este tipo de celebraciones no solo se pasa tiempo de calidad con cada invitado, sino que es posible estar todos juntos de principio a fin.
– Son bodas más flexibles
Permiten hacer cambios de última hora y aceptan una mayor creatividad, porque son mucho más sencillas de coordinar. Además, como hay mayor confianza con los invitados, los posibles errores asustan mucho menos.
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