Hemos visto a muchos novios “perder la cabeza” por su gran día: noches sin dormir, extremo control que genera ansiedad pero, sin duda, esto es algo que nunca habíamos visto.
Uno de los grandes desembolsos de cualquier boda, y también uno de los más necesarios, es el de contratar a un profesional de la fotografía que inmortalice todos los momentos del gran día. La pareja de novios de la que hoy hablamos quiso suplir este gasto recurriendo a una vieja amiga que era fan del mundo de la fotografía.
La fotógrafa que borró todas las fotos de una boda
Le dijeron que le pagaría 200€ a cambio de 10 horas de fotografía y ella aceptó. Lo que no sabía es que sería la peor jornada laboral de su vida. Al principio todo parecía marchar bien. Los problemas llegaron sobre las 5 de la tarde: “Me dijeron que no podía parar a comer porque tenía que seguir ejerciendo de fotógrafa”, explicaba la fotógrafa en su cuenta de Reddit.
La situación se fue tornando a peor hasta tal punto que los novios se negaron a darle ni siquiera un vaso de agua. Para más inri, el calor en aquel espacio era insoportable (unos 40º) y no había aire acondicionado. La fotógrafa se acercó al novio para pedirle un descanso de 20 minutos y él no accedió amenazando con no pagar el dinero acordado.
“Le pregunté si estaba seguro de lo que me decía y me dijo que sí, así que borré todas sus fotos que hice delante de él y me fui diciéndole que ya no era su fotógrafa”, concluye en su post de Reddit.
Ella se quedó sin 200 euros pero ellos jamás podrán sentarse una tarde para recordar cómo fue su gran día con las fotografías en sus manos.