Vivan los novios. Y si se puede, ¡que lo celebren con una story de Instagram! Porque, ¿quién no ama ver las bodas ajenas?
Las redes sociales han transformado la forma en que vivimos estos momentos, y las tradiciones de siempre han dado paso a versiones más… espectaculares. ¿Arroz? Sí, pero no el de siempre. Ahora, las bodas se convierten en el escenario perfecto para la exageración y la viralización. Y todo con un solo objetivo: ¡captar likes!
La gran euforia del arroz a paladas
Lo que comenzó como una tradición sencilla –tirar arroz a los novios– ha mutado en una competición de magnitudes. En las últimas semanas, hemos visto vídeos de bodas inundados de kilos de arroz lanzados con palas, como si se tratara de una carrera por ver quién tiene el “mejor contenido viral”. Y todo por ese toque extra de espectáculo que tan bien le sienta a las redes sociales.
En Galicia, por ejemplo, no es raro ver bodas donde se lanzan hasta 200 kilos de arroz con carretillas. ¡Todo para hacer que los novios se sientan… un poquito más cubiertos de lo necesario! Hace poco, una boda se hizo viral por una avalancha de confeti que sepultó a los novios, y otra pareja fue literalmente enterrada en arroz a palazos. ¿El resultado? Más de 35.000 “me gusta” y miles de comentarios que dejaron claro lo que ya todos sabemos: las redes sociales amplifican todo, incluso las bodas más inusuales.
@eldebate_com 👰🤵 Lanzan kilos de confeti a los novios desde una cosechadora en una boda #eldebate #bodas #confeti #viral
Más show, más inversión
¿Y qué pasa cuando el espectáculo se mezcla con el dinero? En 2023, el coste medio de una boda en España rondaba los 20.000 euros. Si le sumamos el precio de la luna de miel y los detalles (como el vestido de novia, el traje del novio, las flores, la música…), ¡la cifra se dispara! Aunque el número de bodas bajó ligeramente el año pasado, el número de bodas “viralizables” no hace más que subir.
Y es que, ahora, no solo se trata de decir «sí, quiero», sino de crear una experiencia visual que se quede grabada en las mentes (y las pantallas) de todos. ¿Qué tal un glitter bar con tatuajes temporales y neones brillantes? O, por supuesto, las famosas «jeringuillas» de chupitos para todos. ¿Lo importante? Que el contenido sea instagrameable.
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Las bodas en redes: un espejo en el que todos quieren verse
Las bodas siguen siendo un tema candente en redes sociales. Influencers como Carla Vico, Claudia Jiménez, Eme de Amores y Natalia Palacios han convertido sus bodas en un evento global, transmitido a millones de seguidores desde el momento en que anuncian sus planes hasta el gran día. Estas influencers no solo crean contenido durante la boda, sino que, desde el mismo momento en que anuncian su compromiso, generan una expectación casi palpable. Publican cada detalle, desde la pedida de mano hasta la elección del vestido, e incluso comparten las pequeñas decisiones que hacen que sus seguidores se sientan parte del proceso.
@emedeamores hablemos sobre mi boda 👰🏻♀️💍💒
Y no son solo los influencers. Hoy, cualquier pareja se siente tentada a contratar un wedding social manager (¡sí, como lo lees!) que se encargue de hacer de su boda un verdadero contenido viral. Desde vídeos hasta memes, pasando por la creación de momentos tan llamativos que hasta los invitados se convierten en parte del show. ¡Una boda perfecta para TikTok!
Ceremonias de altura: bodas creadas como contenido viral
No es de extrañar que, desde siempre, las bodas de las celebridades hayan sido un espectáculo que todos quieren imitar. Las redes sociales han intensificado este fenómeno, llevando la espectacularización a otro nivel. Es más, para muchos novios, tener una boda de ensueño no solo significa tener un vestido perfecto, sino crear un contenido que deje a todos hablando durante semanas. Y para ello, no dudan en abrazar los neones, los drones que sobrevuelan a los invitados y hasta las frases divertidas en espejos diseñados exclusivamente para la foto perfecta.
Las bodas siguen siendo ese centro de atención social que tanto amamos, y las redes sociales han multiplicado su poder. La gente no solo quiere asistir a una boda, ¡quiere vivirla a través de su pantalla! Y en este nuevo mundo donde todo está pensado para captar la mayor cantidad de likes posibles, las tradiciones siguen transformándose en momentos aún más impresionantes. Porque, ¿quién no sueña con una boda que se convierta en la más comentada en Instagram? ¡La fiesta no termina en el altar, sino en las redes!