44 años después de la boda entre Carlos de Inglaterra y Lady Di, aún salen detalles que marcaron este día, como la confesión que hizo el novio antes de la ceremonia
El 29 de julio de 1981, el príncipe Carlos de Inglaterra y Lady Diana Spencer se casaron en una increíble ceremonia celebrada en la Catedral de San Pablo de Londres. Todo se llevó a cabo con más de 3.500 asistentes y millones de espectadores en todo el mundo, siendo conocido como la «boda del siglo». Pero detrás de las cámaras, la historia era muy distinta.
Según varias fuentes, entre ellas el autor Ted Powell, el entonces heredero al trono tan solo había coincidido con Diana en doce ocasiones antes de comprometerse oficialmente. Presionado por el deber real y por no repetir el escándalo de su tío Eduardo VIII, quien abdicó por amor a la divorciada Wallis Simpson, Carlos habría acelerado el matrimonio para cumplir con las expectativas de la Corona. Sin embargo, su corazón seguía ligado a Camilla Parker Bowles, lo que generaba un conflicto emocional imposible de ignorar.
La gran confesión de Carlos antes de la boda
Tal era la incertidumbre del príncipe Carlos que, pocas horas antes del gran día, compartió con amigos cercanos e incluso con la propia Diana sus serias dudas sobre el futuro del matrimonio. Un gesto que reflejaba que en ese «amor» tan romántico que se gestaba, también había grietas.
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Según el documental Carlos y Di: la verdad detrás de su boda, el heredero al trono de Inglaterra confesó que su mujer era «exquisitamente hermosa», comparándola con una «amapola perfecta», pero también confesó que era «muy niña». «Ni siquiera parece lo suficientemente mayor como para haber terminado la escuela, mucho menos para casarse», comenta el monarca según el documental. Entre ellos había una diferencia de edad de 12 años. Pero no solo Carlos pensaba así, también su círculo cercano de amigos que comparaban a la pareja con una estudiante y un profesor.
Fue el propio Carlos de Inglaterra quien confesó que tenía un «estado de ánimo confuso, ansioso y aterrorizado». Sabía que el enlace sería una decisión de la que se arrepentiría toda su vida pero, por otro lado, tenía que «hacer lo correcto» por su familia y por el país.
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Una carta para Lady Di
La noche de antes a la ceremonia, Lady Di estaba de lo más contenta y, en medio de sus nervios por el enlace, recibió una carta de Carlos. «Estoy muy orgulloso de ti y cuando vengas a mí mañana, estaré junto al altar esperándote. Solo tienes que mirarlos a los ojos y les dejarás muertos». Así se recoge en el libro La duquesa: la historia no contada, de Penny Junor. En este mismo libro también se cuenta que Carlos confesó a Diana que no la amaba porque «no quería contraer matrimonio con una promesa falsa». Y, aunque ella no quería seguir adelante con la boda en ese momento, finalmente, se llevó a cabo la gran boda del siglo.
Un año después, Carlos y Diana dieron la bienvenida a su primer hijo, el príncipe William. Después, vendría Harry. En 1992 se separaron pero no fue hasta 1996 cuando formalizaron el divorcio, un año antes del trágico accidente que acabó con la vida de Lady Di.