Tamara y Jesús, los protagonistas de la boda de la semana, se dieron el «sí, quiero» el pasado 25 de agosto, al atardecer. Sin embargo, su historia de amor se remonta a su adolescencia, cuando se conocieron, una noche de verano, en el Valle del Jerte, sin duda un escenario único, como único ha sido su enlace.
La pedida de mano fue al más puro estilo irlandés, siendo Tamara quién tomó la iniciativa. Eso sí, no lo hizo el 29 de febrero como marca la tradición irlandesa, si no en época navideña. “Fue nuestro mejor regalo de reyes y, por supuesto, el de nuestras familias”, afirma. Para este momento único, preparó una velada romántica, que, como no podía ser de otra manera, culminó con la aceptación de Jesús.
Tamara y Jesús, su día especial
– El look de la novia
Fiel a su esencia bohemia, Tamara eligió un modelo estilo boho de la firma Alma Novia. El escote en uve, la manga francesa, el encaje y la pedrería fueron los elementos característicos del mismo.
Para complementar el outfit estuvieron muy presentes su madre y su suegra. La primera regalándole unos magníficos zapatos de Pedro Miralles y la alianza en oro amarillo de la firma catalana Tous; la segunda confeccionando ella misma la liga y el tambor donde se portaron los anillos.
Bajo el sello del Atelier de Rita Von llegaron dos de los complementos estrella del look: los pendientes diseñados por Olvido Madrid y el tocado.
Para el ramo compuesto por eucalipto, astilbe, rosas y peonias confió en Cristina Arias de La Casita de las Flores.
– El maquillaje y el peinado
¿Qué sería de una novia sin sentirse cómoda con su maquillaje y peinado? Consciente de ello, Tamara contó con Nazareth Naharro que se trasladó desde Plasencia para encargarse de realizar un maquillaje sencillo en el que potenció los ojos con un toque de luz y unas pestañas increíbles.
– El outfit del novio
Jesús fue centro de todas las miradas al llegar a la ceremonia luciendo unas inconfundibles gafas Ray-Ban color caramelo. Lució traje azul cielo de corte entallado de la firma Suit Supply confeccionado en lana, lino y seda. Para calzarse se decantó por unos mocasines estilo castellano en color chocolate de Bow Tie.
– La ceremonia y la celebración
La ceremonia tuvo lugar en el jardín de la Hospedería Valle del Jerte, un enclave mágico a los pies de las montañas que rodean el Valle. Tras la ceremonia civil pasaron al cóctel, para después continuar con la cena. En todo momento Tamara y Jesús tuvieron claro que tanto ceremonia como celebración tuvieran lugar en el mismo sitio para así hacer disfrutar lo máximo posible a sus invitados.
La cena fue al aire libre como los novios habían deseado desde siempre y, todo salió perfecto gracias a Bodeando Wedding Studio, la empresa en la que confiaron para la organización de la boda.
– Invitaciones y otros detalles
La papelería de la boda y las invitaciones corrieron a cuenta de la novia, a través de su empresa Tamaruski. “Ha sido uno de los trabajos que más me ha costado realizar al tratarse de algo propio”, explica.
Entre los detalles llamaron la atención los agradecimientos, ya que fueron personalizados para cada invitado.
En cuanto a los regalos, se entregaron unas cajitas de desayuno post-boda y flores de lavanda fresca. «Jenn, nuestra wedding planner montó un puesto de madera y colocó todos los regalos a modo de bufet, dejando a la gente encantada», comenta Tamara.
Quisimos, además, hacer un guiño a nuestro pueblecito montando un candy bar con dulces típicos caseros junto a las gominolas.
– Los momentos más emotivos
Uno de ellos fue al llegar al altar y poder verse. Allí llegaron descalzos, lo que para Tamara y Jesús era una forma de sentirse libres.
Otro el baile nupcial que decidieron hacerlo en mitad de la cena, mientras todos los invitados los alumbraban con bengalas.
Pero el momento clave de emoción fue ver al padre de la novia arrancarse con su guitarra para tocar el Canon de Pachelbel. “Desde pequeñita he crecido con sus acordes, su guitarra y su pasión por la música. Mientras sonaba miraba a mi madre, que brillaba por si sola. Verla tan feliz y tan radiante me llenaba a mí de felicidad”, relata Tamara.
– Fotógrafo y videógrafo
De inmortalizar los mejores momentos de la boda de Tamara y Jesús se encargó Carlos Aragón, reflejando sencillez y romanticismo en cada una de sus fotos.
La grabación en vídeo recayó en Daniel Carboneras, quién también se encargó de grabar la preboda en la sierra de Madrid, la cual fue proyectada durante los postres, cautivando a todos los presentes.
– Wedding Planner
De la organización de la boda se encargó Bodeando Wedding Studio. Jenn, el alma mater de esta empresa, junto con Icíar, su ayudante, fieles a su lema “hazlo como quieras, pero hazlo único” cuidaron hasta el mínimo detalle. Como consecuencia de su buen hacer, todo salió perfecto.
– La luna de miel de Tamara y Jesús
Tras la boda se decantaron por descansar unos días en Cantabria. Su luna de miel se la reservan para estas navidades, cuando su trabajo les permitirá tener más días libres. El lugar elegido: Tailandia.
¡Que vuestro amor pueda con todo, pareja!