Se conocieron a principios de 2019 y, desde ese momento no han sabido vivir el uno sin el otro. Hoy os contamos la historia de amor de Paula y Manu
Se conocieron a través de las redes sociales y, después de hablar por ahí un tiempo, decidieron quedar para conocerse en persona. La cita se llevó a cabo a principios de 2019 y, desde entonces, no han sabido estar el uno sin el otro. En 2020, después de pasar la pandemia en casas separadas, pero a 10 minutos de distancia una casa de la otra, decidieron mudarse juntos.
Su gran día llegó el 23 de julio de 2022. ¡Os contamos todos los detalles!
Paula y Manu, los novios
- El vestido de novia y los complementos
El vestido parte del modelo Diosa de la colección Rainbow de Silvia Fernández, una de nuestras diseñadoras favoritas, y comprado en Eva Novias pero con algunas modificaciones, dado que Paula soñaba con que su vestido tuviera algún tipo de tul o tela que fluyera de los hombros o de la cintura así que, le incluyeron las gasas de quita y pon que salen desde el cinturón de pedrería.
Según la novia, ponerle velo hubiera recargado su look nupcial, además hubiera tapado la bonita espalda de su vestido.
La diseñadora del vestido, Silvia Fernández, le cedió un trozo del cinturón a Charo López para que hiciera el tocado del pelo con la misma pedrería del vestido y así ir en perfecta sintonía.
- Las joyas
Las alianzas de los novios las hicieron a mano en Orense, en el taller del joyero artesano Alberto Taboada, que ofrece la increíble experiencia de poder hacerte tus propias alianzas, un detalle totalmente personalizado y único.
“Yo hice la de Manu y él la mía”, nos cuenta la novia. “Hacerlo desde cero te permite elegir el tono exacto que quieres darle a la pieza, mezclando el oro con más cobre o más plata para que quede más rosada, más amarilla o más plateada. Es un proceso súper manual en el que Alberto te guía en todo momento. Ofrece también la opción de que te hagan fotos y vídeos durante la experiencia. Además el entorno y su taller son lugares mágicos”
El anillo de compromiso es obra de Tiffany & Co.
Las arras son parte de la herencia familiar de los novios. Para seguir con la tradición de llevar algo prestado, la novia llevó unos pendientes en oro blanco colgantes de su madrina. ¿Y la pulsera? Es un accesorio que Paula siempre lleva en su mano: una simple cadena gruesa de plata de la marca Tous que su madre compró hace años y dejó de usar. “La utilizo siempre y no me cuestioné quitármela”.
- Las flores
Esencia Floral, una pequeña floristería del pueblo de la novia, Alfaz del Pí, fue la encargada de las flores del gran día.
“Mónica supo exactamente calar el estilo que buscábamos: rústico, sencillo y silvestre”. Los novios contaron, principalmente, con pampas, buganvilla, eucalipto redondo, lavanda y paniculata, montadas en ramilletes con cuerda de yute para la iglesia, cestas de mimbre para las mesas redondas y guirnaldas de hojas verdes para las mesas rectagulares. El ramo de Paula fue colgante, únicamente compuesto por buganvilla en tono fucsia, una planta típica de la zona levantina. “Adoro el contraste del ramo con las paredes blancas de Altea”, confiesa la novia.
- Los zapatos
Phoebe de Mascaró, ese fue el modelo y la firma que eligió la novia. Un zapato de salón con punta triangular y, lo más importante para ella, con tacón ancho y no muy alto, de 6 centímetros.
“Mi máxima prioridad era ir cómoda. No pude haber elegido mejor, a pesar de tener el talón al descubierto, la tira trasera sujeta el pie a la perfección y el ancho del tacón me permitió pisar todo tipo de suelo, ya que en el casco antiguo de Altea el suelo es de piedra grande y el de algunas zonas de la finca eran gravilla y piedras pequeñas”.
- Maquillaje y peinado
Del maquillaje se encargó Javier Diviero, una “joya” entre los maquilladores de la zona de Alicante, así lo califica la novia. Él es maquillador de Lancôme y experto en dermofarmacia, por lo que se toma muy en serio la preparación previa de la piel, lo cual es algo fundamental. La pareja de Javier, Álex, también maquilló a la madre de la novia, su cuñada y su suegra.
En cuanto al peinado, la novia confió en Valeria, de Glamour Estilistas. Ella fue la encargada del peinado ya que conoce a la novia a la perfección. Paula quería lucir un semirecogido con mucha personalidad pero donde se le diera protagonismo también al maravilloso tocado de Charo López.
- El novio
El traje del novio es de Sastrería Serna, en Madrid, que son expertos en trajes militares habiendo trabajado en varias ocasiones para la Casa Real. Lo hicieron absolutamente todo a mano. Inicialmente, a los novios les preocupaba el grosor de la tela para un mes de julio en Alicante, pero dejándose asesorar por estos profesionales, les mostraron una lana increíblemente traspirable. Gracias a ellos y a su profesionalidad y calidad, el novio pudo soportar la ola de calor.
En cuanto a los zapatos del novio, sopesaron también la posibilidad de lucir un zapato también a medida pero, finalmente, Manu lució unos Meermin que fueron todo un acierto.
- La madrina y madre de la novia
Ambas buscaban telas finas y fluidas para soportar el calor de Altea. Además, Basi, la madrina, se decantó por los vestidos de corte griego. Finalmente, personalizó por completo un diseño de Hannibal Laguna en verde oscuro, al que le quitó las mangas y añadió una pedrería cruzada en el pecho y un fular con la misma tela.
La madre de la novia, en cambio, eligió un vestido fucsia de una boutique pero tras unos días viéndolo en casa, cambió completamente de opinión.
Se vio mucho más representada y favorecida con un conjunto de pantalón de pernera ancha en color marrón y con pespuntes brillantes dorados y una blusa blanca cubierta para la ceremonia con un cárdigan del color del pantalón, armonizada con un colgante con pedrería rosa palo, a juego con unos pendientes de la misma colección.
La ceremonia y celebración
La ceremonia se llevó a cabo en la mítica iglesia de las icónicas cúpulas azules del casco antiguo de Altea, Nuestra Señora del Consuelo.
“El pasillo es eterno y las pareces y techos blancos evocan al estilo de todo el entrono exterior del precioso pueblo. Además, yo soy de Alfaz del Pí, el pueblo que colinda con Altea”
La celebración posterior se celebró en Marqués de Montemolar. Los novios tenían claro que fuera aquí por distancia y magia del entorno, desde el momento en el que pisaron la finca. De hecho, fue la única finca que visitaron porque fue un “sí” rotundo desde el principio.
El catering fue de la mano de El Poblet, de Dénia. Su dueño es el hermano de Quique Dacosta y sus platos, tanto los bocados del cóctel, como los de la cena, son creaciones únicas, nos cuentan los novios. “La finca trabaja exclusivamente con ellos, lo cocinan todo in-situ, no lo traen precocinado”.
- Las invitaciones y el regalo de los invitados
Los novios fueron los creadores de las invitaciones, todo un sueño para ellos. Además, dentro del sobre, en forma de bolsillo horizontal, incluyeron a los invitados una lámina en la que Paula pintó unido el paisaje de la costa de L’albir, donde nació, con la ribera del río Duero en Zamora, la ciudad natal del novio.
Como regalo, los novios dieron semillas de albahaca como metáfora del amor, ya que las plantas son el ejemplo más puro de cómo juntando agua y luz brota algo mágico. “Elegimos la albahaca para que fuera una plana de fácil siembra, a la que la gente pudiera dar una utilidad, y no que simplemente fuera decorativa”.
Las chanclas rústicas fueron todo un acierto, y es que siempre lo son, para que la gente pueda seguir dándolo todo con el paso de las horas. Paula y Manu las eligieron en tres colores: negro, beige y dorado. A la salida de la iglesia, los invitados pudieron elegir entre mini pomperos de jabón, pétalos secos de Mondojabones o cañones de confeti. Los novios prefirieron prescindir del arroz ya que podían manchar el traje del novio y los fotógrafos les sugirieron no usarlo.
Los novios tuvieron un detalle muy personal con cada invitado y pusieron el nombre de cada uno en una piedra de la playa como marcasitios y una tarjetita con una dedicatoria escrita a mano, a modo de agradecimiento.
- El momento más emotivo
Según la novia, la salida de la iglesia fue mágica con la plaza abarrotada de gente. También se queda con la escapada tras la ceremonia a la pizzería favorita de los novios, In Bocca al Luppo, que está al lado de la iglesia y en la que se hicieron sus fotografías favoritas.
Comieron pizza después de haber estado en ayunas casi desde las 12 de la mañana.
- Invitada o invitadas más elegantes
Los novios destacan a Miriam, hermana del novio. Tenían claro que el rojo iba a ser su color, tras ser una de las primeras en elegir el vestido, tuvo un problema por falta de telas pocas semanas antes del enlace. Por miedo a no llegar al día de la boda, se decidió también por Silvia Fernández y se hizo un vestido de ensueño a medida desde cero.
Miriam se decantó por una tela en crepe en color rojo, con la parte superior ceñida y sujeta por un tirante asimétrico, que dibujaba una espalda abierta preciosa, en la que lucía muy bien su tatuaje. En la falda, con un poco más de vuelo, una pequeña abertura central bordeada por unos volantes que daban un toque muy andaluz y que dejaban ver las sandalias negras y plateadas que eligió como calzado.
- Fotógrafo
Imagine Love Cinema fueron los elegidos para captar los mejores momentos. “Trabajan fenomenal, tienen un equipo increíble y te asesoran en todo. Nos vino muy bien haber hecho la preboda en la misma zona en la que celebrábamos la boda, para que pudieran darnos consejos sobre como colocarnos y qué hacer para maximizar el resultado de las fotos. Además, hicieron un vídeo Same Day Edit que emitimos en un proyector poco después de la cena y con el que los invitados alucinaron, porque ya recopilaba gran parte de la boda y ¡de lo que acababa de pasar!”
- Wedding planners
Meses antes de la boda, los novios hicieron una editorial que organizó Ana de Musa Weddings España. Tras ver el precioso despliegue y la organización detallada que hizo en un precioso cigarral de Toledo, los novios decidieron contar con ellos para la boda. Paula se define como una “wedding planner frustada”, es por eso que los propios novios se encargaron de casi toda la planificación.
Musa Weddings tan solo les ayudaron con la coordinación el día de la boda, así los novios se despreocuparon de todo. Estos profesionales también se encargaron del Candy Bar y de poner los marcasitios de los invitados.
- Luna de miel
Paula y Manu se fueron de safari y se decantaron por Tanzania. Los vuelos los sacaron por su propia cuenta y contrataron el safari de Soul of Tanzania, en el que un guía estuvo con ellos desde que llegaron al aeropuerto de Arusha el primer día.
Les permitieron elegir el itinerario completamente a su gusto, eligiendo entre distintos parques y alojamientos. Después, viajaron hasta Zanzíbar, que está a solo 40 minutos de vuelo, y allí se decantaron por un resort en la playa de Kendwa.