¿Te imaginas cómo sería la perfecta boda millennial? Marta y Tom, se casaron este septiembre y su boda no pudo ser más perfecta.
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Marta y Tom se conocieron a través de la App Tinder. A partir de ese momento supieron que no se separarían jamás, sellando su amor el pasado 30 de septiembre de 2017.
El vestido de la novia
El vestido de Marta fue, sin duda, el gran protagonista de la noche, con permiso de los novios. Lo tenía claro, como mujer millennial que es su vestido sería de Rime Arodaky, al igual que su velo. Un impresionante vestido con falda fluida y abertura lateral. La atención se la llevó el cuerpo del vestido, con escote en la espalda y tejido transparente con flores bordadas.
Su look de novia no exigía mucho más. Lució pendientes de Anthropologie, que compró en BHLDN y anillos de Suárez. Los zapatos, unas finas sandalias con pedrería las consiguió en Asos. Tanto del peinado como del maquillaje, se encargó Salón Toro.
El look del novio
Para su gran día, Tom no se quedó atrás. Su traje, de Santa Eulalia, estaba compuesto de pantalón y americana en azul marino y chaleco blanco, el contrapunto perfecto de su look. Además, calzó zapatos de Bowtie y reloj IWC.
Ceremonia y celebración
La pareja se dio el “sí, quiero” en Castell de Caramany, en Girona. Una decoración sencilla y con mucho encanto del que se encargaron los propios novios quienes, aseguran, que disfrutaron mucho de hacer una boda freestyle. Las flores que decoraban el lugar eran de La Puta Suegra.
Tras el banquete, a cargo del catering L’Empordà, tuvo lugar la fiesta. Horas de risas, bailes y tiempo para compartir con la familia y los amigos. Los novios, entregaron a los invitados un CD con la música que sonó aquella noche, para que siempre que lo escuchasen recordasen su gran día y, una pieza de nácar personalizada para cada uno de los invitados. Las invitaciones las encargaron a Wynwoodletters, una empresa de Miami.
El momento más emotivo
Sin ninguna duda, el momento más emotivo para Marta y Tom fue durante la ceremonia, cuando pronunciaron sus votos. Raquel Benito fue la fotógrafa encargada de capturar este y todos los momentos del gran día de la pareja.
Luna de miel
Después del “sí, quiero”, disfrutaron de una mágica luna de miel. El primer destino fue Formentera y, tras pasar unos días en la isla, viajaron hasta Tulum, México.
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