Se conocieron a través de las redes sociales hace años y el paso del tiempo los volvió a reunir. Así fue la boda de Daniela y Daniel
Se conocieron por redes sociales dos años y medio antes de empezar a salir juntos. Hablaron durante un tiempo, pero nunca llegaron a quedar hasta que, al final, perdieron el contacto y se alejaron. Tres años y un confinamiento después, el destino quiso que volvieran a coincidir. A los pocos días “Los Danis” tuvieron una cita. Daniela, nuestra novia de hoy, no es de Madrid. Ella es de Candeleda, un pueblo de la Sierra de Gredos. Dani sí es de la capital y allí fue donde quedaron por primera vez, en el barrio de Salamanca, donde vivía Daniela. Fueron a un restaurante mexicano y desde que comenzaron a hablar, congeniaron. “Sentía como si nos conociéramos de toda la vida”, nos confiesa la novia. “La cita tenía que acabar porque había toque de queda, fue un poco rollo Cenicienta”.
Desde esta primera cita, nuestra pareja no dejó de quedar. A los seis meses se fueron a vivir juntos y de esto hace ya tres años. Se comprometieron el 19 de agosto de 2022. “Acabábamos de llegar de nuestro tour de vacaciones, normalmente el mes de agosto lo pasamos de un lado a otro de playeo y llegamos a Candeleda justo el día antes de la pedida. En el pueblo empezaban las fiestas, y siempre tenemos la costumbre de quedar toda la pandilla. Dani estaba rarísimo y se empeñó en dar un paseo por el campo. Concretamente quería ir a mi sitio de paz, como yo lo llamo, que ahora se ha convertido en “nuestro lugar”.
Yo accedí a regañadientes. Me pasé todo el camino refunfuñando por perder la tarde de encuentro de verano con mis amigas. Llegamos a El Mirlo Blanco y Dani empezó a hacer el balance del año mientras caminábamos y nos comíamos un helado. Cuando llegamos a la zona con mejores vistas, Dani se arrodilló”.
Daniela nos cuenta que hacía un tiempo le pidió a Dani la parte de abajo del cono, la puntita de chocolate. “Cuando me pidas matrimonio tendrás que darme tu conito de chocolate”, le dijo Daniela. Ese día, Dani se la entregó y le dijo que si quería casarse con él.
Todo este momento quedó grabado por unos amigos de Daniel, con cámara y dron. “En mis refunfuñes, vi el dron y le insistí a Dani en irnos porque pensaba que Seprona nos vigilaba para que nos fuéramos de ahí”, nos cuenta con risas la novia.
Daniela y Daniel: los novios
- El vestido de novia
La historia del vestido de Daniel está hilada con una magia absoluta. Visitó varios ateliers y firmas y comenzó a buscar su vestido ideal. Daniela estaba abierta a todo, quería probarse vestidos y descartar sin cerrarse a nada.
Al final se decidió por el atelier de Laura Escribano. “Sin conocerla de nada y, cuando ya tenía la cita pedida en el atelier, me enteré de que María, una alumna muy especial del colegio en el que trabajo e hija de un buen compañero, forma parte del super equipo de Laura. Primera conexión con esos hilos rojos que dicen que nos unen a las personas”.
Daniela y Laura, la diseñadora, conectaron enseguida. Las conversaciones con ella, su delicadeza, los tejidos, las pruebas con sus amigas, con las mujeres de su casa y, por supuesto, con su padre y su madre hacían que Daniela estuviera emocionada en cada prueba. “Mi padre vino a casi todas las pruebas, hasta el último día hicimos un ensayo de cómo iba a ser nuestra entrada en la iglesia, con música y todo. Fue divertidísimo”.
La última puntada mágica del vestido de novia fue el día de la entrega. Daniela fue al atelier a por su vestido pero Laura no estaba. Allí le hicieron la entrega y le dieron los últimos toques de planchado. Al llegar al atelier, apareció Iván con su vestido colgado del brazo.
“Iván es la pareja de uno de mis mejores amigos, se dedica al mundo de la costura y el patronaje, aunque llevaba varios años trabajando en el mundo de venta de moda. Tanto Iván como su pareja guardaban el secreto de que este había dejado de trabajar en venta para iniciar y lanzar su carrera en el taller de Laura Escribano. Y, ooooh, magia de nuevo. Iván participó en la confección de mi vestido. ¿Cómo puede hacer el destino cosas tan bonitas?”.
- Los complementos
Daniela llevó unas peinas de la madre de su abuela materna, hechas en carey y brillantes.
- El ramo de novia
El ramo de novia estaba repleto de hortensias. “Para mi madre y para mí lo son todo, nos encantan. Si vas a nuestras casas siempre tenemos estas flores secas”.
El ramo incluía una cinta, la cual cosió y bordó su tía en color azul para cumplir ese “algo azul” típico de la novia. En esta cinta se podía leer la fecha de la boda, los nombres de los novios y, en un extremo, la palabra ‘Magia’, toda decorada con estrellitas y corazones.
- Las joyas
Daniela llevó su anillo de pedida, de brillantes, de P de Paola.
Lució dos pendientes. Primero unos pendientes vintage de oro, platino y brillantes de su abuela materna. Para la fiesta, cambió a otros de M de Paulet, concretamente New Estambul 22. Estos se los regaló su suegra en la fiesta de pedida. Las alianzas las hizo el suegro de la hermana del novio, que es joyero de toda la vida.
- Los zapatos
Zapatos de Mint&Rose, modelo Arnela Knot Solaris.
- Maquillaje y peinado
Ana Reyna Torroba hizo magia con la novia y su madre. “Gracias a la mañana que pasamos juntas, los nervios se esfumaron. Es la mejor y nos puso bellísimas”. Daniela encontró a Ana leyendo una conocida revista. Ella y su familia tienen una finca en Candeleda y veranea allí todos los años desde que era pequeña, aunque ellas no se conocían. Una vez más, el hilo rojo hizo de las suyas.
- El novio
Dani vistió chaqué azul de Trajes Guzmán, con chaleco en crema y corbata color granate. Los testigos, el padrino y el padre del novio también llevaron un chaqué de la misma firma.
El novio llevó unos gemelos de plata con la letra D de “Los Danis”, de Silvio Silvani, No solo Gemelos. Una tiendecita que encanta a nuestros novios.
- La madrina y la madre de la novia
La madrina llevó un traje a medida de Alejandro de Miguel. Como complementos, broche de brillantes vintage de la abuelita de Daniel, Nieves.
La madre de la novia iba de Leyre Doueil para Es Fascinante y zapatos de Farrutx. Joyas vintage y pendientes de Victorio & Lucchino.
Ceremonia y celebración
El enlace se llevó a cabo en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, en Candeleda. El cura es amigo y profesor de Daniela de toda la vida.
La posterior celebración fue en la Finca Esencia de Gredos, en Arenas de San Pedro. Los novios ofrecieron a todos los invitados los deliciosos bocados de Catering Tatín.
- Invitaciones y regalos para invitadas
Tanto las invitaciones, como el regalo para las invitadas fue obra de nuestros novios. Ellos diseñaron las invitaciones, ya que a Daniela le encanta el diseño y querían que fueran personalizas, algo suyo. Además, crearon su propio sello para poner en los sobres.
“A Dani y ami nos gusta mucho el mar y sus tesoros, conchas, caracolas, piedras… Así que decidimos hacer unos platillos multiusos con estampado decoupage. Quedaron preciosos y los acompañamos de unas tarjetas de agradecimiento personalizadas”.
- El momento más emotivo
Los novios coinciden en que el momento más emotivo fue la entrada a la iglesia y su encuentro.
“Estábamos los dos tan emocionados…” También la entrada a la iglesia de su sobrina Alejandra caminando. Ella tiene parálisis cerebral y lleva todo el año preparando con sus fisios la entrada al altar, caminando con apoyo.
El baile nupcial de los novios también fue un momento muy emocionante.
- Invitada o invitadas más elegantes
Los novios señalan a la madrina y a la madre de la novia.
Y también a las amigas de la novia.
- Fotógrafo
El encargado de crear los mejores recuerdos de este día fue el equipo de Dibujando con luz.
- Wedding planners
Los novios no contaron con wedding planners, ellos mismos prepararon todo con la ayuda de sus familiares, sobre todo con la ayuda de Chus, tía de la novia.
“Sandra, la dueña de la finca, también nos ayudó muchísimo”.
- Luna de miel
Nuestros novios desconectaron con un viaje a Japón y Maldivas, todo organizado con la agencia Japan Specialist.
“Recorrimos las grandes ciudades de Tokio y Osaka, pasando por los Alpes japoneses, y terminamos en la increíble Kioto. Luego estuvimos unos días descansando en Kuramathi, Maldivas. Ha sido un viaje maravilloso, seguimos en una nube de amor”.