La historia de amor de Carolina y James, él escocés y ella española, comenzó hace varios años, cuando él la contrató a ella para trabajar en su empresa, con sede en Nairobi, Kenia. Se casaron en Menorca en mayo de 2018. Te contamos todos los detalles de esta boda internacional.
Carolina y James son arquitectos y ambos trabajan en Orkidstudio, una empresa social fundada por él con sede en Nairobi, Kenia. Orkidstudio diseña y construye edificios formando y empleando a mujeres en el sector de la construcción. Desde que se mudaron a Nairobi hace 3 años, el equipo ha pasado de 3 a 30 personas y sus proyectos (hospitales, colegios, viviendas sociales, oficinas) no hacen más que crecer.
Desde el inicio de su relación, a Carolina y James les unieron el trabajo y los ideales, la idea de hacer de este mundo un lugar mejor, además de su pasión por los viajes y la comida. Te contamos todos los detalles de su boda.
Así fue la boda de Carolina y James en Menorca
El vestido y los complementos de la novia
“El vestido que llevé lo creó y realizó de principio a fin mi madre, Solín Álvarez-Guerra, que me conoce perfectamente y no pudo haber diseñado algo más yo. Sencillísimo, con cuerpo ablusonado sin manga que se ciñe a la cintura creando sensación de dos piezas, me hizo sentir guapísima y tremendamente cómoda. Lo acompañé con unas preciosas alpargatas artesanales de Elenovari, algo muy de mi tierra”, explica Carolina.
Respecto a las joyas, la novia lució unos pendientes hechos a mano en Senegal, y su anillo de compromiso, una joya con un significado muy importante para ella, no solo por todo lo que representaba, sino porque lo diseñó James con una piedra de mármol blanco de la isla de Skye, de donde procede su familia, recogida en el porche de la casa familiar.
Tanto las flores de su ramo como las de la decoración procedían de la Floristería Es Bonsais, de Mahón.
El maquillaje y el peinado de Carolina
«Para conseguir un look beauty sencillo, acorde con mi manera de ser, confié en Princep Stil -explica la novia-. Hicieron un trabajo excelente. El maquillaje apenas se notaba, y el peinado quedó muy natural».
El sorprendente outfit del novio
Como buen escocés, James lució un kilt, ¡nada menos que de su tatarabuelo! Lo acompañó de unos gemelos de su abuelo.
La madrina y la madre de la novia
«¡Iban las dos guapísimas!», asegura Carolina. Jill, la madre de James, lució un diseño de la firma británica Vanessa Gounden, mientras que la madre de la novia apostó por la diseñadora española Isabel Zapardiez.
Invitados más elegantes
En esta ocasión los protagonistas fueron los chicos. ¡Todos estaban sensacionales vestidos con sus kilts!
La ceremonia y la celebración
La ceremonia tuvo lugar en la ermita del Siglo XV Nostra Senyora de Gràcia, en Mahón.
Respecto al banquete, «lo celebramos en mi domicilio familiar, donde instalamos una carpa blanca con unas lucecitas preciosas -explica Carolina-. Encargamos el catering a S’algar Catering, y todo estuvo riquísimo».
«Además, la empresa de mis padres, Aquanaria, que produce lubina XXL, se encargó de aportar la lubina, que estaba deliciosa».
Wedding planner
«Para la organización confiamos en Brichs Events, una empresa especializada en la organización de eventos y bodas en Menorca, que se ocupó de todos los detalles y de la magnífica decoración», explica Carolina.
«El seating plan fue uno de los que más llamaron la atención. Las tejas que lo integraban tenían fotos de personas que han trabajado con nosotros en nuestras obras, y que nuestra empresa, Orkidstudio, ha formado como carpinteros y albañiles, dándoles salidas profesionales en el sector de la construcción, que en África no hace más que crecer. Las mesas llevaban sus nombres, con la intención de traerlos a Menorca y permitirles acompañarnos en un día tan importante para nosotros».
Las invitaciones
«James y yo nos ocupamos de diseñar tanto las invitaciones como toda la cartelería».
El momento más emotivo de la boda de Carolina y James
«Sin duda el momento más emocionante se produjo cuando llegamos a casa, con todo el mundo esperándonos, y nos descubrieron un montón de hojas secas en el suelo. ¡Pero no un tipo de hojas cualquiera! Eran hojas de Sachibondu, un hospital que James y yo construimos en un rincón de la jungla, en la frontera de Zambia con la República Democrática del Congo. Allí las hojas cubren el suelo cada mes de agosto, Y James y yo siempre saltábamos sobre ellas, a modo de terapia anti-estrés.
Sachibondu es un lugar muy especial para nosotros. Estuvimos allí dos años hasta completar el hospital, y es el lugar donde James me pidió matrimonio.
Nuestras dos familias se compincharon para importar esas hojas desde allí y lo mantuvieron completamente en secreto hasta ese momento. Fue precioso», relata la novia.
La luna de miel de Carolina y James
Después de la boda, cambiamos de continente con un fantástico viaje a Sri Lanka.
¡Que seáis muy felices, pareja!