Cristina y Pablo se conocieron gracias a unos amigos en común y poco a poco surgió el amor. El pasado verano se dieron el “Sí, quiero” en una bonita ceremonia en Cantabria
A pesar de que los dos vivían en Santander, Cristina y Pablo habían oído hablar el uno del otro pero no se conocían personalmente. Esto fue así hasta que un día de verano después de estar en la playa, varios amigos en común les presentaron. Durante esos meses, coincidieron en fiestas y poco después, comenzó su historia de amor.
El pasado 1 de julio, esta pareja se dio el “Sí, quiero” en una bonita ceremonia religiosa en Cantabria.
El vestido de novia y los complementos
Cristina confió en el mismo diseñador que le hizo el vestido de novia a su madre, Luis Alonso Atelier y aunque tardó varios meses en tener claro lo que quería, el resultado le encantó. De hecho, la novia define el proceso como algo único y de los momentos más emocionantes de los preparativos. Finalmente, el diseño, confeccionado en crepe de seda natural, presentaba un cuello halter, falda con botonadura y la espalda totalmente descubierta. Además, para la iglesia añadieron un abrigo de organza con mangas abullonadas y puños con lazada que contaba con mucho movimiento y un velo de redecilla muy sutil confeccionado por Marián de @Cocottetocados.
En los pies, la protagonista escogió unos sandalias con plataforma en tono nude. En cuanto a las joyas, los pendientes de Cristina eran de lo más especiales para ella. Siguiendo con la tradición, su mejor amiga le prestó unas perlas de Joyas Antiguas Sardinero que quedaban ideales con el vestido. Por supuesto, la novia no dudó en ponérselos.
Por su parte, el ramo de flores, de peonías, eustoma y ramajes de eucalipto y olivo, fue un regalo de la tía del novio. Ella había trabajado toda su vida en una floristería y fue un detalle único.
El maquillaje y el peinado
Tal y como hace en su día a día, Cristina quería un maquillaje sencillo. Para ello, contó con Mimi, de Mimicolours_mua, quien plasmó a la perfección su estilo.
Para el pelo, la protagonista escogió un moño bajo con raya en medio y es que, además de ser el peinado favorito de Pablo, quedaba ideal con el cuello del vestido. Ana de Pin Up (@pinupsantander) fue la peluquera.
El novio lució un chaqué azul marino, con camisa blanca y corbata oscura.
La madrina y la madre de la novia
La madrina vistió de Jorge Vázquez un diseño de color azul lavanda. La madre de la novia, por su parte, escogió un vestido hecho a medida de color rojo. Ambas, con tocado y turbante en conjunto con los vestidos hechos también por Marián de @Cocottetocados.
Para Cristina, todas las invitadas estaban espectaculares, sobre todo, sus amigas. Aún así, las hermanas de los novios estaban radiantes. Andrea lució un vestido de Is Coming de @sanrochsantander y la hermana de la novia, llevó vestido de Satela. Las dos, con pamela de Cocotte.
La ceremonia y la celebración
La ceremonia tuvo lugar en la Iglesia de Santa María de Toraya, en Cantabria. Después, la celebración se organizó en la Finca Villa Abarca, un espacio rural con un entorno verde característico de la zona.
Maxi Viaña se encargó de la decoración floral. En la iglesia, contaron con tonos verdes y blancos y en el comedor, añadieron amarillo.
El catering, a cargo de Catering y Eventos el Jardín de Puente Viesgo, con un cóctel largo animado con música en directo e incluso, una croquetería.
Las invitaciones y el regalo de las invitadas
Las invitaciones estaban diseñadas por Laura (@the_roadtohappiness), con una ilustración del Faro de Punta Nati, el lugar donde Pablo le pidió matrimonio a Cristina. Además, para los novios era muy importante hacer saber a los invitados lo agradecidos que estaban por acompañarles en ese día y sabían que el día de la boda iba a ser muy complicado estar con todos, así que decidieron dedicarles ese tiempo escribiendo una nota personalizada a cada uno, haciéndoles saber lo importantes que son para ellos. Ese fue su detalle y que además aprovecharon para poner las tarjetas como marcasitios.
El momento más emotivo
Para Cristina, el momento más emotivo fue el paseo hacia el altar de la mano de su madre y ver al fondo a Pablo, su marido, emocionado. Ella misma lo define como el momento más bonito que ha vivido.
Luna de Miel
Para su viaje de novios, Cristina y Pablo viajaron a Kenya y Maldivas, un viaje de contrastes y que definen como absolutamente maravilloso para hacerlo de luna de miel.