Belén y Jesús se conocieron una noche de fiesta en Madrid, pero no fue hasta meses después, en la feria de Córdoba, cuando la vida los unió para siempre. El pasado 30 de septiembre, tras siete años juntos, se dieron el ‘Sí, quiero’ en uno de los barrios de moda de la capital.
El destino estaba escrito para esta pareja. Belén y Jesús se conocieron de fiesta por Madrid, pero tras esa noche, no volvieron a saber nada el uno del otro. Meses después, sus caminos volvieron a coincidir entre sevillanas y bailes en la feria de Córdoba y desde entonces, sus vidas no se han separado.
El pasado 30 de septiembre se dieron el ‘Sí, quiero’ en la Basílica del Perpetuo Socorro de Chamberí, uno de los barrios de moda de la capital y el barrio de ambos. La pedida, sin embargo, tuvo lugar a miles de kilómetros de su hogar, aunque para Belén, Estocolmo es su segunda casa. Cuando acabó sus estudios universitarios, la joven vivió allí durante un tiempo y siempre tuvo claro que quería volver a visitar la ciudad con el amor de su vida. Así fue y tras un viaje con algunos inconvenientes pero increíble, Jesús le pidió matrimonio en un mirador precioso en las colinas de Söder con un anillo de esmeraldas vintage que ella misma define como el anillo de sus sueños.
El vestido de novia y los complementos
La moda es una de las pasiones de Belén y siempre ha tenido claro que quería un vestido de novia muy en tendencia. En su gran día, lució un diseño a medida de Romancera, con el cuerpo recto, fruncido en la zona de la cintura y mangas al codo abullonadas. Ella misma cuenta que, aunque siempre ha creído que no sería la típica novia que lo diría, ahora, siempre elegiría el mismo look nupcial y a la misma diseñadora. Tamara Vázquez supo lo que quería desde el primer momento y diseñó el traje perfecto.
Para combinarlo, a pesar de que a nadie le parecía buena idea, Belén tenía claro que quería llevar unas gafas de sol. Sus amigas de la universidad la llaman “Miss Complementos” y es que, le gusta tener todo a conjunto, desde total looks del mismo color hasta los trajes de tres piezas. Por eso, su esencia debía estar presente el día de su boda y escogió sus gafas Loewe, un modelo en color blanco roto, cristales oscuros y una original forma.
La decisión de los zapatos siempre la tuvo clara: un zapato muy cómodo y que no fuera blanco. Se decantó por las sandalias Bianca de Saint Laurent en Carey, un modelo con tacón grueso y plataforma.
Las joyas
Belén es una enamorada de las joyas antiguas. Para la ceremonia, llevó su anillo de pedida del Páramo Vintage, su tienda favorita de anillos vintage y lo combinó con otro anillo de zafiro negro con brillantes, una pulsera de oro de su abuela y unos pendientes de esmeralda antiguos de su prima. En el baile, se soltó el pelo y lució unos maxi pendientes de Cult Gaia.
Las flores
Belén también tenía claro como quería su ramo de novia. Diferente y original, debía ser sencillo de tallos muy largos y llevó unas amarilis de Marta de Aquilea.
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El maquillaje y el peinado
Amparo Sánchez fue la encargada del look beauty de la novia. En el pelo, lució un moño de bailarina y Belén afirma que nunca se había sentido tan guapa con este tipo de peinado. En cuanto al make up, llevó algo súper natural con lo que se sintió ella misma. Por su parte, Amparo también maquilló y peinó a su madre.
El novio
Jesús llevó un traje de Pugil Store, en color azul y de tres piezas. Lo más destacado del novio, su chaleco reversible con estampado de motos Butalco. De zapatos, unos clásicos de Lottuse y de complementos, un reloj IWC que era un regalo de sus tíos y unos gemelos de Hacket, regalo de los padres de Belén.
La madrina y la madre de la novia
Para acompañar a su hijo al altar, la madrina eligió un dos piezas formado por un vestido estampado y un abrigo calado a conjunto firmado por la marca Sophia. En los pies, lució unos zapatos de punta de antes del mismo color que el abrigo y un bolso a juego. Todo lo compró en la tienda multimarca Trébol de Tudela, Navarra.
La madre de la novia, por su parte, escogió un vestido firmado por Diddo y diseñado por ella con la ayuda de Elisa, directora creativa de la casa. En el pelo, apostó por un tocado diseñado por Carmina de tocados By Carmina. Para el bolso, que también diseñó ella misma, apostó por la misma piel que para los zapatos, ambas piezas de Javier Gonzalo.
Invitadas más elegantes
Tal y como explica Belén, había varias invitadas muy elegantes. Desde su madre hasta sus amigas. Una de ellas, Esperanza o Cuqui para los amigos, lució un vestido azul de seda de Laagam, unos pendientes joya brutales de Uterqüe y las gafas que llevaba la novia de Loewe, pero ella las llevaba en blancas.
Ana, por su parte, iba vestida de Victoria Collection con un vestido rojo y morado con mangas abullonadas, un tocado de Mimoki, bolso de Jimmy Choo y zapatos de Saint Laurent. Juncal iba con un conjunto de pantalón y top de Borow con una pamela. Por otro lado, Marta se cortó el pelo y lució un diseño con toda la espalda al aire de zara de lentejuela marrón.
La ceremonia y la celebración
La ceremonia tuvo lugar en el barrio de los novios, en Chamberí, concretamente en la Basílica del Perpetuo Socorro. Su bonito patio privado fue una de las razones por la que la eligieron, pero también porque suelen acudir y les parece de lo más bonita.
Para la celebración, se decantaron por la primera finca que vieron, “El Chaparral”, ubicada en Pozuelo de Alarcón y con el catering de “Ciboulette”, uno de los mejores de Madrid y con una atención de 10, tal y como explican los propios novios.
Las invitaciones y el regalo de las invitadas
Las invitaciones y toda la papelería de la finca, a cargo de una de la mejor amigas de Belén con su empresa de diseño de papelería, “Papantonakis.art“. El diseño, con un fajín súper original con limones, que además estaban presentes en toda la decoración del enlace.
En cuanto a los regalos, un ramo a cada madre, otro a la abuela del novio y otro a su hermana. El ramo de novia, un regalo a la mejor amiga de Belén, que celebró su boda dos meses después. A otras tres amigas, un coletero bordado con sus nombres en verde.
El momento más emotivo
Belén destaca dos momentos increíbles. El primero, el paseo hasta la iglesia con su padre, su persona favorita en el mundo, por todo el centro de Madrid con un coche antiguo. El segundo, lo describe como absolutamente brutal y fue cuando los tíos del novio invitaron al grupo de música “Los Alpresa” para cantar durante el momento del postre. Además, una de la experiencias más divertidas fue cuando sus amigas le regalaron la hora loca y salieron todos a bailar disfrazar.
La luna de miel
Belén y Jesús tenían claro que en su Luna de miel, querían cruzar el mundo, por eso escogieron Australia y las Islas Fiji.
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Para ambos fue el mejor viaje de sus vidas, vieron una gran cantidad de animales, navegaron en velero e incluso bucearon con tiburones bebé.
